Al dia siguiente la lluvia continuó.
La mañana nublada me inundó de melancolia. Pero me gustaba el clima, me daba tiempo de pensar, me permitia tener la mente abierta. En gimnasia Dennise, la chica con la que cruzaba palabra solo en los descansos se sentó a mi lado. Casi no la repasaba en mi mente pero lograba entrar en confianza con ella, no le tenia tanta como a Joss pero era util desahogarse con mas de una persona.
-¿Que pasa?- me preguntó al ver mi mirada.
Supuse que estaba pensando si tenia la mirada perdida en el cielo, pero no era asi, veía a una Valery que se encontraba sentada con las piernas cruzadas en el pasto, dolida y con la necesidad de estar sola, con un nuevo boceto. La imagen ciertamente me exprimia el corazon de una manera atroz.
-Nada, la estoy mirando.
-¿Por que no te acercas?- me preguntó.
-Miedo.
-¿A que te corra?
-Miedo a volverla a herir.
- La quieres... se nota.
-Como no te imaginas- repuse.
-¿Por que terminaron?
-Porque a veces no es suficiente con ser compatibles.
Se quedó callada y Valery alzó la mirada.
A pesar de estar a varios metros de mi, pude sentir como que había escuchado todo. Era solo mi imaginación, pero aún así posé mis ojos sobre su inmenso mar negro que tenía por iris.
Después de clases me marché al departamento aún pensando en esos ojos llenos de melancolía. <<Por fin sentía que algo me hería>> pensé mientras aparcaba el auto afuera del edificio. Cuando abrí la puerta de la unidad y subí las escaleras, maldije, debido a que me había tropezado con el mismo escalón roto de todos los días.
Cuando abrí la puerta de mi departamento encontré a mi padre leyendo uno de los libros que estaban colocados en el quicio de mi ventana llena de sarro.
-Lo acomodarás cuando te vallas- le dije.
No me sorprendía encontrarlo en mi habitación, era como una rata escurridiza que se metía en donde nadie lo llamaba.
-¿Ni un hola?- preguntó sonriente.
-Ni un hola- lancé mi mochila al suelo y tomé una playera para cambiarme.- ni siquiera sé que haces aquí.
-Vengo para llevarte de compras- se levantó de mi cama.
-No tengo interés en parecer un maldito retrasado con dinero otra vez- le dije.
-Hoy firmamos con el padre de Keidy.
Arqueé las cejas sin decir ni una sola palabra.
-Vamos- me tomó del hombro y yo me sacudí para que me soltara.- en el auto te explico.
Me dejé convencer y fuimos a comprar unos cuantos trajes de bajo costo pero que lucían como si fueran de diseñador, todos negros y grises.
-Intentaste evadirme, pero quiero saber que demonios pretendes- ya estábamos en el estacionamiento de la unidad.
-Trabajarás conmigo, a mi lado, seremos tú y yo.
-Una cosa es que acceda a ayudarte con Keidy y otra que quiera estar involucrado.
-Demasiado tarde, te irás a vivir a Rock Falls, te compré un departamento- lo del departamento lo dijo con entusiasmo.
-No me voy a ir, aquí ya tengo una vida...
-Lo siento, es mi última palabra- me dijo.
-No me voy a ir contigo, soy adulto y yo he decidido quedarme aquí.
-Te voy a llevar por la fuerza si tú lo decides.
-A la mierda- espeté alzando la voz y desahogando todo mi coraje. Lagrimas de rabia amenazaron con salir de mis ojos.
-No me hables así Julián. Soy tu padre- me dijo saliendo del auto cuando yo salí.
-¿Eres mi padre? Si, ahora lo eres por que está de por medio tu puta empresa, pero... ¿Lo fui cuando te necesité? ¿A caso estuviste ahí cuando comencé a trabajar? ¿O a caso me diste alguna vez un maldito consejo de mierda? No, nunca- cada vez gritaba más alto y mi voz se engrosaba más de furia.
-Julián, tu eres el que tuvo la culpa.
Por fin vencieron contra mis impulsos y las lagrimas brotaron, esa frase me hizo irradiar hiel.
-¿Sabes? Aceptaría mi culpa alegrado de la vida si hubieses sido tú en vez de mamá, me hubiera encantado matarte para no darme cuenta de que eres una maldita mierda asquerosa como todo el mundo.
Bajó la cabeza y después la alzó para decirme:
-Eso no cambia mi decisión.
Se alejó caminando de una manera pacifica mientras yo estaba parado en el asfalto con los puños apretados y los ojos rojos por el llanto.
Entre al departamento dando sancadas duras en el suelo, haciendolo crugir, mi sentido de la cordura estaba cedado por la rabia y el hiel que salia de mi piel en forma de sudor. Cerré la puerta detras de mi y entré al baño mientras gritaba de rabia, cuando me vi en el espejo aun gritando, vi que mi piel habia adquirido un tono rojizo vivo y que las venas de mi frente y de mi cuello se asomaban en mi piel al punto de parecer explotar.
Grité por ultima vez y rompí el vidrio con mis nudillos.
***
incluso yo me enojé por lo que pasó con el padre de Julián :b sigan leyendo para saber si relamente se irá del pueblo y qué es lo que pasará con Valery.
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Liston Rojo
RomanceJulian es un chico solitario que decide emprender un viaje en la legendaria supersticion del liston rojo que, atado a tu muñeca rige tu vida. En su primer dia de clases conoce a Valery, la amante perfecta y a Keidy, la chica que invoca su lado roman...