¿Por qué las cosas azules me persiguen? -Magnus

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Este señorito ha tenido una vida muy ocupada. Desde que empezamos con Chase Space, mi vida se define en atender a los ocupantes o ir al hotel para pulir mis habilidades. La verdad, me había quedado un poco corto con el entrenamiento. Últimamente, todo estaba muy tranquilo. Además, sobran hijos de Thor que se encarguen de los monstruos y a los hijos de Frey nos gusta estar tranquilos.

Como me gustaba estar tranquilo, hoy decidí quedarme en el hotel Valhalla para presenciar las estrellas fugaces. Odín especificó que este momento iba a ser importante ya que estas estrellas solo pasan cada millón de años y que no estaba seguro si alguno de nosotros iba a volver a presenciarlas. Aunque se supone que nosotros somos técnicamente inmortales. ¿Debería preocuparme?

Un montón de valquirias estaban volando por aquí y por allá. Mientras caminaba entre el gentío, logró encontrar a Alex y a nuestros amigos.

—¡Hey! —Les saludo.

—Casi no llegas, Magnus —me dice Halfborn

—Se volvió a perder en los baños -me delata Jack, la espada parlante

—¡Oye!— Le regaño—. Hay tanta gente reunida, más que en las competencias.

—Órdenes de Odín—comenta Alex—. Todo por ver unas tontas estrellas.

Coloco mi brazo alrededor de Alex.

—Pero será romántico, ¿no crees?

Cada piso tenía un área específica para ver las estrellas. Había preparado todo el Hotel para no perdernos ni un momento del espectáculo. El de nosotros fue un área de los jardines de afuera, tipo picnic. Había asientos en sillas y mantas para todos. Antes de empezar, comimos unos sándwiches entre todos, hasta que llegó Samirah.

—¡Hola chicos!

—Llegas tarde —dice Alex con la boca llena—. Magnus se comió tu sandwich.

—Mentirosa, fuiste tú.

—¡Pruébame!

—Tienes la boca llena de su sándwich.

—¡Es el mío!

—Está bien, chicos. —Sam se ríe—. No tengo hambre de por sí.

Ella se sienta con nosotros y toma un poco de fresco. Después de que mi novio me incriminó por su crimen, tuvimos un momento de felicidad y charla. Faltaba una hora para que el sol bajara y pudiéramos empezar a ver las estrellas. En la conmoción, escucho algo moverse por los arbustos. ¿Un conejo? Nunca había visto animales de ese tipo en el Hotel.

—¿Escucharon eso?

—¿Qué? -pregunta T. J.

Nos quedamos en silencio y nada vuelve a escucharse. Ellos retoman la conversación, pero yo me quedo observando los arbustos. Vuelvo a notar el movimiento, hasta logró visualizar algo azul pastel moverse. Tengo historia con el color azul y no me gusta esta sensación.

—¡Miren, ya empezó!

Ya los demás les dijeron qué ocurrió y mi versión no es muy diferente de la de ellos hasta que la onda choca el hotel. El lugar se consumió, literalmente. Un hoyo negro nos llevó hasta su interior, todo. Lo único que recuerdo bien fue caer en aguas oscuras y heladas.

Mi cuerpo, en la oscuridad, golpeó algo muy grande. Mientras se me iba el aire y me desmayaba, vi una luz azul que iluminaba la escena. Ella se acercó hasta mí, cuando cerré los ojos.

—¡Magnus!— La voz de Alex exclamó.

Tosí el agua que me había tragado. Mala suerte no ser Percy Jackson en estos momentos. Cuando volví en mí, me di cuenta que nuestro alrededor era muy diferente. Unas hermosas montañas nevadas nos rondaban junto a un lago. En este último, el hotel se encontraba destruido y estaba inundándose. A mi alrededor estaban mis amigos y los otros miembros del hotel, excepto los dioses. Además de que en la pierna de Sam estaba una niña, de tal vez seis años, con cabello azul pastel.

—No te preocupes, Dan —le dice Sam a la niña—. Tu hermano mayor está bien.

¿Hermano mayor? Yo no tengo hermanas, tampoco medias hermanas que conozca. La niña se acerca a mí y me acaricia. Su sonrisa me parece tierna.

—¿Quién eres?

—¿Qué tan duro te pegaste?— pregunta Halfborn y saca una foto de él con la niña y yo, felices mientras comíamos pastel—. ¿Cómo puedes olvidar a tu linda hermana, Dan?

Todos parecen aceptar el hecho de que esta niña es mi hermana. No solo eso, parece que todo el hotel está confundido con lo que ocurrió. La niña en su inocente mirada, parece ser la única que sabe lo que ocurre. Además de que cambió la memoria de todos mis amigos. ¿Qué criatura es tan poderosa?

La incertidumbre de la situación me puso los pelos mojados en punta. El azul ya me había demostrado muchas veces que no era buena señal y ahora esto no me da buena espina. 

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