No estaba nervioso por que se golpean o algo semejante, sino porque no quería que Sophia se enterara de que había vivido con Valery y porque no quería que Valery me viera con alguien mas, sabiendo que le dolia.
-Solo vine a dejarte las llaves- dijo Valery con un gesto rigido.
-Gracias- asentí con la cabeza.
Ella hizo lo mismo y se marchó.
Sophia me tenia tomado del bazo y me miraba on una expresión que no pude descifrar, a pesar de eso no mencionó nada sobre lo ocurrido durante todo el tiempo que estuvimos juntos.
***
Tres días después de eso decidí ver a Valery con algo de temor a lo que ocurriera. Había olvidado en mi casa aquella tan clásica blusa roja a cuadros que tenía aun en olor a cigarro que tanto me llegó a embriagar alguna vez.
Caminé por aquella calle que daba a su casa, hacia mucho que no caminaba por ahí.
Toqué la puerta y ella me abrió de inmediato. Su clásico cigarro seguía en esos clásicos labios inhalando ese clásico humo.
-Pasa- contestó siendo bastante fría.
Entré a su casa y dejé su blusa en el sofá. Me sentía tímido de volver a entrar a esa casa.
-Siéntate ¿A caso tengo que decirte cada cosa que debes hacer?- preguntó.
Sonreí nervioso.
-Claro que no... es solo que es extraño estar aquí de nuevo- dije sin sentarme y metiendo mis manos a los bolsillos de mi pantalón
Desvió la mirada y caminó hacia la cocina.
-¿Tienes hambre?-preguntó y yo la seguí a la cocina.
-No- contesté a secas.
-Mi madre al fin se acordó de que su hija come- dijo sonriendo irónicamente.
Apagó su cigarro en la mesa del centro.
-Necesito mas tabaco- dijo-, ¿Me acompañas?
Asentí con la cabeza y salimos a un ambiente frío y lluvioso.
Me quité la chamarra y me la puse en la cabeza mientras me juntaba más con ella para meterla dentro de la casita que nos protegía de la lluvia.
-No seas caballeroso conmigo, te lo he dicho muchas veces- dijo.
-No creo que este siendo tan caballeroso. Si lo fuera te hubiera dado la chamarra y me hubiera quedado a la intemperie.
-Eso podría tomarlo como una ofensa de una persona bastante orgullosa, pero si hicieras eso serias muy estúpido, esta cayendo un chubasco- sonrió al fin.
Mis tenis de siempre y los de ella estaban completamente mojados al igual que nuestra ropa en general.
-Hola Bill- se salió del refugio que había hecho con mi chamarra y abrazo a un chico demasiado delgado.
El chico sonrió de manera estúpida cuando ella lo abrazó.
No pude evitar sentir celos.
-Te veo luego, necesito ir rápido a la tienda- le dijo Valery.
-Adiós, te quiero- agregó el chico.
En cuanto el chico avanzó dos pasos yo acorté mi distancia con Valery y la envolví con un brazo.
<<Es normal tener celos, acabo de terminar con el lazo que tenía con ella, es demasiado pronto como para no tener celos>> Me repetía una y otra vez mil y un pretextos para sentir los celos que sentía en ese momento.
Después de comprar el paquete de cigarros Dunhill regresamos a su casa.
-¿Quien era él?- pregunté.
-Es un chico que vive por aqui- respondió.
-Ya entiendo- dije.
-Tu ropa esta mojada- cambio de tema.
-Lo sé, pero ya me voy- dije y me levanté de su sofá.
-Esta bien. Nos vemos luego.
Caminó hacia la puerta y la abrió.
Salí por esta y la miré una vez más.
Ella sonrió.
-¿Sabes que? Espera- me dijo sonriendo.
Entre a su casa y la pegue contra la puerta, le di un beso largo, recordé todo de golpe, el sabor de sus labios, la sensación del grosor de estos siendo envolvidos con los míos.
Después de aquella tan reconfortante y extraña alucinación que me provocaron sus labios me paré en seco.
-Ahora estoy con Sophia- le dije peligrosamente cerca de sus labios.
-¿Crees que me importa?- preguntó desafiandome.
Me lancé al sofá con ella abrazándome con sus piernas y brazos.
Nos encendimos fuego y mis labios y mis dientes recorrieron de nuevo cada centímetro de sus muslos, cada célula de su cuello y cada rincón de su abdomen.
Consumimos el acto que si antes había sido un pecado, ahora era una acción peligrosa e imperdonable tanto para algún dios como para cualquier humano que lo supiera.
En especial Sophia.
***
Me froté los ojos. No sabia si estar arrepentido de lo ocurrido o no. Había sido maravilloso, pero a la vez había defraudado a una persona de la cual comenzaba a creer que estaba enamorado.
-¿Estas bien?- preguntó tímida a pesar de lo que acababa de pasar.
-Si, pero quiero decirte que esto no se puede repetir, y que lo siento- contesté.
-¿Por qué lo sientes?
-Porque no me siento arrepentido- le dije y sin más me dirigí a la puerta, la abrí y la cerré.
Era increíble pero no mis Converse me había puesto, me senté en la banqueta de la calle y me los puse, mojando aun mas mis pantalones.
***Después de este capítulo, estoy organizando un minimaraton de 3 capítulos consecutivos, pero me tardaré un poco más en subirlos... esperenlo.
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Liston Rojo
RomanceJulian es un chico solitario que decide emprender un viaje en la legendaria supersticion del liston rojo que, atado a tu muñeca rige tu vida. En su primer dia de clases conoce a Valery, la amante perfecta y a Keidy, la chica que invoca su lado roman...