DISSASTIFIED ✔ JK [BOOK 2]

Ocho

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JungKook veía a JiAh dormida a su lado, estaba en un sueño profundo que ahora notaba que no había tenido en mucho tiempo. Le acarició el brazo desnudo con el dorso de sus dedos y suspiró viéndola con el rostro relajado, le acomodó un mechón que le caía por el rostro y ella se removió un poco acercándose a él, se acurrucó pegada a su cuerpo y la abrazó suavemente para sentir como colocaba el rostro en su cuello.

— Estoy aquí, JiAh... — susurró.— no me iré... — volvió a susurrar y la sintió respirar con suavidad nuevamente.

Parecía que ella temía de quedarse sola hasta en los sueños, y eso le tocaba a él el corazón.

Tomó la colcha que había buscado cuando ella se quedó dormida y la arropó hasta el cuello cuando hizo frío de pronto. Observó por la ventana que ella tenía en su habitación y notó que había empezado a llover. Un momento atrás le había pedido a SoHee que llevara a HyunWoo al cementerio por su moto, pues la había dejado allí luego de traer a JiAh a casa en su auto, así que le escribió a este último para que le hiciera ese favor.

Su teléfono empezó a vibrar por alguna parte y lo encontró luego para ver la llamada entrante de SoHee, tenía una foto de ambos con los ojos viscos haciendo caras graciosas hace muchos años atrás. Resopló y con lentitud se levantó de la cama para caminar hacia la puerta, al llegar a la sala él le devolvió la llamada.

— SoHee ¿Qué quieres? — preguntó cansado.

— ¿Cómo que qué quiero? — dijo escandalizada.— JungKook, dios mío... ¿Cuántos orgasmos más tengo que esperar para que vengas a trabajar? — preguntó cansada y molesta a la vez. JungKook rio un poco y negó con su cabeza mientras andaba en boxers por la sala.

— Pero ¿no era eso lo que querías? — preguntó entre risitas mientras cruzaba los brazos.— ¿Quién te entiende, SoHee? — siguió riendo por lo bajo mientras le daba la espalda al pasillo, donde se encontraba una adormilada JiAh mientras le miraba la espalda ancha.

— Una cosa es que folles en la noche, en la comodidad de tu casa... ¡PERO ERA EL PUTO MEDIO DIA! ¡EN HORARIO LABORAL! — Exclamó molesta, pero JungKook lo que podía hacer era reírse de la situación.

— Dios... ya voy luego y te explico ¿si? — prometió en un susurro y se escuchó el cómo ella resopló resignada.— prometo contarte...

— ¡Ah! Bien... — masculló.— más te vale que el chisme esté bueno ¿bien? — amenazó y él sólo pudo reír.

— Nos vemos luego, tonta. — murmuró y colgó luego para darse la vuelta. Vio a JiAh adormilada y sonrió con ternura acercándose.

— Hola... — susurró masajeando uno de sus párpados con los dedos.— Pensé que te habías ido... — se acercó con lentitud para encontrarlo más rápido y él negó.