Llevaba los audífonos puestos mientras mi padre conducía. Iba sumergido en la vista que me rodeaba, después de que dejamos los limites del pueblo, nos adentramos en una autopista rodeada por vegetación. Era lo que llamaban la frontera.
Habían pasado unas tres horas desde que vi por última vez a Valery sujeta a una camilla, pero mi frialdad hacía que mi culpa y mi tristeza disminuyeran gradualmente a cada metro que avanzábamos. Ahora caía un chubasco contra el auto y el asfalto. <<Valla despedida>>
Con el viaje recordé esa extraña platica que mantuve con la mamá de Valery.
Una señora de rasgos duros como los de Valery, con los mismos ojos negros, pero la piel demacrada debido al mal descanso y a su vida laboral.
-Mi hija tiene esos cuadros de locura desde pequeña- me dijo tragando saliva. No me atreví a interrumpirla, de hecho no tenía ningún argumento para usar en la charla.
-La ayudamos como podemos pero eso casi nunca basta.
Comenzó a sorprenderme la manera tan monótona de decir las cosas.
-Hablaré con los médicos para que esté por unos meses en la clínica.
Por un momento deseé contradecirla, alzar la voz, pero era incomoda y un poco reservada la situación, así que lo único que pude hacer fue bajar la mirada durante el resto de la charla.
Cuando recobré la noción del tiempo, estábamos delante de un enorme arco con letras grises que decían "bienvenido a Rock Falls" Y detrás de este había una jungla de pavimento, muchos edificios enormes cubiertos de cristal y una sociedad totalmente gris. <<Por lo menos el edificio en donde antes vivía era amarillo>> Pensé.
El auto entró al estacionamiento subterráneo de un edificio con vidrios polarizados.
-Aquí vivirás los próximos años.
-Que consuelo- dije para mis adentros en medio de un suspiro.
El auto se estacionó en el lugar 213-F.
Supuse cuál era mi departamento y bajé pesadamente del auto para sacar mi maleta con la ropa y los uniformes que había comprado Charlie.
Mi padre dijo algo detrás de mi pero no lo escuché, ni siquiera lo quise esperar. Me puse los audífonos y me metí al elevador cerrándolo en su cara con un gesto bastante grosero.
Seguía molesto, sabía que por primera vez me daba algo <<a demás de problemas>> Pero había sido a costa de cosas que me hacían más feliz que los bienes materiales.
El elevador se detuvo en el piso catorce y busqué hasta que encontré la habitación 213.
Mi padre llegó detrás de mi, había subido en el elevador de al lado. Sacó una llave color bronce y la metió en la chapa plateada de aquella puerta de aspecto tan ejecutivo.
-Tu departamento- me dijo.
No dije nada, solo entré en la habitación y miré a todos lados. Había un enorme vitral que tenía vista a la ciudad. Una de las paredes que conducía a la cocina estaba pintada de amarillo y el comedor que estaba detrás de la gran sala de piel color crema, era de un color madera pura con a penas unas cuantas capas de abrillantador.
Del otro lado del comedor estaba mi habitación, estaba un metro más arriba del piso y no era un cuarto tal cual. Estaba abarrotado por un barandal y al centro estaban las escaleras que conducían a una cama matrimonial.
-Gracias- le dije de manera sincera a Charle.
-De nada, quiero que veas que seré el mejor padre desde ahora y...
-Basta- lo interrumpí.- es lo mejor que me has dado en toda mi vida, pero aún sigo molesto contigo.
Suspiró.
-Como sea, mi departamento está en el piso de arriba.
Se marchó sin decir más y cerró la puerta.
El día pasó muy lento, no tenía ninguna vía de entretenimiento más que la pantalla que estaba en la estancia y mi teléfono con el cual chateé con Valey.
Valery: Perdón por lo que viste pero así son las cosas conmigo.
Yo: Me asusté. Pero no de ti sino de lo que te fuera a pasar.
Valery: Entonces ¿No cambiaste de opinion?
Yo: Nunca, te iré a ver en cuanto pueda.
Valery: Te esperaré.
Bloqueé el teléfono y me senté en el sillón individual de color negro que situé unos centimetros del ventanal.
Miré hacia la ventana y en el mismo instante en el que me levanté del sofá sonó mi teléfono.
-¿Qué pasa?- pregunté al saber que era Joss.
-Estoy frente a tu edificio.
-¿Qué?- grité de emoción.
-Dime en qué piso estas y subiré, traigo algunas cosas tuyas.
-Estoy en el piso catorce... te espero.
Colgué el teléfono y unos minutos después Joss estaba frente a mi puerta con una caja llena de libros.
-Te voy a extrañar amigo.
-Ay Joss, yo igual.
La abracé aunque traía la caja llena de libros. La bajó y me dijo:
-Este semestre es mi último antes de irme a la universidad. Estoy muy nerviosa.
-Todo va a estar bien Joss- la tomé de la mejilla y sonrió.
-¿Puedo estar aquí en tu primera noche en Rock Falls?
-Claro que si- le sonreí.
Después de unas horas platicando sobre Albaro, por fin se durmió y la tapé con el edredón azul y yo me dormí a su lado sin cubrirme.
Sabía que el siguiente día sería atareado, tendría que ordenar mis cosas, asistir a la nueva escuela y de ahí a mi primer día de trabajo.
***
por fin he vuelto!!! subiré doble capitulo para compensarlos. Sé que la historia no continua muy interesante pero pronto comenzará la parte más importante de la historia!!! denle en favoritos y compartanla!!!
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Liston Rojo
RomanceJulian es un chico solitario que decide emprender un viaje en la legendaria supersticion del liston rojo que, atado a tu muñeca rige tu vida. En su primer dia de clases conoce a Valery, la amante perfecta y a Keidy, la chica que invoca su lado roman...