Capitulo 16

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En aquel departamento se encontraba Aphril y Jeremy comiendo helado mientras seguían con su plan que se llevaría a cabo esa misma noche, solo debían manipular todo según lo acordado y esos dos caían Porque caían.

—Yo creo..— dijo Jeremy mientras comía una cucharada de helado de chocolate, se lamió los labios y siguió — Creo que la única que debemos pasar de copas es a B, es que mija...— sacudió su mano y cerro los ojos — Esa cristiana, Jesucristo. Ella le cortará la polla— soltó una risotada a la que se unió la rubia.

—Marco si la ve relajada la encara, se que mi amigo le tiene más ganas que yo a la hamburguesa que vimos hace un momento— Jeremy casi se ahoga con el helado que tenía en la boca.

—Mira rubita, yo estoy seguro que Bea a Marco lo deja sin polla, a ti sin esas greñas y a mí también me corta la polla — se tocó su entrepierna acariciando sus grandes atributos.

—¡Deja de masajear tus pelotas Jeremy que asqueroso eres!— grito Aphril

— ¡Ay disculpa niña casta y puta... Digo pura, cierto que usted nunca vio una polla como la mía!— dijo con burla y alardeando de su tamaño.

Y así pasaron toda la tarde entre burlas, pero también organizando lo que aquella noche pasaría.

—¡YAAAAAA!....— grito Jeremy después de tres horas de pensar como hacerlos caer. —A Bea le gusta bailar árabe, ya sabes que ella viene de aquella cultura. Oh por Dios, que cabron más inteligente soy— se puso de pie de la emoción, saco una cerveza de la nevera, la abrió y bebió.

—¡Ya Jeremy no seas tan imbécil dime qué sabes!— dijo con entusiasmo la mujer.

—¡Le diré a Bea que vayamos a un bar que encontramos una vez, ahí puedes bailar ese tipo de bailes a Bea se le da de maravilla eso!— junto sus dedos en sus labios, los beso y los lanzó al aire. — Y tu llevarás al nalgas hasta ahí. Si Bea lo ve, veremos qué inventamos —

—¿Nalgas ?— pregunto Aphril

—¿Enserio niña. De todo lo que te dije solo te quedó lo de nalgas?— ella se encogió de hombros y siguió con lo que estaba haciendo.

(***)

Bea se encontraba alistándose para salir con su amigo, estaba emocionada por ir a aquel bar, a ella le gustaba mucho salir con sus amistades y más aún si en esa salida podía bailar un poco de la danza que tanto le gustaba.

Bajo hasta la sala de su casa, encontrando a su mamá viendo un programa de tv y a su pequeño durmiendo sobre el regazo de su abuela.

—¡Mamá...— hablo Bea, la mujer la miro con una sonrisa, mirando de pies a cabeza a su hija. — Saldré, pero sabes que si algo se presenta me llamas que yo dejo todo y regreso. Es más mamá si no quieres quedarte con Oliver yo no voy!— Iris sonrió al escuchar como su hija parloteaba sin parar como siempre. Acomodo al niño con suavidad sobre el sillón y fue hasta su hija. Tomó sus manos y beso cada una de ellas, sacándole una sonrisa a Bea.

—¡Sabes que no me molesta quedarme con Oliver, tú necesitas salir y ver si de una vez te encuentras un buen hombre!— como siempre ella animaba a su hija a encontrar un compañero — Es más si está noche no regresas y te encuentras al amor de tu vida, me harías la vieja más feliz—

—¡Qué cosas dices mamá por favor! Yo no quiero a ningún hombre— Iris solo puso los ojos en blanco y se fue hasta la cocina a buscar su snack para comer mientras disfrutaba de una película.

Cuando Bea escucho la bocina del auto de Jeremy salió corriendo de su casa, subió al auto, se puso el cinturón de seguridad, miro a su amigo con una sonrisa, mientras se iba sobre la mejilla del sexy rubio.

Te odio amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora