Especímenes raros.

sesenta y seis.

A Dan le gustaba celebrar su cumpleaños, que era casualmente en Noviembre y lo había olvidado completamente el año pasado porque recordaba la horrorosa experiencia de lo de Ethan y lo que había acontecido en esos horribles días. Recordaba haber soñado con abrir regalos con Elijah, comer pastel a la medianoche, jugar videojuegos o simplemente observarlo por horas pero ellos habían terminado antes por lo que eso no se pudo llevar a cabo.

Aquel año era distinto.

Elijah venía para su cumpleaños, que gracias a Dios era en sábado y lo iban a poder pasar bien solo ellos ya que todos sus conocidos captaron la indirecta de: "quiero estar con Eli" cuando le preguntaron que quería hacer en aquel día. Su madre hizo berrinches pero aun así cedió, dejándole en la mañana un pequeño regalo en su habitación e igual hizo su padre, quien le dejó un pastelito en la cocina y salió a contar moscas.

El timbre sonó y Dan ya se encontraba en la entrada, recibiendo al señor de la pizza con molestia hasta que vio detrás del señor de pizza un letrerito con la inscripción "tu verdadero regalo" y entonces Elijah chocó los cinco con el señor de la pizza, quien le deseó un feliz cumpleaños a Dan y se despidió, entregándoles la pizza.

"Hola, Eli."

Elijah besó los labios de Dan, tomándolo de sorpresa y empezando a reírse entre el beso.

"Hola, mi amor. Te extrañé mucho..." respondió, abrazándolo por el cuello. "Sabes... Es extraño porque tú siempre me dices pequeño o bebé, aunque yo soy mayor que tú pero me gusta mucho que lo hagas así que..."

"Te digo bebé porque eres mi bebé, fin de la discusión" susurró sobre sus labios, volviéndolo a besar en cuando Elijah abrió su boca para responder.

Sus labios se entegaron rápidamente al contacto, entrelazándose en un instante y se acariciaron mutuamente con aquellos roces pequeños.

"Eso no tiene sentido."

"¿Qué te he dicho con eso de no tener sentido, eh, pequeñín?"

Elijah le pegó en el pecho y finalmente dejó el punto hasta allí y se apartó, yendo por su maleta en la entrada de la casa de Dan y abriéndola para entregarle un regalo, el cual después Elijah presumió el haber envuelto él mismo con todo su amor (y con ayuda de tutoriales, obvio)

Dan apreció el detalle, alzando a su pequeño en el aire y plantándole un gran beso en los labios.

Y pudieron haber muchas cosas en aquel día pero Dan decidió observar a Elijah andar por allí haciendo cosas ridículas para pasarla bien con él, jugando videojuegos en los que Dan dejaba a su niño ganar para que sonriera, abriendo los regalos que se acumulaban en su buzón de conocidos que realmente no le importaban solo como un ritual porque Elijah lo había dicho, citando textualmente: "ellos primero, lo mejor para el final", y después cuando ya el cumpleaños de Dan estaba llegando a su fin, comieron pastel juntos y jugaron con el merengue en medio de risas, Dan sopló las velitas mientras Elijah sacaba fotos y después en la famosa "mordida", Dan dejó que Elijah empujara su cabeza para que el chiquillo simplemente le diera un pequeño empujón.

"Feliz cumpleaños Dan, te amo mucho" musitó, limpiando el merengue de los bigotes de Dan.

Sólo esas palabras bastaron para hacer a Dan terriblemente feliz y darse cuenta que se había enamorado tonta, indescriptible, extraña, rara y profundamente del chico raro que gastó esa noche hablando de física y de cosas que no entendía en lo absoluto pero al hacerlo feliz a él, también lo hacía feliz a sí mismo.

Y eso era todo lo que importaba.

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N/A: Este capítulo está dedicado a @16Lover-Me que tengas un maravilloso día, disfruta de este día porque significa regalos ahq no es cierto, te deseo un muy buen feliz cumpleaños y que tus propios deseos se cumplan de la mejor manera, no sólo hoy, te lo deseo mañana y el día siguiente de mañana, o sea siempre. Con todo el amor, Pao '･ᴗ･'♡