28. Las granadas

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─¡Señor, tenemos señal! ¡La niña está dentro de la prisión!

Eso fue lo único que alcanzaron a escuchar con claridad antes de que los disparos y sonidos de explosiones hicieran imposible discernir la voz de Jackson. Sehun pensó que debía ser la misericordia de algún dios la que permitió que ellos fueran a la prisión contraria, estaba seguro de que, si Chanyeol encontraba el cadáver de su niña en ese lugar y en esas condiciones, iba a perder por completo la razón.

No hubo mucho tiempo de reaccionar tampoco, al acercarse pudieron notar el intercambio de disparos entre el equipo del teniente y los malditos Bughan que habían dañado el rotor de cola de uno de los helicópteros y los soldados bajaban a toda velocidad por las cuerdas mientras sus compañeros intentaban cubrirlos. Toda la planeación se había ido a la mierda, salir de esa manera apresurada los había dividido y eso les dio todavía más ventaja a los enemigos.

Lo que ninguno comprendía era por qué recibían ataque si se suponía que los secuestrados estaban en la otra prisión. El implante de Rosé estaba en su brazo, bajo su piel, y en las transmisiones ella se veía ilesa, no se lo habían retirado. Así que solo quedaba asumir que esto era una emboscada, sabían que vendrían y estaban preparados.

Era difícil discernir el número de enemigos, ellos todavía estaban a unos trescientos metros de las murallas y, aunque todos los hombres de Chanyeol manejaban la técnica de rapel, ellos lo hacían en superficies fijas, edificios básicamente donde bajaban caminando en horizontal, no con la cuerda siendo azotada por el fuerte viento que agitaban las hélices, sin más soporte que el de arriba y en caída directa de más de veinte metros. Definitivamente los soldados eran admirables.

Los vehículos llegaron casi al mismo tiempo, incluso los que Jackson había destinado a esperar en la población más cercana, ellos debían ser cerca de cien hombres y sumados a los cincuenta del teniente Guevara, eran una fuerza considerable. Los helicópteros los dejaron en ese claro, sin embargo, la nube de arena que se levantó los detuvo momentáneamente, a Sehun le costaría admitirlo en voz alta, pero el teniente presumido tenía toda la razón, ninguno de ellos estaba acostumbrado a combatir en un terreno donde detalles tan simples como ese les impedía respirar y ver.

Los humvee se apresuraron a la muralla y comenzaron a disparar a todo lo que se movía, para ese punto el equipo verde ya estaba dentro de la prisión, así que solo debían encargarse de limpiar la basura de las torres de control mientras esperaban que les abrieran la puerta. En el momento exacto en el que sonó el timbre de alarma, el helicóptero dañado cayó a tierra en medio de la nada, ellos no podían verlo, solo escucharon el estruendo de la explosión.

Para su mala fortuna, las metralletas fueron reemplazadas por lanzacohetes, los mortales RPG7 y sus municiones traspasaron el alto blindaje de los humvee y explotaron a tres de ellos, llevándose al menos a unos siete hombres de Chanyeol. Bien, era momento de sacar el armamento pesado y los dos especialistas de Lay armaron los lanzamisiles diseñados por Yixing y volaron las ocho torres en cuestión de segundos.

Ese movimiento era arriesgado porque no sabían la posición de los soldados en el interior o si eso afectaría demasiado la estructura, pero no había mucho tiempo para pensar. El ingreso se hizo a sangre y fuego como les gustaba, en parte por la certeza de que allí no se encontraba Rosé, si debían demoler ese lugar hasta la última piedra, lo harían, pero primero debían cerciorarse de que no hubiera ningún civil adentro.

Tenemos a la esposa del capitán Sandoval, los niños no están aquí. El patio dos está asegurado, sellamos la zona, ustedes deben encargarse del resto. Pediré evacuación para los heridos. Quedan solos, debo reforzar al equipo beta.

El teniente Guevara habló a toda velocidad en medio de gritos con algunos disparos de fondo y Chanyeol comprendió la situación de inmediato. Era una cortesía que se tomara la molestia de informarle en medio de ese caos, especialmente porque ellos habían perdido uno de sus helicópteros y seguramente también tendrían bajas al haber enfrentado el fuego solos.

💣DAMAGE💣 [Serie Salento - Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora