43. Originales

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Baekhyun envolvió su vientre con los brazos y los frotó para darle calma a sus niños. Estaban inquietos, seguramente por haber escuchado a su papá y por su misma ansiedad.

Jackson se paró a su lado y pasó un fuerte brazo por su espalda apretándole el hombro para reconfortarlo. De repente Baekhyun se sentía helado y más solo que nunca, sus hormonas no conseguían estabilizarse y eso tampoco le permitía discernir sus propios sentimientos. Él estaba igual que sus bebés añorando que Chanyeol no se fuera y sintiéndose abandonado.

Cuando ya iban a regresar, Jackson vio a Kai avanzando hacia ellos y todo su cuerpo adquirió una pose defensiva alarmando a Baekhyun. No es como si pensara que Kai iba a lastimar a su jefe de alguna manera, lo conocía mejor que eso, pero era su deber respetar las órdenes y evitar que el doncel se alterara todavía más. Cuando Baekhyun se giró a ver la fuente de su preocupación abrió sus ojos de par en par.

─No voy a molestarlo, señor. Solo quiero decirle que voy a encargarme personalmente de traerle al jefe de regreso sano y salvo. Se lo prometo.

Baekhyun desvió la mirada de esos ojos determinados que lo perturbaban tanto ahora porque Jongin era un recordatorio viviente del terrible alcance de sus errores. Al hacerlo, sus ojos aterrizaron sobre ese parche en su brazo bordado con un loto dorado que lo convertía en uno de sus soldados, eso lo sorprendió más, él había dejado muy claro que no lo quería de regreso en su servicio, Kai sería el legado que siempre fue y nada más.

El uniforme negro era el típico de Salento, no ese nuevo de Flandes que habían mandado confeccionar con ciertas modificaciones y un camuflaje gris oscuro para que coincidiera más con el militar. Kai había cosido el parche por su cuenta y eso le causó a Baekhyun un sentimiento complicado en el que no quería profundizar. Kai le hacía sentir cosas que no debía y era mejor mantenerlo alejado por eso mismo.

Ante el silencio de Baekhyun y su negativa a mirarlo, Kai le asintió a Jackson como si le dijera con ese movimiento que él quedaba encargado de proteger al jefecito y también deseándole suerte en su propia misión. Apenas alcanzó a dar dos pasos cuando Baekhyun lo detuvo tomándolo de la mano.

─Cuídate mucho... Tienes que volver...

Ni siquiera Jackson terminaba de comprender lo que sucedía entre esos dos y mucho menos Sehun que llegó junto a ellos preocupado por Baekhyun. Kai simplemente asintió, levantó sus manos unidas y le dejó un beso en el dorso al doncel como si fuera un caballero besando la mano de su reina, cosa que hizo sonreír a Baekhyun con los ojos aguados. Luego se marchó trotando hacía los helicópteros.

Baekhyun llevó esa mano a su pecho y posó la otra encima sonriendo de una manera nostálgica que le hizo fruncir el ceño a Sehun. Él estaba viendo fantasmas en todos lados, pero Baekhyun parecía más afectado de ver marchar a Kai que a Chanyeol.

─Vamos, señor, lo llevaré a casa.

─Baek, ¿te sientes bien? ─preguntó Sehun al verlo aferrarse al brazo de Jackson como si le costara caminar.

─Sí. Solo me duele un poco la cabeza por el ruido, creo que intentaré dormir un rato.

─Dile a alguna de las enfermeras que te tome la tensión, Joohoney va a ir con ellos y los chicos de la brigada médica también.

─Yo me encargaré, no te preocupes. ─dijo Taemin que ya había despedido a su esposo y también vio a Baekhyun más pálido de lo normal.

─Gracias, Tae.

Bien, Sehun estaba demasiado preocupado, no quería dejar marchar solo a Chanyeol porque su hermano iba a enfrentarse al causante de la muerte de su hija y de tantos de sus amigos y soldados, era seguro que no podría pensar con claridad, pero alguien debía quedarse encargado de los demás asuntos y cuidando de los donceles. Lo único que lo tranquilizaba era saber que Minho y Kai comandarían la misión, ellos eran infalibles y no permitirían que Chanyeol perdiera demasiado razón de nuevo.

💣DAMAGE💣 [Serie Salento - Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora