"¡Feliz Navidad!" exclamó Bailey, la pequeña niña de cinco años bajando las escaleras a toda prisa de la casa de los padres de Elijah, quien se separó de los labios de Dan al escucharla bajar y se río con timidez al ser casi descubiertos besándose por su hermana. "¡Hermanito, Da-Da!" saludó apenas mientras iba corriendo al árbol para ver sus regalos.
"Hola, Bailey, ¿cómo amaneciste, pequeña?" le preguntó Dan, viendo con añoranza a la niña que desempacaba los regalos como loca maniática. Típico de una niña.
"Bien Da-D... ¡Me trajeron un muñeca de porcelana!" exclamó alegre. "¡Mamá, tengo una muñeca de porcelana!" y la niña salió corriendo en busca de sus padres, casi tropezándose con sus propios pies.
Elijah rio, su risa resonando en el pecho de Dan quien le sonreía con cariño.
"Ese regalo yo lo puse, me alegra que le gustara."
Dan extendió su mano hacia Elijah, haciendo un puchero y lo miró fijamente con sus grande ojos verdes.
"¿Qué?" rio el menor, tomando la mano de Dan entre las suyas y besando cada uno de sus dedos. Dan acunó el rostro de Elijah mientras este besaba sus dedos.
"¿Y mi regalo?"
"Dan, ya no eres un niño" protestó Elijah, entrelazando sus dedos con los suyos.
"Y tú ya no eres un bebe pero eres mi bebé, ¿mi regalo?" volvió a pedir.
Elijah se sonrojó y apoyó su cabeza en el hombro de Dan, quien le acarició el cabello de dulce esencia a manzanilla.
"Es broma pero yo te tengo algo a ti" masculló. Dan sacó una pequeña cajita y Elijah casi se sale de sus pantalones porque la cajita era pequeña, roja y aterciopelada. "Te amo, bebé y me gustaría que lo usaras en tus manitas."
Elijah estaba a punto de gritar y decir "sí" pero entonces Dan abrió la caja pequeña que contenía una pulserita de oro blanco. Una pulsera delgada, con un dije de un matraz de fondo plano (un instrumento de química, porque al parecer Dan seguía sin observar la diferencia entre química y física), un corazón y unos edificios grandes, casi semejantes a los de alrededor del Time Square.
"Oh..."
Dan se alarmó ante eso, dio una vista rápida a su regalo y no encontró un defecto hasta que recordó que química no era lo mismo que física y se quiso disparar con la escopeta del padre de Elijah.
"¿No te gustó?" musitó, su voz acarreando tristeza en cada sílaba y entonces Elijah despertó de su trance.
"¡Claro que sí!" exclamó de repente, apreciando el detalle y abrazando por el cuello a Dan, quien sonrió y estrechó al pequeño entre sus brazos, llenando de besos sus mejillas y su nariz. "Te amo, te amo, te amo, te amo mucho..."
Dan le colocó la pulsera en sus manos, besando el dorso de su mano una vez puesta la pulsera y le dedicó a Elijah la sonrisa más dulce que alguna vez le había dedicado. Y Elijah nuevamente cayó como un tonto, profundamente enamorado.
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N/A: No publicaré capítulos todos los días comenzando el lunes porque ya estoy en exámenes casi-casi.
ESTOY SUPER ULTRA MEGA FELIZ ENTIENDEN. JESÚS LES JURO QUE SI SÍ PASA LO QUE DEBE PASAR LES JURO QUE ME CASO CON LA VIDA. BUENA VIDA BUENA VIDA EH UHHHH♪
Btw, capítulo dedicado para franki-mehi hola mi cielo, tú te lo mereces mucho porque eres de mis más viejitas lectoras ;-; ♥ que tengas un hermoso día, cariño, esta dulce y pequeña escritora te lo desea con todo el cariño del mundo posible.
Saben, yo me emociono con los partidos siempre y Ecuador metió gol y por celebrarlo me caí re feo ay. No, no apoyaba ni a Ecuador ni a Argentina pero yo me emociono por todo gg.
Todo el amor x.
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Especímenes raros.
Teen FictionDan tiene una fascinación por la observación de «especímenes raros» y Elijah es uno. Quizás es el comienzo de una amistad que trata de construir el primero, antes de que el segundo caiga. Ó. Quizás, sean especímenes raros juntos.