cinco.

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A Dan le gusta seguir una rutina por lo que en el receso trata de hablar siempre con Elijah pero entonces el chico se vuelve rojo y se va corriendo y pone mil obstáculos en medio de ellos. Tal vez Dan se siente herido, pero sabe disimularlo, en cambio Elijah no puede disimular su cara de idiota sonrojado cuando Dan se acerca a su mesa porque piensa que tiene una sonrisa muy contagiosa, y eso está sumamente mal, porque Elijah no debe tener ese tipo de pensamientos. Y además, no se ha disculpado correctamente por la ofensa cometida hacía unos días y era algo que debía hacer porque era una persona que sabía reconocer sus errores pero para Elijah el poder hablarle bien a alguien extrovertido era un reto muy grande.

Entonces, mientras Dan jugaba tenis, Elijah se quedó a verlo jugar hasta que salió del entrenamiento y entonces Dan se alegró de ver a Elijah ahí, portando una gorra negra que hacía contraste con su piel y se veía maravillosamente bien. El chico castaño agitó su mano en forma de saludo y entonces en el lenguaje de Dan, eso significaba comenzar una conversación atropellada no dejando al chico hablar por varios minutos y  se detuvo hasta cuando el lindo chico se sonrojó demasiado, momento que aprovechó Elijah para comenzar a hablar.

“Te pido una disculpa”

Pero para Dan eso ya era agua pasada por lo que no captó realmente y se quedó mirándolo fijamente por más que estuviera cansado de sus músculos.

“¿Por?”

Elijah dobló sus rodillas en la pequeña rampa y escondió su rostro allí.

“Por haberte dicho eso el otro día. Yo... Yo no pienso que seas así, es más eres agradable y amigable con todos a pesar de que yo sea un maldito raro, pero te esfuerzas demasiado para hacerme sentir que al menos tengo un poco de vida social que esperaba obtener y realmente siento lo que te dije aquel día, solo estaba algo estresado”.

“Ok, estás perdonado”, Dan sonrió con amabilidad y empezó a tocar las mejillas sonrojadas de Elijah que lucía ciertamente incómodo por no saber que hablar con ese tipo de personas, no lo conocía de nada pero al parecer el chico si lo conocía a él, al menos lo suficiente como para comenzar una amena conversación con él.

Aunque hay que decir, que los ojos de Elijah no se despegaban de los labios rosáceos de Dan al hablar.

Especímenes raros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora