54. Por lo que reste de vida, yo me la paso contigo

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La hacienda estaba más alborotada de lo normal ese día, desde la madrugada hubo empleados moviéndose de un lugar a otro terminando con los preparativos. Afortunadamente el clima estaba cooperando y parecía que el sol sería su aliado esa mañana, el mayor temor de todos era que los sorprendiera una lluvia de inicio de otoño que arruinara la planificación.

La planificadora de la fiesta dictaba órdenes por su radio como si dirigiera una guerra y eso tenía a Baekhyun muy divertido. De verdad que fue un acierto desprenderse de ese estrés, él solo tenía que preocuparse por vestirse lindo y disfrutar el día.

Minho, por su parte, se había convertido en un dolor de pelotas para los chicos encargados de la seguridad, él ya estaba completamente recuperado y retomaba su papel de tercero al mando coordinando cada mínimo detalle. Ni una aguja podía pasar los puestos de control sin revisión; incluso si se suponía que solo habría personal e invitados de plena confianza, él no estaba por la labor de permitir algún error que arriesgara la seguridad de Baekhyun y los bebés.

─Oh, mi amor, te ves tan hermoso... Pareces un sueño.

Chanyeol estaba embelesado contemplando a su prometido que vestía completamente de blanco, como si fuera para su boda, con un lindo blusón de encaje que enmarcaba su vientre redondo. Parecía que ya estuviera a punto de parir por lo enorme que estaba su barriga, definitivamente sus hijos serían muy grandes y saludables. En la cabeza llevaba una diadema con flores diminutas formadas de gaza y perlas que lo hacía ver más bello de lo que ya era. Definitivamente parecía un novio.

─Tú no eres objetivo porque me ves con ojos de amor, parezco un masmelo gigante. ─Baekhyun soltó una carcajada por su reflejo en el espejo, él estaba redondo, sus piernas se veían más cortas porque la blusa larga le llegaba a la mitad de los muslos como un vestido y él prefirió no llevar escote para evitar los gruñidos de su bestia celosa. Así que básicamente era una burbuja blanca esponjosita y muy gorda.

─Uno, te ves precioso. Dos, si te comparas con comida voy a querer devorarte y tendrás que peinarte de nuevo. Tres, te amo muchísimo. ─Chanyeol lo atrapó entre sus brazos e intentó darle un beso hambriento.

─¡No me beses así! Vas a quitarme el brillo.

─Te me estás volviendo muy vanidoso.

─Hoy viene mucha gente importante, quiero verme bien. No puedo hacer nada con mi redondez y tengo dos buenas excusas para eso, pero no para salir despeinado y con el maquillaje corrido.

─De acuerdo, pero acumularé todos los besos que no me dejes darte y te los cobraré con intereses.

─Me parece un buen trato. ─Baekhyun le dio un pico que apenas fue un roce de labios y se apresuró a alejarse de sus manos antes de que terminaran haciendo el amor otra vez. Últimamente era lo único que hacían.

Desde la reunión con Jackson que lo puso tan mal, Baekhyun decidió que levantaría escudos a su alrededor, todo podía esperar hasta que sus niños nacieran, él no se iba a arriesgar a que llegaran antes de tiempo si su salud seguía en la cuerda floja. Suficiente tuvo con un Chanyeol furioso queriendo romperle la cara a Jackson por imprudente y el posterior código de silencio que todos implementaron a su alrededor.

Estaba bien, esta vez no iba a pelear, él solo quería pensar en ositos blancos y probar las muestras de platillos y postres para la fiesta. Su mundo se reducía a paseos por el jardín con su prometido que no lo dejaba solo ni un instante a menos de que fuera estrictamente necesario, mucho sexo sobre cada superficie capaz de soportar su peso y la planeación de sus negocios legales. Cualquier cosa turbia capaz de romper su burbuja, era manejada por su hombre grandote y feroz que podía con todo.

💣DAMAGE💣 [Serie Salento - Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora