15. Y bien alerta

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─¿Qué quieres hacer? ─preguntó Sehun a Chanyeol al verlo caminar de un lado a otro de la habitación.

─No lo sé. Quiero llevármelo, pero también quiero asegurarme de que está bien. Ni siquiera Joohoney sabe cómo tratarlo si su problema es psicológico, y ahora las cosas no están como para secuestrar a un psiquiatra que lo trate en la granja.

─Ordené un refuerzo de seguridad, hay dos anillos adicionales alrededor de la clínica. Y Minseok está aquí, él puede acompañar a Baek. Tenemos muchas cosas que hacer, Chanyeol.

─¿Pretendes que deje solo a Baekhyun después de todo lo que ha pasado?

─Te estoy diciendo que no estará solo. Yo te entiendo más que nadie, Loey, a mí se me queda el alma en este lugar cada vez que tengo que irme, pero tuve que entender que no hay nada que yo pueda hacer por Lu, para eso están los profesionales.

─No puedo dejarlo aquí, Yehet, acabo de recuperarlo... Yo... No puedo...

─Bien, llamaré a Joohoney para que atienda a los huéspedes mientras volvemos, nos quedaremos hasta que Baek despierte.

─Lo siento mucho, hermano. ─dijo Chanyeol con un tono tan mortificado que sorprendió a Sehun.

─¿Por qué?

─Por no entenderte. Yo solo te pido cosas y delego en ti tanta responsabilidad, pero no me tomé el tiempo de pensar en cómo te sentías con respecto a tu familia. He pretendido que me ayudes a recuperar la mía, tú haces de todo por encontrar a Rosé y yo ni siquiera he ido a conocer a tu hijo. Lo lamento.

Sehun lo comprendió y lo abrazó, Chanyeol estaba llegando a su límite, él era el hombre más duro que había conocido, pero nunca antes tuvo que enfrentar tantas tragedias una tras otra, especialmente porque su hermano estaba lleno del temor de perder lo que más le importaba en la vida.

Las guerras anteriores fueron por territorio, por desacuerdos y por rescatar a Luhan, esto era otro nivel, se trataba de su hija, era el eje de su mundo el que pendía de un hilo y ahora la persona que amaba y que cargaba a sus hijos. Les habían dado donde más podían lastimarlos.

─Jeno es precioso, tiene los ojos de Lu y es tan pequeñito que resulta aterrador alzarlo, siento que puedo romperlo si lo toco. Pero ven, vamos a verlo, ese bebé es mágico, te garantizo que tenerlo en tus brazos puede sanarlo todo.

Chanyeol miró el reloj, era tardísimo, seguramente no estaban en horario de visitas, sin embargo, Andrade había sido generoso al comprender que ellos no trabajaban precisamente en horario de oficina y tenían un pase libre para ver a sus familiares en cualquier momento. Tal vez fuera compasión o miedo, pero el doctor los ayudaba demasiado y esa deuda la pagarían en cualquier momento que él necesitara ayuda.

Minseok se quedó dentro de la habitación junto con un guardia para darle seguridad a Chanyeol y él se encaminó a la sala de neonatos donde estaba el pequeño Jeno. Fue un instante de olvidar los problemas y recordar por qué peleaban y lo que protegían; esa diminuta figurita que se movía como desperezándose y que se dejó levantar sin quejarse lo hizo sonreír. Seguramente había ganado peso porque no se veía tan delgado como le contaron y cuando esos enormes ojos color avellana se abrieron y lo miraron, una terrible tristeza lo embargó.

Era verdad que tenía los mismos ojos que Luhan con esas pupilas de borde verdoso y un tono miel en el centro que siempre le parecieron tan únicos y bonitos. Se sintió demasiado culpable al pensar que tal vez el niño no tendría a su madre para cuidarlo, todo porque él había sido un estúpido calenturiento que se casó con el primer doncel que lo deslumbró con su belleza.

El peor error de su vida fue haberse casado con Baekbeom, y, aun así, no podía arrepentirse, él le dio a su hija y trajo a su verdadero amor hasta su casa. Jodido destino el que les había tocado.

💣DAMAGE💣 [Serie Salento - Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora