Después de la tempestad.

Capítulo 23.

Fue el último día de grabación y estuve desde la mañana evitándola, no es la primera vez que lo hago así que no es una sorpresa para nadie que no me acerque ni le hable, pero esta vez el motivo era diferente. No estaba enojada con ella ni nada parecido, sino que me moría de vergüenza porque cada vez que la veía recordaba lo que pasó, también intenté leer el libro en mis ratos libres, pero pasaba lo mismo y no podía concentrarme.

Todo por tu maldita culpa... Estúpido libro.

Cuando el director dijo el último "Corten" todos empezaron aplaudir ya que al fin había terminado el rodaje en esa locación, ahora podíamos volver a casa. Mañana por la tarde al fin volveré y podré ver a mi abuela, no hay nada que quiera más en este mundo que eso.

Los extras que nos habían acompañado en el trabajo parecía que se habían puesto de acuerdo para pedirnos una foto una vez el rodaje termine y así estuvimos bastante rato sacándonos fotos con ellos. Entre varios nos regalaron una botella de whisky a cada uno, sabor canela para mí, me encantó. Una chica en específico parecía muy emocionada por sacarse una solo conmigo y cuando lo consiguió me agarró las manos sonriendo.

—Señorita Juno, he visto sus películas desde que estoy pequeña, me alegré mucho cuando regresó y voy al día con la serie En cualquier lugar, me vi entera la primera temporada solo por usted aunque no apareciera.

—Vaya... Gracias... —Hice una sonrisa algo incómoda. Yo aún no he visto ni el capítulo uno.

—¿Es cierto que usted es...? —No terminó la pregunta.

Me quedé confundida y con un semblante estático que quería parecer amable. "¿Es cierto que usted es...?" ¿Qué soy qué? Necesito que me lo diga directamente porque soy varias cosas, pero adivina no es una de ellas.

—Ya sabe... —continuó —. Bisexual... Yo... Hace poco descubrí que también lo era... No sabía que habían tantos famosos que se identificaban así.

—Oh, no, no.—Negué rápido. —No soy bisexual... Soy hetero, me gustan los chicos y solo los chicos.

—Pero... Hay una foto de usted y la señorita Ivy...

Solo suspiré y me mantuve en silencio un rato. Giré a ver a mi amiga que estaba con un grupo de gente.

—¡Ivy! —La llamé.

Ella me miró con rapidez y fue hasta mí con una sonrisa. Me abrazó por la cintura desde atrás y puso su cabeza en mi hombro.

—¿Qué pasa, corazón?

—¿Quieres explicar lo que pasó con el beso? Ahora todo el mundo piensa que soy bisexual por tu culpa.

Comenzó a reír y se separó un poco.

—Fue un beso de amigas, solo eso. Juno no es bisexual, pero yo sí. —Le guiñó un ojo.

Yo me quedé boquiabierta, la muchacha se volvió un rojo radiactivo y sonrió tímida.

—Oh... Así que... Es eso... ¿Ustedes no son pareja...?

—No, yo tengo novio, pero estoy en una relación abierta.

Con cada cosa que decía me quedaba más atónita, la miré de reojo.

—Ya veo...

—¿Cuántos años tienes?

—¡¿Yo?! Ehm... —Se alteró más —. Tengo veintitrés...

—¿Quieres que te de mi número? Podríamos quedar si algún día regreso a esta ciudad.

—P-por supuesto... —Sacó su móvil de su bolsillo y lo agarró con sus manos temblorosas. —Adelante...

Ivy le dio su número y después de que siguieran coqueteando un rato más en mi jeta la chica se despidió siendo un manojo de nervios. Me separé de mi amiga con el ceño fruncido, había mucha información nueva que me costaba procesar.