Entonces Hazel abrió los ojos y vio que se la llevaban por fin como a los demás. Ya no le daba el cuerpo; se había consumido por completo. La llevaban entre dos arrastrando sus piernas por el suelo. Finalmente, la tiraron en una celda muy extraña, pero era tanto el cansancio que simplemente durmió.
Nadie sabe cuánto tiempo pasó cuando se encontró con unos ojos grises observándola. Un chico de unos 14 años se veía muy preocupado por ella. Le acercó su mano que tenía un poco de agua en la palma y, al tomarla, se sintió como un trago rejuvenecedor. ¿De dónde se había sacado el agua? ¿Por qué era tan refrescante?
—No se preocupe, Hazel —le dice el chico—. Yo no dejaré que le hagan más daño.
—¿Quién?
—Mi nombre es Equus. Usted no me conoce pero yo a usted sí. Estamos en una prisión de plasma, por lo que no podemos usar nuestros poderes en contra de ella. —El chico colocó una capa negra que tenía debajo de la cabeza de Hazel para que se acostara—. Si usted está aquí, la máquina debe estar cargada.
Si tan solo Hazel pudiera hacerle todas sus preguntas a Equus. ¿Qué era esa máquina que consumió sus poderes? ¿Por qué solo ella parecía ser apta? ¿Por qué él estaba aquí?
—Tome más agua. —Equus le acercó su mano otra vez llena de agua—. Debe estarse preguntando de dónde saco el agua. Bueno, yo soy parte del agua y la razón por la que a usted le gusta mucho es porque es especial; proviene del inframundo.
El chico dejó a Hazel descansar, aunque las dudas la consumieran. La semidiosa durmió sin soñar, mientras que Equus la tomaba de la mano, para hacerle saber que él la protegía. Después de unas horas, la hija de Plutón despertó. Lo primero que vio fue a Equus tratando de quebrar la cárcel. El plasma es un gas ionizado, pero de alguna forma, Alabaster consiguió solidificarlo. Tal vez con algún material de otro planeta.
—El plasma es la cuarta forma de la materia, y la única que no deja que la magia fluya a través de ella —explica Equus a una Hazel recién despierta—. Normalmente se encuentra en las estrellas. Si logro obtener un espacio entre todo este gas, podríamos viajar en las sombras para salir.
—¿Cómo sabes eso?
—No te puedo decir; no quiero más desastres. —Equus seguía golpeando la cárcel al punto que su mano estaba cubierta de sangre—. Solo necesito un espacio pequeño.
Hazel lo detuvo, sus ojos dorados parecieron calmar a Equus.
—Lo lamento, pero es que ya no queda tiempo —dijo él—. Debo encontrar a mi papá antes de que logren su cometido.
Hazel vio lo que había destruido Equus y notó que el plasma se estaba metiendo dentro de vidrio poroso. No entendía mucho, solo que Equus tenía poderes de agua y del inframundo, y que estaba desesperado por salir. Ella vio sus manos que parecían traslúcidas porque ya no le quedaba mucho poder. Aún así, sintió que la tierra estaba cerca. ¿Acaso era posible?
—Dame tu mano. —Recordó cómo pudo ayudar a su hermano a viajar por las sombras; tal vez Equus la podía ayudar a ella—. Préstame tu poder.
Hazel sintió las joyas que estaban debajo de ellos. Si tan solo las pudiera llamar, destruirían la cárcel de plasma, o al menos eso creía ella.
Vengan..., invocó ella.
La tierra empezó a temblar y justo una pequeña piedra preciosa atravesó la cárcel. Los dos se vieron y supieron lo que debían hacer; juntos conjuraron todas las joyas que habían alrededor. Terminaban golpeados por las mismas, pero eso era mejor que quedarse ahí.
—¿Lista? —gritó Equus y juntos viajaron por las sombras con el poder de él.
Cayeron en una sala muy bien decorada; tal vez, una sala del trono. Hazel sintió que la arrastraban, pero no podía resistirse ya que estaba muy débil.
—¡Hazel! —Ella, la arpía, le dio un cabezazo. Junto a ella, estaba un chico rubio de ojos azules que utilizaba una corona de ámbar.
—Vengan conmigo —dijo el aparente príncipe.
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Myth & War
FanficAlabaster y Setne han vuelto con su venganza y todo el mundo de las mitologías cae ante su poder. Solo Lester, Percy, Magnus y los Kane son capaces de descubrir sus planes y traer el orden al Cosmos. Con la ayuda otras mitologías, ¿podrá volver a la...