Capítulo 36.

11.8K 1.1K 327
                                    

No podía dejar de sentirme feliz, Ellie se está volviendo autora de los días en los que me gustaría vivir. Hoy todo salió muy bien, no sé porqué estoy recibiendo una recompensa, pero agradezco que al fin el concepto ambiguo de lo que llamamos "destino" me la haya dado.

Solo hubo una excepción que me hizo sentir un ápice de disgusto y me dio una punzada; cuando vi que esa enfermera con ese tatuaje le sonreía. No eran inventos míos, yo misma escuché a esa chica decir que Ellie le pareció guapa.

ˏˋ°•*⁀➷

Ya sé dónde está el baño de visitantes, así que sin más me dirigí allí. Hay que ir por un pasillo largo donde también está la sala de descanso de los empleados. La puerta estaba abierta y al pasar cerca lo que eran murmullos se escucharon más claro.

¿Viste a esa mujer rubia con la que vino la actriz esa? Era muy guapa...—Oí una voz femenina.

Detuve mi camino y me asomé con discreción, era la chica esa que tenía ese tatuaje de dos símbolos de mujer unidos junto a una enfermera que ya conozco de ocasiones anteriores. Sé que lo que significan, ayer en la noche cuando hice ese test la página tenía eso y también cuando me dio mi resultado.

Ay por Dios Payton.—contestó la otra con una carcajada —. No te recomiendo fijarte en los visitantes, ¿Sabes que son ellos los que pagan tu salario?

—Pero la mujer es solo una acompañante, ¿No? La pelirroja teñida es la que tiene a su abuela aquí.

¿"Pelirroja teñida"? Vete a la mierda. Hasta los pelos de allá a abajo tenían color antes de hacerme el tratamiento de láser.

—Bueno, sí, Doña Beatrice es su abuela. Y estoy casi segura de que es pelirroja natural, ¿En serio nunca has visto sus películas? Esa chica ha salido en televisión desde que era una cría.

—No que yo recuerde y de todas maneras no me interesa, la que me llama la atención es esa mujer... ¿Cuántos años tendrá?

—Por lo menos diez años más que tú, eso seguro.

—La edad no me supone un problema.—Rio —. Además, no le veo ninguna argolla de matrimonio... ¿No escapa del reglamento si le pido el número?

Con cada cosa que decía me sentía más molesta y con eso último exploté. Me puse en el marco y las miré fijo.

—La mujer que viene conmigo está casada y tiene hijos.—Declaré en el tono más hostil que pude. De inmediato volteó a verme y fue hermoso como su sonrisa desapareció.— Te daría yo misma su número, pero no tienes oportunidad, lo siento.

ˏˋ°•*⁀➷

Si le jodí una futura relación a Ellie la verdad no me importa, no me arrepiento de nada.

Es normal que la gente piense que es guapa porque lo es. Eso me hace caer en cuenta de que hay más personas en este mundo que al verla quieran conquistarla, y no quiero que se me adelanten ni perder la ventaja que tengo.

Lo hice, al fin la besé. Se sintió tan bien que me aterró, y temía que luego de eso el camino de regreso fuera incómodo, pero no. Con el comentario de mis ojos Ellie empezó a reír mucho y mi corazón se sentía feliz de poder tenerla así; sonriendo aún abrazada a mí, sin poder cesar sus carcajadas, contenta y con un leve rojizo en sus mejillas. De la nada mis pensamientos empezaron a retorcerse y ya no quería solo eso, ansiaba mucho más y descubrir a dónde nos estaba llevando.

—¿Quieres pasar para descansar un poco? —pregunté. Recién habíamos llegado a mi casa y le quedaba un camino largo hacia la suya.

Alzó ambas cejas ante mi propuesta. No dijo nada por unos instantes que me parecieron eternos y luego sonrió.

Después de la tempestad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora