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Era la primera vez que trabajaba con Ivy, solo nos habíamos visto en eventos un par de veces antes cuando tenía dieciséis más o menos. Tenemos casi la misma edad, así que pasábamos la mayor parte del tiempo juntas.
Fuimos a la sala de descanso después de haber estado grabando todo el día, tomé asiento en una de las sillas giratorias y empecé a darme vueltas. Ivy se acercó para ayudarme con eso y en unos segundos estaba muriéndome de risa hasta que de manera inevitable caí al piso con silla y todo encima.
—¡JUNO! —gritó preocupada acercándose —. ¿Estás bien?
Estaba un poco aturdida pero no me golpeé fuerte en ninguna parte, por lo que retomé mis carcajadas sin moverme de mi posición hasta que escuché como la puerta se abría, maldije por lo bajo cuando noté que era ella. Topamos miradas, ladeó su cabeza frunciendo el ceño.
—¿Qué hace en el suelo? —inquirió con un atisbo molesto.
—Está cómodo y la silla le agrega elegancia, debería intentarlo.
Rodó los ojos mientras cruzaba sus brazos.
—No juegue con los bienes materiales del set señorita Kelly, deje de actuar como una niña. Levántese y acomode la silla. —Me ordenó en tono severo.
Ivy se quedó callada pidiéndome perdón con su mirada. Yo solo me limité a obedecer como no suelo hacerlo, pero de mala gana y dejando en claro que ella a mí tampoco me agrada devolviendo esa ojeada de desprecio que me dio.
Nos quedamos mirándonos en guerra unos segundos, no niego que la espectadora de esto pueda notar a kilómetros que no congeniamos muy bien, por desgracia para mí la autora de mis libros favoritos era una jodida engreída que moriría antes de dar órdenes de buena manera o tener una pizca de amabilidad.
Levanté mis cejas desafiándola a decir algo más, ese silencio generaba un aire pesado e incómodo en toda la habitación. En vez de responder a eso se limitó a retirarse y cerrar la puerta con fuerza.
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—Señorita Kelly, ¿Podría ir a buscar a Ellie? Creo que está hablando con las de vestuario. —pidió Tristan.
Yo acababa de llegar, miré alrededor buscando alguien más, pero las pocas personas qué habían estaban ocupadas. Pensé en decirle que tenía otra cosa que hacer, pero de todas maneras tenía que ir a vestuario.
—Claro, voy. —Cedí aunque no me gustase la idea.
Fui hasta allí y apenas abrí la puerta la vi, estaba hablando con una de las chicas. Tomé aire e intenté parecer lo más cordial y amigable posible pese a que no lo merezca ni deba hacerlo.
—Disculpe, señora Wa-...
—No me interrumpa cuando estoy hablando con alguien más. —dijo haciendo con su mano una señal de "alto", sin siquiera voltearme a ver.
No pude evitar quitar mi sonrisa con desagrado y continuar a pesar de sus palabras.
—El director la está buscando, quiere hablar con usted y me pidió que se lo comunicase.
Al fin giró su cuerpo. Me miró de arriba abajo, tan arrogante como siempre y luego desvió los ojos.
—Ya vuelvo. —Le avisó a la muchacha y se retiró.
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Después de la tempestad.
RomanceJuno Kelly empieza a retomar su carrera después de un tiempo alejada de las cámaras, obteniendo el protagónico de ni más ni menos que la adaptación a película de su trilogía favorita. Allí conocerá a la escritora que creó aquel mundo que tanto le fa...