Después de la tempestad.

Capítulo 13.

Quién lo diría, no fue buena idea jugar con la paciencia de esa mujer.

Ahora con cada toma que hacía la pedía hacer una y otra vez. Al principio pensé que Tristan era el que estaba en sus días, pero luego noté que era la señorita Ward quien le susurraba al oído.

Una semana de tortura, si no era tener que grabar con Nathaniel era soportarla a ella, había olvidado lo estresante que era este trabajo. En las sesiones de fotos al tener fecha límite no son tan pesadas y se suelen hacer en un solo día, por lo que si alguien no me agrada tampoco lo tengo que soportar mucho tiempo.

Ese día había notado desde temprano que Ivy estaba cabizbaja, así que después de una toma decidí ir a verla a su camerino donde me la encontré llorando.

—Hey... Corazón, ¿Qué pasa? —Me acerqué a darle un abrazo.

—¡Roy me fue infiel!

—Ay... —Empecé a frotar su espalda a modo de consuelo —. Lo siento mucho...

—¡¿Y sabes qué es lo peor?! —Se alejó de manera brusca. Yo negué con la cabeza —. ¡Fue con un hombre!

—Mierda... —Subí mis cejas —.¿Él es...?

—¡No creo que lo sea! ¡Sí se le paraba conmigo! Tal vez... Fue una confusión... O es bisexual, yo qué sé, no he querido hablar con él...

—¿Cuándo te enteraste?

—¡Anoche! Estaba usando su celular para sacarme fotos ya que el mío tiene la cámara rota y le llegó un mensaje extraño, le pregunté y me lo confesó de inmediato. Lo eché de mi casa y hasta ahora no me ha escrito, ¡Ni una sola vez!

—Es un idiota... —Volví a abrazarla.

Se quedó un momento así, correspondiendo el abrazo y lloró en mi hombro.

—¿Podemos salir a beber hoy? —Se volvió a distanciar para mirarme a los ojos e hizo un puchero.

—¿Estás segura de que es buena idea?

—Lo necesito Juno... Después le digo a mi chófer que te vaya a dejar a casa para que llegues bien, pero necesito distraerme un rato... Mañana es domingo, no tenemos grabaciones... ¿O tienes algún compromiso importante?

—No, pero...

—Por favor, te necesito Juno.

Suspiré al sentirme presionada por esas palabras. Sin mucho mas terminé cediendo a pesar de que me parecía un poco extraño que quisiera desahogarse saliendo conmigo y no con una amiga más cercana.

Cuando terminó la jornada de grabación estaba ya de noche, como lo habíamos acordado fuimos a un bar exclusivo en la ciudad y nos sentamos en la terraza. Los tragos vinieron uno tras otro mientras seguía dando vueltas al tema y yo solo me hice todo oídos. Hasta que al fin le llegó un mensaje de Roy pidiéndole hablar y me consultó qué debía hacer.

—¿Planeas perdonarlo? —pregunté primero que nada para saber qué posición tomar.

—No... Sí... No lo sé. —Llevó sus manos a la cabeza —. Hemos estado cinco años juntos, siempre hablamos de casarnos cuando cumpla veinticinco y del nombre que tendrán nuestros hijos, nuestras familias son super unidas, pasamos festividades juntos... Se supone que este verano nos iríamos por toda Europa de vacaciones... Dejaba caer muchas veces que sus intenciones eran pedirme matrimonio allí y ahora todo se fue al infierno.

—Ivy, si te soy honesta... —Agarré su mano —. Yo nunca he tenido una relación seria, lo máximo que duré sin perder el interés por alguien fueron dos meses y no hay idea que repudie más que atarme a alguien de por vida. No creo que un consejo mío te pueda funcionar.