Después de la tempestad.

Capítulo 22.

Al día siguiente era como si nada hubiera pasado, digo, siempre es así, como si nuestra relación se reseteara cuando el sol se escondía y volvía aparecer, pero cada vez pasaban hechos de más relevancia que hacían extraño volver a ser desconocidas, o conocidas que no se conocen de nada mejor dicho.

Me quedé con la duda de cómo finalizaba el libro. Cuando la vi en el autobús noté que ya le quedaba pocas páginas para acabarlo, me molestaba la incertidumbre, pero me irritaba más cómo me sentía cuando estaba cerca.

Octavo día, ya quedaba nada para regresar, el ambiente era relajado y eufórico ya que incluso nos sobraba tiempo. Mañana aprovecharíamos de rehacer ciertas tomas, unas cuántas fotos para las futuras publicidades y extras que no se sabía al completo si llegarían al resultado final.

Durante la cena alguien mencionó que había un salón de juegos en el piso de arriba, había escuchado de eso, pero con lo ocupada que he estado ni siquiera me había dado una vuelta y al igual que yo muchos querían conocer ese lugar, después de comer fuimos en un grupo grande hasta allí.

Primero jugamos cartas entre todos, he de decir que no tengo ni maldita idea de cómo se juega, fue Ivy quién ganó. El grupo se fue dispersando después de eso, algunos siguieron jugando póker, pero por mi parte, junto a mi amiga, Matthew y el señor Jason fuimos a la mesa de pool e hicimos equipo, chicos contra chicas. Fue devastadora nuestra derrota.

—Lo siento mucho Juno, no sé jugar a esto. 

—Sí, lo noté.

La única que logró meter algunas bolas fui yo, ella solo metía la blanca una y otra vez. Los dos hombres nos miraban, el mayor solo sostenía una sonrisa, pero Matthew se regocijaba en la victoria. 

—¿Qué se siente la derrota, "Corazón" ? —preguntó burlón.

—Si me vuelves a llamar así te corto los huevos.

—Exacto —Me abrazó por la cintura y sacó su lengua a modo de ofensa, como si fuese una niña pequeña —. Solo yo puedo decirle así.

—Hola a todos —El director llegó hasta nosotros —. ¿Juegan billar?

No noté en qué momento ellos habían llegado, en un inicio los que subimos solo éramos los miembros del elenco y uno que otro del staff. Detrás de Tristan estaba Ellie mirando a su alrededor con la misma cara de muerta de siempre.

—Así es, ahora mismo nosotros estamos saboreando la victoria y ellas la tierra de la derrota —dijo orgulloso.

—Mira Matthew, no te lo diré una vez más, cállate o te quedas sin pene.

—No sabía que tenías un tan mal perder Juno. —Jason se unió.

Solo pude hacer un puchero a lo evidente.

—Exijo revancha.

—Corazón, conmigo vas a volver a perder.

—Lo sé —La miré un segundo y luego al que pretendía sea mi nuevo compañero, cualquiera puede ser mejor que Ivy en esto —. Señor Jones, ¿Quiere hacer equipo conmigo?

—¿Yo? —cuestionó subiendo ambas cejas —. Si le soy sincero también soy bastante malo en el billar, pero... —Volteó a ver a la mujer atrás suyo que seguía callada y analizando a los demás —. ¡Ellie! —La llamó.

Con un semblante confundido se acercó con nosotros a la mesa, cuando estaba cerca de inmediato él la rodeó con su brazo amistosamente.

—Le sorprenderá, pero Ellie es buenísima, ¡Con ella seguro gana!

—¿Qué? —Frunció el ceño.

—Están jugando en equipos y la señorita Kelly me pidió ser su compañero, pero sabes que no soy para nada bueno y tú sí, cuando éramos jóvenes siempre ganabas, ¿Te acuerdas?