Liston Rojo

"Lovers"

Y regresó con Sergio...

Cada vez era más evidente que tenía miedo a algo y por eso no lo dejaba, Sophia nunca me explicó lo del psicólogo, Gabbe terminó por explicármelo, Sophia solo cambiaba de tema cada vez que le preguntaba.

-¿Que pasó con Sophia?

-¿Sobre qué?- me preguntó con las piernas cruzadas sentada en las escaleras.

-Sobre lo de su ausencia repentina de un día y lo del psicólogo ¿no?- intervino Enzo.

-Exacto- le dije.

-¿No te lo contó? Que raro.

-Siempre te cuenta todo- dijo Enzo.

-Lo sé, también fue una novedad para mi que siempre evada el tema.

-Es un tanto... Vergonzoso- dijo Gabbe con una so sonrisita burlona.

-La encontraron con Sergio, en uno de los salones vacíos, teniendo... Sexo.

Aquella frase hizo que me ahogara con mi propia saliva, no sabía si sentirme triste o reír por lo gracioso que sonaba.

-Eso es tan... Deprimente.

Hubo un evento en el auditorio, Sophia, Gabbe y yo nos sentamos juntos, Sergio sería parte del espectáculo. Así que no hubo problema con el hecho de que pudieramos estar platicando en paz.

Sophia escuchó conmigo una y otra vez la canción que la hacía aparecer en mi mente.

Sergio, como de costumbre llevó de un lado a otro a Sophia mientras Gabbe, Enzo y yo disfrutabamos de una clase libre.

Todos sabíamos como era el proceso entre Sophia y Sergio: La llevaba con sus amigos, después la botaba, y nosotros la recibíamos con chistes, para que despues Enzo y Gabbe se alejaran y Sergio tuviera más deseos de matarme.

<<El ciclo siempre se repetía>>

Salimos de la escuela y llegamos a una plaza.

-Sé que debemos hacer- le dije a Sophia.

La tomé del brazo y la llevé por la plaza hasta encontrar lo que buscaba.

-Quiero esta palabra en nuestro brazo derecho- le comenté a la señorita.

Estabamos en un local de tatuajes.

-¿Estás loco?- me dijo Sophia riendo seguramente de nervios.

-Hena ¿Verdad?- dijo la señora.

-Si- contesté aun aferrado al brazo de Sophia.

Los tatuajes fueron dolorosos pero soportables, ambos estábamos marcados con la palabra "Lovers" (Amantes) en el brazo.

Sabía que a pesar de que nunca habíamos tenido contacto sexual lo eramos, yo era su escape de Sergio, de aquél chico que la atormentaba, y ser esa salida de emergencia comenzaba a gustarme.

-Solo no dejes que Sergio vea que ambos tenemos la misma marca.

-¿Por qué esa palabra?- preguntó.

-Porque me gusta- sonreí.

Ella lo creyó, era demasiado bueno mintiendo.

Nos sentamos en una banca en la zona de comida de la gran plaza y saqué un par de cuadernos.

-¿Qué es esto?- me preguntó sonriendo.

-Es un... ah solo... no lo toques- le dije.

Era el cuaderno del desahogo, en donde comenzaba a tomar forma una novela.

-No la toque...- No terminé la frase cuando ella ya estaba en la página uno de la historia, sonriente como siempre que estaba conmigo.

Su sonrisa desapareció. Noté que le prestaba atención a mis palabras.

-Dejame leerlo-me dijo-, Esto es... asombroso- sonrió aun más.

-Está bien.

-Le tomaré una foto a esto, lo subiré a Ask.

-No lo hagas...

-Ups! ya lo hice- se rió.

-Espero que cuando seas un famoso escritor y hagan una película de tu novela te acuerdes de mi.

-Claro que me acordaré de ti- le dije.

Regresamos a la escuela, evadimos a Sergio y fuimos en busca de Enzo, pero ya no eataba en la escuela.

Llegó la prefecta detras de nosotros.

-Necesito que me acompañen- nos dijo con tono de molestia.

Al llegar a la oficina se sentó y nos pidió que tomaramos asiento delante de ella.

-Uno de los señores de limpieza los vio haciendo algo que es realmente malo- no me animé a hablar y por lo visto Sophia tampoco.

<<¿De que hablaba? ¿De los tatuajes? ¿Algo mas?>>

-Los vio escaparse con ayuda de una tabla al techo del edificio de al lado. Esto merece una sanción ¿No es así?

"Los tendré mañana en detención, comenza su hora de martirio a las seis en punto, los quiero aquí ¿Entienden?

Asentimos.

Salimos de la oficina y sonreí.

-Por un momento pensé que hablaba de los tatuajes-le dije.

-Yo igual- me sonrió.

-Nos vemos mañana ¿Si?- le pregunté.

-Hasta mañana.