Eran las siete de la mañana, apenas puse un pie fuera del cuarto lo primero que me encontré fue a Ellie saliendo del suyo casi como si nos hubiéramos puesto de acuerdo. Nos miramos, nada de "Hola, buenos días.", solo caminamos a donde estaban los elevadores de manera incómoda ya que ninguna parecía querer decir algo a pesar de estar a menos de medio metro.
He estado pensando en lo que le dije ayer, más que nada porque me puse a reflexionar sobre eso en el jacuzzi de mi habitación luego de haber llegado molida del rodaje. Es mentira que yo hubiera podido pagar esa suite o el vuelo en primera clase con la economía que manejo ahora, no habría pagado por esos caprichos. Sin embargo allí estaba yo, disfrutando de las comodidades que me aportó por culpa e incluso pidió perdón cuando estaba segura que eso no pasaría. Creo que sí fue un poco exagerado haberla hecho total responsable del colapso que tuve. Sí fue un detonante, pero es mi cerebro el que me traiciona a tal punto por no saber gestionar el estrés ni poder superar los traumas del pasado.
Tampoco es como que vaya a disculparme por eso, lo que me faltaría es tener que pedirle que me perdone.
El ascensor llegó y la primera en entrar fue ella. Después de tanta espera desagradable no quise continuarla yendo a su lado.
—¿No va subir? —preguntó con una ceja en alto.
—Prefiero esperar.
Rodó los ojos y en un movimiento rápido me agarró de la muñeca para arrastrarme adentro. Iba a reclamar, pero las puertas ya se habían cerrado y no quería iniciar una discusión tan temprano por la mañana.
—¿Va bien abrigada? —Para mi sorpresa continuó hablando.
—Eso creo.
—¿Lleva algo para que pueda colocarse sobre el traje?
—La sudadera con la que me ve...
—¿No sería algo incómodo tener que ponerse eso a cada instante? ¿No tiene alguna con cierre?
—También pensé en eso... Pero no tengo ninguna así, todas las que tengo son de este estilo canguro.
De las peores decisiones que tomé fue la ropa que traje. Es una sudadera grande, de seguro no haría que el vestuario se estropee, pero quizá sí sea tedioso tener que quitarla con el riesgo de desordenar mi cabello.
—Producción tiene algunas mantas, supongo que pediré una.
Por lo que vi eran de bastante mala calidad y tienen de esa tela que pica como el infierno, o por lo menos a mí, pero supongo que peor es nada.
Nos quedamos en otro silencio incómodo, hasta que al fin se hizo presente el sonido que indicaba la llegada al lobby.
—Voy a mandar a que alguien le compre algo mejor. —dijo a la vez que salía. —¿Color negro, no?
—¿Qué parte de que no quiero nada de usted no entiende? —contesté molesta.
Pero solo aceleró el paso ignorándome por completo, Matthew me interrumpió en mi afán de alcanzarla.
No sabía si lo iba hacer o mis palabras fueron suficientes para que deje de hacer lo que sea que esté haciendo, pero después de una hora y que hayamos llegado al lugar, mientras desayunaba una chica del staff llegó al tráiler con una bolsa. Al principio pensaba en solo no ocuparlo, de hecho pedí una de las mantas, pero cuando estaba lista y por salir a iniciar con la grabación me quedé viéndolo en medio de una pelea interna.
Es solo una sudadera... No significa que la haya perdonado.
Terminé por convencerme, no quería hacerme un lío mental si ya tenía suficiente con todo el trabajo que tengo todavía.
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Después de la tempestad.
RomanceJuno Kelly empieza a retomar su carrera después de un tiempo alejada de las cámaras, obteniendo el protagónico de ni más ni menos que la adaptación a película de su trilogía favorita. Allí conocerá a la escritora que creó aquel mundo que tanto le fa...