Por suerte nunca se enteró, era algo que ni a Joss le había confiado, era peligroso decírselo a cualquier persona, o eso creí debido a que era la primera vez que era oficialmente infiel.
-¿Qué haremos hoy?- preguntó Sophia.
-No se, ir a donde siempre vamos, supongo- dije sonriendo.
-Esta bien- me dijo y nos encaminamos a la guarida
Comencé a escribir mientras ella estaba a mi lado, era mi musa a pesar de cualquier cosa. <<a pesar de lo de la tarde anterior>>
-Enzo viene hacia acá- dijo Sophia después de bloquear su celular.
-Esta bien- contesté-, ¿En donde está?
-En la cafetería. Tardará unos veinte minutos en llegar.
-Okey ¿Y que quieres hacer?- pregunté sonriendo.
-No lo sé- contestó y me envolvió del cuello para besarle.
Sentí sus dientes apresando la fina piel de mi cuello y mi piel se enchinó. La besé en los labios y retiré el cabello de sus hombros. Bajé un poco su blusa y mordí su hombro.
-Ahora se porque te gustan las mordidas.
Me levanté del suelo y la puse contra la pared, subí sus piernas al nivel de mis caderas y ella levantó mi playera para sentir la piel de mi espalda, con una mano le desabroché el sostén y mientras el momento cobraba cada vez más chispazos de calor ella rasguñaba más fuerte mi espalda.
Besé su cuello y ella me volvió a morder la espalda a sabiendas de que eso me enloquecía.
De pronto se escuchó una madera crujir y la dejé rápidamente en el suelo, ella se acomodó la blusa y yo me acomodé la playera.
-¿Qué hacían chicos?- preguntó Enzo.
Nosotros simplemente nos limitamos a sonreír.
-Nada- al fin contesté.
-Estábamos. .. jugando- ella completó la idea.
-Presiento que no quiero saber que tipo de juego era.
-Creo que no- contestó Sophia.-Esa chica es muy linda- comentó Enzo después de un rato, señalando hacia el campus.
Identifique a la chica de imnediato.
-Si, es hermosa- contesté.
-Eres un maldito cínico- dijo Sophia-, ves a otras chicas delante de mi.
-Pero sabes que a ti te amo- dije tomándola de la cintura.
Enzo me miró sorprendido y yo también quede sorprendido al saber lo que acababa de decir.
-Yo igual- contestó Sophia y me besó.
-Nunca pensé escucharte decir eso- dijo Enzo-. Esto se torna un poco incómodo así que yo me largo a mi casa- agregó y se marchó.
Tomé mi mochila y la de Sophia.
-Oye ¿fue cierto lo que dijiste?- preguntó ella.
-Supongo- le respondí nervioso- y no sólo eso... creo que eres el amor de mi vida- le conteste y la besé sin esperar respuesta.
Durante toda la tarde pensé y pensé en lo mismo, era un estúpido, era posible que fuera cierto lo de Sophia, tal vez esa sensación de libertad, felicidad y tranquilidad en una gran masa que envolvía todo lo que yo era, significaba el amor verdadero.
Y si así era, yo era un maldito por lo que había hecho con Valery.
***
Estaba frente a Sophia, ella me miraba fijamente, pero no lo hacía como siempre. Esta vez me miraba con un rasgo frío y duro.
-¿Qué pasa?- pregunté.
No recibí respuesta alguna, en vez de esto, un vidrio enorme que no había vislumbrado antes se rompió detrás de ella, ella no pestañeó, pero tomó un cuchillo con la mano antes de que cayera al suelo.
Levantó la manga larga de su suéter negro y se abrió una profunda herida con el vidrio.
Sentí un ardor terrible antes de poder decirle que estaba loca o algo por el estilo, levanté mi manga y yo tenía la misma herida que ella tenia. Una herida de la que desembocaba un río de sangre, volvió a cortar su piel y al tiempo en el que ella realizaba el corte vertical en su brazo, a mi se me marcaba el mismo rasguño.Abrí los ojos y me encontré en un baño de sudor, lo que me había despertado era el sonido del teléfono, el mismo que descolgué aun sorprendido por el sueño.
-Diga- dije siendo directo.
-buscamos a Charly Pearson.
-Soy su hijo- respondí.
-¿Mayor de edad?- preguntó al señorita al otro lado de la línea.
-Por supuesto.
-Hablamos para avisarle de una noticia casi milagrosa.
No hablé, en cambio arqueé la ceja a pesar de que sabía que la mujer no podía ver mis gestos.
-La señora Aubrey acaba de despertar.
Mi corazón dio un vuelco de alegría e impresión, quede bloqueado.
Mi madre había despertado del coma.
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Liston Rojo
RomanceJulian es un chico solitario que decide emprender un viaje en la legendaria supersticion del liston rojo que, atado a tu muñeca rige tu vida. En su primer dia de clases conoce a Valery, la amante perfecta y a Keidy, la chica que invoca su lado roman...