ESCLAVO DE SUS BESOS

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(Petición de @Purpurina_Stories ¡Espero que te guste!)

El canto de los pájaros le despertó otra mañana en Áuradon.

Tal como abrió los ojos, la brillante luz le cegó. Harry gimió con cansancio, cubriéndose la cara con la mano mientras daba una vuelta en la cama. El otro lado de la cama ya estaba vacío, aunque el colchón aún estaba caliente, señal de que no hacía mucho desde que ella se levantó.

Él retorció en su puño una de las sábanas antes de soltarla de nuevo. Se fijó en que la puerta del baño estaba abierta, pero todavía era demasiado perezoso como para levantarse y encontrarla por sí mismo.

Así que la llamó.

—Uma... —Dijo con un tono no demasiado alto. Tan pronto como lo dijo, quiso pegarse una bofetada.

Audrey salió del baño con el peinado a medio hacer y bastante maquillaje puesto. Ella llevaba un vestido rosa parecido al de su madre que a Harry secretamente le hacía querer vomitar.

—¿Has dicho algo, cielo? —le preguntó con dulzura.

Él agradeció internamente que la princesa no la hubiera escuchado nombrar a otra chica.

—Nada, es solo que Jay me ha escrito. Tengo partido de Torneo improvisado esta tarde —mintió. Era en momentos como estos cuando agradecía que siempre se le hubiera dado tan bien improvisar mentiras creíbles.

—¿Esta tarde? Pensé que iríamos de picnic... —La rubia entró de nuevo al baño, a seguir mirando su nunca perfecto reflejo en el espejo.

Mientras ella seguía hablando, Harry no la escuchó y pensó en su error. No era la primera vez que llamaba a Uma sin querer y confundía los nombres. Por suerte Audrey nunca le oyó. O al menos, fingió no hacerlo.

"Estás saliendo con Audrey".

Se recordó a sí mismo, cerrando los ojos y frotándose los dedos en la sien.

Habían pasado tres meses desde que estaba con ella y aún no conseguía borrar a Uma de su mente. Ni siquiera habían tenido algo serio, más allá de los coqueteos que obviamente se perdieron cuando él consiguió novia. Pero en el fondo Harry siempre guardó la esperanza de que, algún día, Uma dejara de verle solo como un amigo.

Esperó tanto tiempo que decidió confesárselo el día en que la barrera se rompió. Pero después de que Uma le rechazara el beso delante de todos, se sintió fatal. Creyó que jamás lo amaría, así que se fue con Audrey.

Solo que ahora se arrepentía de aquella decisión.

Él ardía por Uma, sabía que siempre lo haría. Pero en el fondo tenía más que claro que lo máximo que sentía por Audrey era cierto cariño. No la amaba, pero ella sí le amaba a él. Y se sentía una mierda por jugar con sus sentimientos.


"No me preguntes por qué. A veces la nombro por casualidad. Y es que aún la recuerdo. Y es que aún llevo dentro su forma de amar".

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Cómo odiaba matemáticas...

Llevaba tantas horas ahí sentado intentando entender esos extraños signos que la cabeza le iba a reventar. Audrey y él estaban en la biblioteca, cada quien estudiando lo suyo. La princesa estaba preparándose para un examen, mientras que el pirata para una recuperación...

—Oye, ¿no tenías un partido con Jay esta tarde, querido? —Audrey le interrumpió mientras trataba de leer por quinta vez el mismo problema.

"Mierda..."

HUMA ONESHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora