Capítulo 11.

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Hablé con Vincent la situación de mi abuela y me dio su apoyo. Me ofreció encargarse de eso, como él es más responsable y sabe más de finanzas acepté su oferta agradeciéndole. El tema me deprimía y necesitaba distraerme, una tarde al revisar mi móvil tenía mensajes de Ivy invitándome a otra fiesta más en su casa y vi la oportunidad.

—¡Corazón! ¡Te ves hermosa! —Se acercó para darme un beso en la mejilla saludándome —. No sabía que vendrías al final, en año nuevo no me contestaste.

—Estaba ocupada y no me apetecía mucho compartir con otras personas.

Me limité a decir eso, no creo tener la confianza como para decirle todo lo que pasó durante esas fechas que para mí parecen una especie de imán de desgracias.

—Hubiera sido bueno tenerte aquí, Devan estaba preguntando por ti.

—¿Devan?

—El de cabello negro largo y rizado... —Seguí sin recordarlo —. El guitarrista de la banda Talvinen... —Nada, mi mente lo tenía bloqueado —.Estuvieron bailando toda la noche antes de desaparecer y encerrarse en el baño.

—Ah, ese... ¿Estaba preguntando por mí? ¿Por qué?

—Preguntaba por ti porque le llamas la atención obviamente, ¿Por qué más?, ¿Acaso no es de tu gusto?

—Pues... es que no es para nada feo y de hecho fue agradable si quitamos el estar en un maldito baño, pero, no lo sé... tengo un gusto más cliché; la gente alta, rubia y de ojos celestes a poder ser son mi prototipo.

—¿Estás describiendo a Nathaniel Abbey?—Subió una ceja con una sonrisa cómplice.

—Tal vez... Él es guapo...

En realidad no lo estoy describiendo a él, solo al estereotipo de hombres con los que suelo meterme, pero creo que ahora mismo aparte de Nathaniel no hay nadie más así en mi vida que vea seguido. Llegué a sentir un pequeño escalofrío cuando mi mente me traicionó haciendo pasar la imagen de la señorita Ward unos segundos, debo haber perdido la cordura luego de leer parte de ese libro, solo dos páginas discontinuas me afectaron de manera tan ridícula.

Estar con otra mujer...

No soy homofóbica, más de una vez durante mi adolescencia me besó una chica y no le tomé importancia porque solo era a modo de juego, pero jamás me acostaría con una mujer ni mucho menos entraría en una relación. Simplemente no me llaman la atención, quizá a ella tampoco y solo decidió escribir ese libro por el morbo que hubiese causado en esa época.

—Como supe que te estabas volviendo amiguita de él lo invité hoy a pesar de que Matthew me pidió que no lo hiciera.

—¿"Amiguita"?—repetí con cierta indignación —. Hasta ahora él y yo no nos hemos besado fuera de cámaras.

—"Hasta ahora", con eso lo dices todo Corazón —Sonrió y vio en dirección a la puerta —. Más de mis invitados llegaron, tengo que ir a saludar. Disfruta de la fiesta.

Saqué mi primera cerveza, la gente comenzó a bailar y yo me uní junto a las caras conocidas del lugar hasta que sentí mis piernas cansadas. Además el calor que hacía en esa multitud no me dejaba recuperar el aliento y era asfixiante. Salí un momento al balcón para descansar observando la hermosa vista que tenía la casa de Ivy.

—Hola Juno, hasta que al fin te encuentro.

Miré a Nathaniel quien se había colocado a mi lado, apoyado en el barandal igual que yo.

—Hola, ¿Qué tal? ¿Disfrutando la fiesta?

—No soy muy fan de este tipo de reuniones donde todos toman alcohol, pero Ivy Brown me avisó que vendrías como hace dos horas y quise darme una vuelta para ver si te encontraba.

Después de la tempestad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora