Recién al día siguiente pude hablar con mi abuela ya que al fin había despertado. Me encontraba en la locación grabando escenas, pero aproveché el momento de almuerzo para poder hacer una videollamada con Vincent y así comunicarme con ambos.
A pesar de mi pie pude seguir con el rodaje sin muchas complicaciones, lo mismo de siempre, al tomar el bus de regreso al hotel estaba exhausta y me dediqué a dormir apoyada en el hombro de Matthew.
La rutina continuaba, fuimos a cenar todos juntos.
Lo único que sí me ponía nerviosa y era distinto fue la cantidad impresionante de veces que Ellie y yo cruzamos miradas. No le dirigí la palabra después de haberme pedido que no la tutee frente a los demás, incluso cuando le regresé el libro por la mañana solo se lo dejé en sus manos y me fui. No es tanto porque me haya molestado, sino porque volví a la realidad en la que no tenemos motivos para hablar fuera del trabajo y mientras menos lo hagamos mejor será para las dos. Nuestra relación es exclusivamente formal, ni siquiera debí cuidar de ella ayer, pero me sirvió para distraerme un poco.
Pero creo que eso hizo que ahora sea mucho más incómodo el compartir mesa por muy distanciados que estén nuestros asientos. Ella se sentaba en una esquina junto al director y otros miembros del staff, hacia ese lado no sé de lo que hablan, solo veo que no participa de la plática casi nunca.
—Oigan —Matthew nos llamó la atención —. Miren disimuladamente, un señor de la mesa vecina le mandó una copa de vino a la señorita Ward.
Volví a mirar y así era, el mesero estaba hablándole a la vez que señalaba a un hombre en una mesa cercana. Su cara de indignación era tremenda, como si acabaran de insultarla. Negó haciendo una señal con sus manos y bebió agua molesta, miró con odio a Tristan a su lado muerto de la risa.
Solo me pareció algo gracioso, pero no dije más. Seguí con la charla en "nuestro lado" de la mesa donde habían más que nada actores y actrices.
Cuando ya eran casi las nueve decidí volver a mi habitación, tenía que tomar otra vez las pastillas para el dolor de mi pie. Iba sin prisa, silbando una canción que se me había cruzado por la mente, pero comencé a oír una especie de discusión.
—¿Qué parte de que no me interesa no entiende? —Reconocí su voz enojada al instante.
—Tranquila bella dama, me gustan las mujeres difíciles.
—Suélteme, váyase y no aparezca más en mi vista si no quiere terminar con una denuncia por acoso. Tengo abogados que con solo eso pueden hacerle pasar una larga estancia en la cárcel.
Fui yendo más rápido para buscarla. Que buena es para meterse en problemas. Al fin llegué al pasillo, pude ver a la rubia de espaldas y la cara del hombre, el mismo del comedor.
—¿Acoso? Que graciosa eres, solo intento conocerte...
—Oye, ¿Qué parte de que te vayas no entiendes?—Interrumpí acercándome. —¿Te sube oxígeno al cerebro o tengo que explicártelo?
Él se quedó mirándome de arriba abajo como cuando una cría se te acerca y odias los niños.
—¿Tú no eres la chica esa de "Astrónoma del Día."?
Esa fue de las últimas películas que protagonicé antes de este proyecto, obtuvo muchas nominaciones y por lo menos yo gané dos premios de oro. No me sorprende que sepa quién soy por eso, pero hace mucho no se referían a mí como "La chica de...".
—Sí, soy yo, ¿Y eso qué tiene que ver con que estés acosando mujeres? Ya vete jodido adefesio.
—¿A quién crees que le hablas así maldita niñata?
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Después de la tempestad.
RomanceJuno Kelly empieza a retomar su carrera después de un tiempo alejada de las cámaras, obteniendo el protagónico de ni más ni menos que la adaptación a película de su trilogía favorita. Allí conocerá a la escritora que creó aquel mundo que tanto le fa...