Especímenes raros.

epílogo. (1/2)

A Dan le gustaba el término «la familia Miller» sonaba muy lindo. Extremadamente, maravillosamente, hermosamente, perfectamente, jodidamente lindo.

Dan cargaba al pequeño saco de huesos que era Elijah en ese entonces y besó sus mejillas ahuecadas, tan rosaditas y tan lindas como las recordaba. Casi vio con el alma de fuera la herida de la mano de Elijah, la piel estaba algo mal curada y se había hecho algo extraño en aquella zona y también advirtió la pierna algo quemada de su bebé, ¿qué más averiguaría una vez que lo despojara de sus ropas? Dan ahora tenía miedo de hacerlo pero trataba de no demostrarlo para no hacer mal a su bebé.

"Dan..." murmuró el menor. Aquella voz tan vulnerable sólo activó los instintos protectores para proteger a su niño lindo.

"¿Qué pasa, Eli?" lo volvió a besar en las mejillas y también advirtió la cicatriz extraña que se concentraba por su cuello.

"Te extrañé..." musitó, haciendo un puchero pequeño para recibir un beso de Dan que fue concedido cuando ponía ojos de cachorrito y el rubio lo recargara en una pared para besuquearlo.

"Eres un niño muy bonito y uno muy caprichoso..." susurró sobre sus labios, pasando sus manos de sus muslos a la curvatura de su trasero. "Lindo bebé, no puedo esperar a que todos te quiten la mirada de encima para tomarte..." Elijah se revolvió algo incómodo ante la mención del sexo y Dan frunció el ceño de inmediato. Mierda.

"Uh, sí... " dijo, su voz arrastrándose con tristeza mientras apretaba sus puños. "¿Tal vez mañana?"

Dan iba a responder cuando de repente Ethan les apareció enfrente, cargando a un nene.

"Chicos, no estoy en contra de que se saquen todos los besos del mundo pero estamos en un lugar público y los ven algo raro y no sólo por los besos de formato porno sino también por los niños. ¿Qué hacemos, Elijah?"

El pequeño castaño rápidamente bajó de los brazos de Dan y cargó a una niña pelirroja en brazos mientras se acuclillaba y besaba las mejillas de unos gemelos. En seguida los niños se reunieron alrededor de Elijah, esperando por su caricia en su cabecita.

"Ese de ahí feo es Ethan, él nos ayudó mucho y nos va a llevar a casa con el sujeto sonrisitas que ven ahí... " señaló a Dan. Ethan rodó los ojos y se cruzó de brazos. "Él es mi novio, ¿no es lindo? Una vez te platiqué Susan de que él es mi prometido, ¿serás mi dama de honor, nena?" le picó las mejillas a la pelirroja mientras se reía y las demás niñas protestaban, exigiendo que ellas también querían ser sus damas de honor.

Dan sólo sonreía, viendo con orgullo a su gatito, quien parecía tan cómodo con los niños que no podía esperar a verlo criarlos. Uno de los gemelos se le acercó a Dan y alzó la ceja mientras su otro gemelo le seguía, imitando la misma acción mientras se cruzaban de brazos.

"No te conocemos" lo dijeron a la vez y de repente a Dan le dieron ganas de contestar un 'pero yo a ustedes sí' pero se contuvo porque en realidad no lo hacía y mordió el interior de sus mejillas mientras se acuclillaba.

"Yo tampoco pero confío en ustedes porque ustedes cuidaron a Eli y se encargaron de que él volviera a casa, conmigo. Se les concede el título de caballeros" asintió Dan mientras se sentaba en moñito y atraía a los gemelos a sentarse en sus piernas. "¿Cómo se llaman, caballeros?"

"El es Dani" dijo el gemelo con más cabellito rubio, señalando a su hermanito. "Yo soy Alec" se presentó mientras su hermano se mantenía callado y sólo jalaba de las orejas a Dan. "Tú eres Dan, papi nos hablaba de ti todo el tiempo cuando no se le ocurría nada que contarnos o cuando estaba en lo alto de un árbol, buscando qué comida robarle a las ardillas."