El plan de Maléfica había resultado.
Ella había ganado.
Cuando la villana quedó atrapada en el cuerpo de un simple lagarto, Mal cuidó de ella. Mas no fue por compasión, como la adolescente les hizo creer a todos.
No.
Todo siempre fue parte de su plan.
O ¿de verdad pensaban que era tan fácil acabar con la mismísima maestra del mal?
Como todo Áuradon creyó la buena actuación de Mal, ella tuvo oportunidad de averiguar más cosas sobre la varita mágica sin ser cuestionada por ella. Les engañó a todos hasta el final. Les hizo creer que había dejado el mal de lado. Le hizo creer a Ben que le amaba. Mintió a sus mejores amigos. Mintió a Evie. Todo por el plan de su madre. Todo por el poder.
Una vez Mal lo tuvo todo listo, lo tiró por la borda y fue a robar la varita mágica sin más. Sabía que en cuanto la tuviera en su poder, lo que le pudieran hacer pasaría a segundo plano. Pues con esa varita en la mano todos retrocederían un paso.
Usó la magia para liberar por fin a su madre antes de revelar todo a la población de Áuradon. Y como se retrasmitía, los villanos de la Isla a los que dejaron atrás también vieron esto.
Maléfica explicó su plan en alto para todo el mundo. Ella destruiría todo lo que los héroes habían conocido. Destrozaría todo cuanto tenían mediante un hechizo y derribaría todos los Estados de Áuradon hasta sus cimientos.
Todos los Estados de Áuradon.
Lo que también incluía la Isla de los Perdidos, con todos los villanos e hijos villanos allí dentro.
Cuando, efectivamente, la villana dejó en claro que no los iba a liberar, que los mataría a todos, la Isla entró en crisis.
Era el día más extraño y doloroso que jamás habían vivido.
Pues era el día del juicio final.
La tripulación de la Venganza Perdida se reunió esa misma tarde en el barco por última vez.
Uma se puso su sombrero de capitana y lució su mejor atuendo. Su atuendo final. La mayoría de los piratas en su tripulación llegaron a la misma conclusión, así que todos tenían un aire especialmente mejorado. Ella dio una última orden: disfrutar cada momento que más tarde no tendrían. Así que trajeron ron, bailaron, pusieron música y rieron a través del dolor.
Al final nadie quería afrontar directamente lo inevitable.
~ "You've put your finest suit on. I paint my fingernails. Oh, we're going out in style, babe. And everything's on sale" ~
Pero, por alguna razón, todos se sentían especialmente cansados ese día. Los pies empezaron a pesar después del tercer baile en cubierta. La espalda dolía y las manos temblaban. Había una brisa nocturna que jamás habían sentido antes. Era el destino que ninguno de ellos podía evitar llamando a la puerta.
~ "My feet are aching. And your back is pretty tired. And we've drunk a couple bottles, babe. And set our grief aside. The papers say it's doomsday. The button has been pressed. We're gonna nuke each other up, boys. 'Til old Satan stands impressed" ~
Uma no se separó de sus chicos en ningún momento del día. Eran los tres hasta el final, siempre lo habían sido. La bruja del mar tan solo quería llorar al saber que ya no iba a poder regañarle a Gil por sus tonterías. Que nunca más volvería a escuchar a Harry coquetear con ella. Que perdería a su tripulación para siempre. Perdería todo lo que había construido hasta ese día. Todo lo que ella era, todo lo que conocía.