💣DAMAGE💣 [Serie Salento - Libro 2]

46. De lo peor

Stefano perdió comunicación con los cuervos cuando uno de ellos se estrelló contra la montaña y el otro explotó en el aire por el impacto directo de un misil.

Los helicópteros nocaimeros sobrevolaron el lugar por unos minutos y luego emprendieron su camino de retorno a la base. Stefano tenía a su capitán gritándole ordenes para que regresara, pero él no pensaba hacerlo. Favor con favor se paga y él ya había entendido que el país se convertiría en un campo de batalla incluso peor tras la muerte de Loey.

Con el rey caído, la lucha entre clanes comenzaría y las fuerzas extranjeras también vendrían buscando una rebanada de pastel. Leonardo ya le había explicado cómo funcionaba el tema de "El Acuerdo" y los días oscuros que caerían sobre la población general cuando se rompiera el equilibrio. Todo ese asunto con los Bughan no sería nada al lado de las fuerzas más poderosas que podrían llegar.

Lo único que podían hacer por el momento era aterrizar en el claro más cercano y emprender la escalada en búsqueda de sobrevivientes y cadáveres. De verdad esperaba que los tripulantes del cuerpo que explotó hubiesen alcanzado a saltar...

Levi tenía un poco de experiencia en salto en paracaídas, más a manera de diversión extrema que como algo profesional, claro, pero asumió la responsabilidad de cargar con Sergei, porque al estar inconsciente no podían lanzarlo solo, el viento podría llevarlo a cualquier parte y la búsqueda sería un dolor de cabeza peor que el riesgo de una caída demasiado rápida.

Ante la orden de saltar, todos lo hicieron en secuencia, incluso los pilotos. Para el momento en que las aves enemigas sobrevolaron la zona, algunos habían aterrizado y otros iban a medio camino al otro lado del paso. Solo unos pocos, los que saltaron ante la advertencia de un misil acercándose, cayeron en territorio nocaimero.

Lo agreste del terreno les causó muchos golpes, raspones y la perdida de la mayoría de las armas y equipo que llevaban con ellos. Así que, tras abandonar los paracaídas comenzó la labor de reunirse de nuevo, cosa que debía suceder en el punto previamente señalado por el sargento Romero dónde los recogerían.

Chanyeol cayó en una zona rocosa, tuvo la mala fortuna de no alcanzar a esquivar una ráfaga de viento que lo desvió del bonito prado al que se dirigía y lo retorció hasta caer de manera no tan amable haciendo que las rocas le rasparan un pierna. Tras soltar los ganchos del paracaídas dejó salir una carcajada porque la descarga de adrenalina cuando pensó que quedaría estampado contra el risco fue fenomenal.

Según sus cálculos debía bajar unos dos kilómetros de montaña hasta el punto de encuentro y estaba solo en ese sector. Solo esperaba que sus hombres siguieran las ordenes y avanzaran, porque eran capaces de subir a buscarlo y eso solo les causaría un esfuerzo innecesario. Las malas hierbas como él eran difíciles de erradicar, se necesitaría mucho más para destruir a Loey.

Unos cuantos minutos de dolorosa caminata cuesta abajo luchando para no resbalarse entre las rocas, lo llevaron al prado que de cerca ya no era tan bonito y en el que se reunió con Minho y otros dos chicos.

─Jefe, pensé que tendría que recoger tus pedazos esparcidos por las rocas. Casi consigues que me dé un infarto. ─acusó Minho abrazándolo.

─También me da gusto ver que sigues entero. Me da más miedo volver a casa a enfrentar a tu esposo si no te llevo a salvo que quedarme a pelear aquí.

─A mí también. Esos donceles pueden ser más peligrosos cuando se enojan que todos nuestros enemigos juntos.

─¿Sabes algo de los demás?

─Levi y Kai están juntos, dicen que Petrov ha perdido bastante sangre a pesar de las vendas, espero que alcance a llegar vivo.

─Yo también. Mientras caía decidí que voy a devolvérselo a su padre.