(Esto está basado en un mix entre "I Love the Way You Lie" y "I Love the Way You Lie II". Ahora disfruta de la toxicidad...)
En los primeros meses de relación, todo fue tan bien entre ellos que parecía casi un sueño.
Se amaban, se adoraban. Ninguno de los dos era capaz de subir el tono con el otro. Eran tan sanos entre ellos que eran envidiados en la Isla. Conforme pasaba el tiempo, los límites se iban poco a poco rompiendo y cruzaban niveles a los que juraron jamás llegar.
No habían dejado de amarse, eso nunca.
Pero habían empezado a odiarse.
"On the first page of our story, the future seemed so bright. Then this thing turned out so evil. I don't know why I'm still surprised".
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Harry esquivó un cuchillo que se clavó detrás de él en la pared del restaurante.
Él miró el arma punzante justo al lado de su cabeza, luego miró a Uma con los ojos muy abiertos.
—¡Estás loca! —le gritó.
—¡Tú lo estás más!
Ella le tiró otro de los cuatro cuchillos que tenía en la mano. De nuevo, Harry evitó que se le clavara en el pecho. En respuesta, él agarró una torre de platos y se los lanzó como si fueran boomerangs, solo que en lugar de volver a él se partían en la pared.
Ninguno de los dos podía realmente decir lo que era su relación, pero podían decir cómo se sentía. Aunque ahora mismo estaban muy ocupados lanzándose objetos aleatorios y evitándolos. Eso podría resumirlo todo. Para ellos, mientras lo malo se sintiera bien, estaban genial.
"I can't tell you what it really is. I can only tell you what it feels like. And right now, there's a steel knife in my windpipe. I can't breathe, but I still fight while I can fight. As long as the wrong feels right, it's like I'm in flight".
Harry se escudó con el amado trono de Uma cuando ella le lanzó básicamente toda la vajilla. Al ver cómo todo iba a parar a su trono, Uma chilló.
—¡Mi trono no! —ella corrió en esa dirección mientras Harry se apartaba de la silla. Al instante recibió una mirada por la parte de su novia que lo habría matado sin pestañear—. ¡Vas a pagar por esto!
Él abrió los brazos.
—¡Aquí estoy, bruja! —la retó.
Por supuesto, Uma se abalanzó sobre él. Empezó a arañarle la cara como si fuera un gato mientras Harry trataba de quitársela de encima. Cuando lo hizo, la chica rodó por los suelos hasta que sintió algunos vidrios rotos debajo de ella.
El restaurante era un completo desastre.
Uma era consciente de que su madre la mataría por destrozarlo, pero no antes de que ella pudiera matar a su novio.
—¡Malnacido! —le insultó mientras se levantaba, quitándose algunos vidrios clavados como si fueran simples hojas del jardín. Estaban muy acostumbrados a las peleas. Se había convertido en un hábito de pareja.
La bruja marina observó los arañazos en la cara de su novio y se sintió orgullosa. Harry la vio venir hacia él como una fiera. Dentro de toda su ira, al pirata le encantó verla correr con la mirada tan llena de rabia. Él estaba drogado de su amor y borracho de su odio. La amaba cuanto más sufría.