💣DAMAGE💣 [Serie Salento - Libro 2]

55. Comiendo de tu boca el tiempo que me queda

Chanyeol no quería dejar a Baekhyun solo, era ya muy tarde en la noche y su precioso chico estaba tan cansado que cayó como una roca. Sin embargo, había una reunión que no podía postergar.

─Lamento la tardanza. ─se excusó al entrar al despacho donde Sehun, Yixing y Valeria lo esperaban.

─Soy yo quien debe disculparse, señor Park. Este es un día especial para usted, lamento no poder esperarlo hasta mañana.

─Es comprensible. La escucho, señorita DiConti.

─El señor Zhang me explicó que ustedes requieren cierta ayuda de mi parte. Me gustaría pedirle algo a cambio.

─Debo confesar que me sorprendió mucho saber que usted era la propietaria de Nexus. Y sí, específicamente necesito acceso a su satélite, o al menos que nos compartan cierta información.

─Tengo a la persona indicada para ayudarle con esa geolocalización que necesita. Y también tenemos ciertos juguetes que pueden facilitarle su misión.

─El precio no es problema. Tenemos una propuesta de compra, si están dispuestos a considerarla. ─informó Sehun entregándole una carpeta a Valeria.

─No es necesario, señor Oh, yo tengo toda la intención de colaborarles con su predicamento.

─¿Y qué es lo que necesita a cambio, señorita DiConti?

─Tengo una guerra que librar y me gustaría mucho que usted no se interpusiera en mi camino, señor Park.

Valeria miraba a Chanyeol a los ojos sin vacilar y sin sentirse intimidada por la imponente presencia del hombre, ella estaba acostumbrada a lidiar con tipos grandes y poderosos, quizás no de esa talla en realidad y seguramente ninguno tan capaz de hacerla pedacitos, pero no pensaba fingir un temor que no sentía. El universo se había alineado para que el único obstáculo en su plan tan perfectamente trazado también se hiciera a un lado y ella no iba a desaprovechar esa oportunidad.

Yixing sonrió divertido ante la cara de molestia de Sehun y la cabeza inclinada de Chanyeol que examinaba a la chica con cuidado, a lo mejor debatiendo si le disparaba o la dejaba hablar. Él la conocía bien como para saber que ella no vacilaría incluso si el grandote le apuntaba con un arma o la amenazaba de alguna manera. Era más fácil que ellos tres se rindieran a que Valeria diera un paso atrás.

─Explíquese.

─Usted es el jefe de Salento, pero no es secreto en el lado oscuro de la realidad que terminará siendo el hombre más poderoso del país en poco tiempo. Mi problema es con Saravena y planeo dar el primer paso dentro de unos meses.

─¿Piensa atacar a Ezequiel usted sola? ─El tono incrédulo y casi burlón de Chanyeol consiguió ofenderla y sus cejas levantadas de manera petulante se lo dejaron saber.

─Mi objetivo es el gobernador Medina, su familia y sus negocios. Ezequiel Romano solo es una montaña que debo derrumbar en el proceso.

─Ese es un plan bastante ambicioso.

─Lo es. Y todo lo que necesito de usted es que no interfiera.

─Romano no es mi amigo, ni siquiera es mi socio. De hecho, él se me está convirtiendo en una piedra en el zapato así que no pienso mover un dedo para ayudarlo.

─Eso es todo lo que pido.

Chanyeol la examinó por un momento, Yixing le había dicho que ella era más que una cara hermosa y que ser actriz solo era una fachada, también le contó que la chica tenía un maquiavélico plan de venganza entre manos, pero él pensó en un inicio que se trataba de algo más melodramático con la familia enemiga de la suya... Involucrar a un jefe era otro nivel. Incluso Chanyeol se lo pensaría dos veces antes de desatar una guerra con Ezequiel y ella no tenía ejército ni respaldo, era una hormiga peleando contra un oso.