(Este está inspirado en la canción "Prison For Life" de Olivia Rodrigo, aunque no está lanzada)
Áuradon no era más de lo que esperaban.
De hecho, era tal y como Uma y Harry lo habían imaginado tantas veces en la Isla de los Perdidos.
No hacía mucho que el Rey Ben los había trasladado por fin a su tierra y los había sacado de esa cárcel en la que vivían. A pesar de haber escapado de sus horribles padres, ni Harry ni Uma estaban muy emocionados de ir a ese nuevo sitio desconocido. La última vez que la bruja del mar estuvo allí fue un completo desastre, ¿qué garantizaba que no lo sería ahora?
Ninguno de los niños villanos nuevos se adaptó del todo bien, pero específicamente Uma se llevó las peores miradas del instituto. Como costumbre, Harry siempre iba con ella a todos lados. No le importaba que le llamaran perrito faldero, ya estaba acostumbrado a esas etiquetas absurdas que le ponía la gente ignorante. Pues nadie de la Academia de Áuradon sabía que, en realidad, ellos estaban saliendo.
Nadie se atrevía a hacerle nada a Uma cuando Harry protegía sus espaldas, y eso era algo constante. Pero él también se llevó miradas de odio y generó murmullos cada vez que ambos pasaban por los pasillos. A ninguno de los dos le molestaba realmente esto. De hecho, Harry a veces se reía de ellos en sus mismas caras.
Hasta que llegó el día en que no se rio.
La pareja iba caminando a través de la odisea que suponían los pasillos de las taquillas a la hora del descanso. Harry tenía un brazo enroscado en la cintura de su novia, por lo que se ganaron aún más miradas curiosas. Pero el problemas llega cuando no son solo miradas lo que reciben.
—¡Oye, Gambita! —uno de los adolescentes gritó a Uma cuando pasaron de largo. Claro, la insultaba a las espaldas porque no era capaz de decírselo a la cara. Uma estaba acostumbrada a que le llamaran así gracias a Mal, aunque ya llevaban mucho años sin hacerlo, puesto que los niños de la Isla temían de lo que era capaz. Por eso, aunque obviamente le molestó, quiso dejarlo pasar.
Lástima que su novio no llegara a la misma conclusión.
Harry se dio la vuelta bruscamente y buscó con la mirada al cobarde que se había atrevido a insultar a su chica. No le costó, ya que muchos de los estudiantes hicieron un círculo apartándose de un chico en específico.
El pirata sonrió.
Avanzó con pasos rápidos hasta el adolescente, ya aterrorizado, y le agarró de la camiseta antes de pegarle un puñetazo con fuerza en la boca, sacándole incluso sangre.
—Repite eso —Harry le miró desde arriba con cierta superioridad y el garfio de su mano algo alzado, amenazando.
Él siempre fue un chico que imponía a los otros, incluso cuando era más pequeño. Por tanto, al ver los ojos de Harry Garfio llenarse de esa locura que rumoreaban que guardaba en su interior, el chico indefenso se asustó como pocas veces lo había hecho en su vida.
—Lo siento... —Tartamudeó con nerviosismo mientras gateaba hacia atrás. Antes de que Harry pudiera engancharlo con el garfio, varios maestros aparecieron y le llevaron al despacho de la directora, que era el Hada Madrina.
Milagrosamente, Harry no había sido expulsado a la primera semana.
Quisieron darle "otra oportunidad" por ser sus primeros días en Áuradon. Como la gente llevaba haciendo durante toda su vida, lo catalogaron como un chico problemático, y con eso justificaron sus actos. Lo peor para él fue tener que ABRAZAR al chico al que había herido frente a Ben y al Hada Madrina, además de que le hicieron jurar que no volvería a agredir a ningún otro estudiante.
Qué humillación.
—Por eso no me expulsaron —terminó de explicarle Harry a Uma, quien estaba un poco distraída ordenando el escritorio de la habitación que compartían—. Creen que no lo volveré a hacer.
Él se rio.
—¿Lo volverías a hacer? —preguntó Uma, mirándole con una sonrisa entretenida. Su novio se acercó a la mesa que ella estaba arreglando y se apoyó antes de dar su respuesta.
—Sabes que soy capaz de hacerlo todo por ti. Ten por seguro que si algún otro de estos imbéciles que hay por aquí te vuelve a molestar, se va a arrepentir. Me importa una mierda que me expulsen.
Uma sonrió un poco para sí misma. Le encantaba esa sensación de seguridad que Harry le demostraba. Claro que era perfectamente capaz de defenderse sola, pero le gustaba cuando él la protegía de esa forma tan entregada. Siempre supo que él lo daría todo por ella.
~ "I'm a feminist, obviously. But I wouldn't really mind him saving me. And I know that I'm fine without a man, but I think I would like his protection". ~
—Lo sé —la chica movió sus manos hacia los hombros de su novio y se puso de puntillas para poder besarlo. Él envolvió ambos de sus brazos en su espalda y tomó el control del beso sin llegar a dudar de un solo movimiento.
—Mato y muero por ti, amor... —Susurró Harry antes de devolver sus labios a los de su novia
—Y yo por ti —Uma apenas pudo pronunciar esas palabras, cuando su chico ya la estaba besando otra vez.
Ella supo exactamente lo que quería y necesitaba que Harry le diera en ese momento después de haber estado casi tres minutos besándole. Por eso, se lo dio a entender cuando metió dos dedos dentro del borde de su calzoncillo. Uma conocía el cuerpo de su novio a la perfección, y sabía en qué sitios tocar para conseguir el efecto que quería en él. Por supuesto, lo consiguió esta vez cuando Harry sonrió entre sus labios antes de apartarse y quitarse la camiseta.
—Sé una cosa, Uma —habló con un tono de voz bajo. El chico le levantó la camiseta que ella llevaba puesta y acabó quitándosela—. Si alguien alguna vez se atreve a hacerte daño, me llevan a prisión de por vida.
~ "I'm just being honest, can't change what I like. I'll never forget it, he told me one night: 'if anybody hurts you, I'm going to prison for life'". ~