A Dan le gustaba observar lo hermoso que era su bebé. La forma en que se reía, como caminaba balanceando sus caderas apenas, como fruncía su nariz cuando algo no le gustaba mucho, como se humedecía los labios cuando le gustaba el tema que trataban o como sus grandes ojos se abrían aún más cuando hablaba de cosas muy físicas para su gusto.
El pequeño había pasado todo el recorrido hablando de algo muy físico para entendimiento del ser humano normal por lo que Dan sólo le acariciaba la rodilla en cada parada que hacían y le daba un beso en los labios.
Cuando ellos llegaron al restaurante, Elijah se maravilló por el bonito lugar en donde ambos estaban, Dan le susurró en el oído lo hermoso que lucía aquella noche mientras lo guiaba por la mano en su cintura.
"Buenas noches. ¿Usted dispone de una reservación?"
"Reservación para Dan y Elijah, Miller."
Elijah se quedó a punto de sufrir el paro al corazón cuando escuchó el apellido de Dan para la reserva de ambos. Joder, que quería colgarse del cuello de Dan pero tenía que aguantarse, tenía que jodidamente aguantarse.
"Terraza cuatro privada. Que tenga una buena noche" ambos asintieron y Elijah besó la mejilla de Dan mientras lo dirigían a la mesa designada.
Elijah observó con maravilla la vista que Dan le regaló en el momento en el que entró al lugar. Rosas, gardenias y jazmines adornaban el lugar y no pudo más que abrazarse al cuerpo cálido de Dan. Podría llorar, tal vez estaba a punto de hacerlo.
"No llores, gatito. Ven..." lo tomó de las mejillas y le besó tranquilamente, entreteniéndose al juguetear con su labio inferior y robándole un pequeño gemido.
"Solo estoy muy feliz..." suspiró, tomando la mano que Dan le ofrecía y sentándose en el lugar en el que le indicó.
"Sé feliz siempre, Eli" El castaño sonrió, tomando la mano de Dan a través de la mesa cuando él se sentó.
La cena transcurrió con normalidad, ellos intercambiando más anécdotas sacadas de algún rincón de su mente, cantando pequeñas canciones entre bocados, soltando palabras en doble sentido cuando les trajeron un dulce de crema extraño que ninguno de los dos conocía, riéndose de repente por la atmósfera tan romántica y Dan veía su reloj disimuladamente al igual que la posición de las estrellas en aquel momento.
Dan no podía aguantar más, por lo que tanteó el saco en busca de la cajita aterciopelada, imaginó la bonita expresión de su nene al ver el anillo que le entregaría. Pero no sintió nada.
Mierda.
No podía ser cierto.
¿Qué carajos? Oh joder, Dan se iba a golpear contra la terraza en aquel preciso momento en el que Elijah se había parado a admirar la noche en su máximo esplendor. Por estar mimando a Elijah había olvidado la cajita, no podía ser más idiota.
La había cagado en grande.
"¿Qué pasa, Dan?" sonrió el pequeño, jalándolo hacia sí y echándole los brazos al cuello mientras tarareaba una canción de Elton John que se reproducía por el tocadiscos. Comenzó a bailar con Dan, quien no hacía mucho más que moverse junto al pequeño que le regalaba una de las mejores sonrisas que alguna vez le había dado mientras le pudo haber ofrecido la mejor de todas junto a un anillo.
Era un tremendo idiota.
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Dedicado a: @patatasxicecream ♥ creo que escribí mal el user pero tú también eres antigüita en mi mundo y te mereces un pequeño espacio para esto. Te aprecio mucho precisamente por eso, espero que tengas un hermoso día♥
MÉXICO MÉXICO MÉXICO MÉXICO si gana México les traigo un regalo, si no valimos madres.
Todo el amor bebés♥
PD: ¿neta creían que todo iba a ser re perfecto? Estamos hablando de Dan gg.

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Especímenes raros.
Ficção AdolescenteDan tiene una fascinación por la observación de «especímenes raros» y Elijah es uno. Quizás es el comienzo de una amistad que trata de construir el primero, antes de que el segundo caiga. Ó. Quizás, sean especímenes raros juntos.