El lunes por la mañana Joss se despertó con el ruido agudo de la alarma. Me levanté al mismo tiempo y nos dimos cuenta de que nos hacía falta sincronizacion en cuestion de horarios.
Despues de bañarnos, vestirnos y arreglarnos de manera totalmente descoordinada. Salimos disparados hasta el coche.
Mientras yo manejaba muy por arriba de los limites de velocidad para llegar a tiempo, Joss se retocaba el maquillaje. Al partir me pidió permiso para colocar su musica en el auto. Asenti con pesadez, sabía que en cuestion de gustos era como una ruleta rusa. Podría tanto salvarme el día, como joderlo por completo.
Esta vez corrí con suerte y colocó una canción que reconocía a la perfección, una de mis favoritas: i'll take the bullet de S.O.Stereo.
Cuando llegamos a la escuela, ella salió disparada del carro pero se esperó a despedirse de mi.
Miró a Valery que estaba sobre un carro anaranjado que obviamente no era suyo, y la saludó con una sonrisa en el rostro.
Había aprendido a tolerar la idea de que ahora ella era mi especie de Musa.
Valery bajó de la parte delantera del auto y caminó hasta mi.
La besé.
Al parecer no era de una sola ocasion aquel fuego que saltaba de sus labios al besarme, siempre era igual de apasionada.
-¿Nos vamos?- me preguntó mientras me tomaba de la mano.
En ese momento comencé a notar la dura verdad, quería a Valery pero aun me resultaba incomodo estar con ella. Era posiblemente la manera en la que la había conocido, o la manera tan ardiente que tenía para mirarme al rostro.
A pesar de que yo llevaba la delantera cuando comenzamos a caminar, ella se emparejó conmigo y me rebazó aun tomando mi mano e hizo la ilusión de que iba arrastrandome. <<Tal vez era verdad>>
Despues de saludar a media escuela se detuvo delante del salón de matematicas. En ese momento yo solo quería tumbarme a desansar.
-Espera- me pidió antes de que pudiera entrar al salón.
-¿Que pasa? Se me esta haciendo tar...
No terminé la oración, me tomó por sorpresa y me besó de la manera mas deliciosa en que me había besado nunca. Aquel sabor amargo de sus labios, carnosos y rosados me insitaban a besarlos por mas tiempo. A querer casi succionarlos.
Me pasó la mano por el abdomen y comenzó a descender hasta mi entrepierna. Abrí los ojos como platos. Bajó sus labios por mi mentón hasta llegar a mi cuello y sentí que una carga de electricidad se disparó a todo mi organizmo.
-Espera- le dije.
-¿Que pasa?- me preguntó sin apartar su mano.
-Ahora no.
Me puso un dedo sobre los labios para silenciarme y me susurró al oido.
-Entre mas te niegues, mas me voy a tardar.
Apretó su mano suavemente y la excitación incremento. Pero por un momento reaccioné y la lancé a un lado.
-Nos pueden ver- repuse con esfuerzo para no gimotear.
-No importa.
-Nos pueden expulsar.
-Buen punto. Tu no puedes perder mas tiempo- me dijo con sus ojos llenos de placer.
Soltó mi entrepierna y me sentí como si me hubiesen liberado de algun tipo de cadena.
-No creas que me voy a quedar así como así. Te veo hoy en mi casa.
ESTÁS LEYENDO
Liston Rojo
RomanceJulian es un chico solitario que decide emprender un viaje en la legendaria supersticion del liston rojo que, atado a tu muñeca rige tu vida. En su primer dia de clases conoce a Valery, la amante perfecta y a Keidy, la chica que invoca su lado roman...