DISSASTIFIED ✔ JK [BOOK 2]

Quince

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JiAh recordó cuando bailaba al son de música R&B frente a SoHee, quien desde hacía rato la hacía reír con sus comentarios locos, como por ejemplo que bailara hasta abajo como si estuviera montando el miembro de JungKook. La verdad la estaba pasando tan bien hasta que a ella misma se le ocurrió abrir la boca para torturarse nuevamente.

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— ¿Sabes JiAh? Me caes bien. — asintió con un puchero mirándola de pies a cabeza.— traes loquito a JungKook y se ve que lo quieres sinceramente... — dijo nuevamente pero esta vez con sus ojos entrecerrados por la embriaguez. JiAh rio un poco y tomó de su bebida para decir algo que nunca debió decir.

— Estoy segura de que JungKook merece algo mejor que yo... Suni era perfecta para él. — añadió y SoHee sonrió nostálgica.

— JungKook amaba demasiado a Suni. — asintió la chica y JiAh borró un poco la sonrisa.— ella lo amaba demasiado también... — mencionó para luego sacudir la cabeza con los pensamientos revueltos. Ella sabía que no debía decir eso pero la embriaguez le hacía abrir la boca de más.

— Es por eso que yo no soy lo suficientemente buena para recompensar el que ya no la tenga junto a él. — respondió JiAh con una sonrisa forzada para disimular lo mucho que le afectaba eso.

— JungKook sonríe contigo, es feliz contigo... eso es más que suficiente. — mencionó mirándola a los ojos fijamente.

Aunque estaba ebria tenía razón, pero JiAh seguía sin aceptarlo.

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Luego de eso JungKook llegó y se olvidó de todo a su alrededor. Eso la hizo sentir liberada de toda emoción, pero en realidad es que olvidaba todo con JungKook mientras que sin él se repetía constantemente que no era suficiente.

Suspiró colocando sus manos en sus ojos y se sintió mentalmente cansada. Lo que pasó en la mañana la había dejado mal, se sentía culpable, se sentía poca cosa y no entendía porqué... simplemente no creía merecerlo y pensar así sólo la hacía sumirse en una ansiedad terrible.

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— ¿Quién te sigue dando esta mierda, JiAh? — preguntó molesto y preocupado. Ella negó rápidamente mientras lloraba a cántares, era la tercera vez que se lo preguntaba y ella no le respondía realmente lo que quería saber.

— Eso no es mío, es la misma que viste la última vez... sólo no la he regresado y... simplemente créeme. — pidió con la voz temblorosa y él soltó un bufido mirando a otro lado, volvió a verla preocupado y tragó fuerte.