𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑴𝒂𝒓𝒄𝒐:
Desde el día que aquel maldito turco gilipollas apareció, Bea está alterada, tiene pesadillas y no quiere despegarse ni un segundo de Oliver. Y la entiendo, pero también me desespera, me siento furioso al no saber que hacer. Decidí pedirle ayuda a mi cuñado, a ese hombre le importa una mierda infringir alguna regla para saber alguna información y es lo que necesito en este momento, porque cuestionar a Bea solo hace que ella comience a llorar e imaginar que aquel imbécil llega y le arrebata a nuestro hijo.
Me encuentro aquí mintiéndole a la mujer que amo, para que no se entere de lo que haré. Veo a Lorenzo al final del pasillo de su hotel, está con Isabella su enorme vientre la hace ver cómica y más aún al ver la cara que pone al sentir la nalgada que le da su ahora esposo. Me mira sonrojada, mientras yo le sonrió, ella es feliz y al verla así yo lo soy aún más.
—Hola cara de panqueques— se pone de puntitas de pies para saludarme. Isabella tiene un problema con mi rostro, desde pequeños soy su cara de pepino, papa, rabanito y entre otros. Pero hacía tanto que ella no me decía así que me hace feliz, porque eso quiere decir que está volviendo a ser ella.
—Hola mi pelota con patas— acaricio su vientre, mientras ella deja un golpe en mi brazo.
—¿Bea no sabe verdad? —
—No, asique por favor no le digas nada si te habla— sus ojos azules con pequeños destellos verdes me miran con dulzura.
—¿Hasta que te diste cuenta que eres un ser maravilloso? — su mano acaricia la mía —¡Eres el hombre más increíble que ella pueda tener! Eres algo Imbécil a veces, la cagas y mucho, pero así es el amor. Cagarla y luego solucionarlo en la cama— mueve sus cejas de arriba a bajo mientras ríe.
—Ella es quien me enseña a ser mejor cada día. Ella y Oliver —
—¡Eres el hombre más maravilloso sobre la faz de la tierra! Luego de mi esposo, claro está. Lorenzo está en el puesto número uno — me vuelve a besar la mejilla despidiéndose —Ahora ve y patéale el culo a ese turco de mierda —
La veo irse, para después caminar hasta la oficina de mi cuñado. Lo encuentro junto a Luque. Quien me agrada pero hasta ahí, mira mucho a mi madre.
—¡Manson!— dice el último mencionado, mientras extiende su mano y la tomo en forma de saludo.
—Cuéntanos todo lo que sepas de ese tipejo— Lorenzo es un hombre que odia tanto como yo la violencia y cualquier tipo de agresión hacia una mujer o niño.
(***)
Aquellos tres hombres, habían contratado personal de seguridad para que cuidarán de forma permanente a Bea y familia. Un informe cada cuatro horas se le era enviado a Marco y se le llamaban ante cualquier movimiento extraño.
Aquella tarde del sábado, Marco había organizado una salida con Bea, Iris, tía Nora y Oliver. Los llevaría a las orillas de un lago, para hacer un picnic. Pero lo que el buscaba era que su mujer desconectara su mente de todo lo que podía suceder si aquel hombre aparecía.
El día era soleado, con una temperatura agradable.
—Iremos a jugar con el fútbol — le dijo Marco a Bea, que está acostada sobre el césped, sin calzado. Cuando llegaron al lugar lo primero que hizo ella fue quitarse los zapatos y correr hasta el primer árbol que encontró abrazándolo, seguido de ella fue Oliver. Ella le había dicho, *Quítate los zapatos y haz contacto con la naturaleza* él había visto como las mujeres mayores hicieron lo mismo, pensando que estaban todos locos, pero quiso ser parte de eso y se quitó los zapatos corriendo también a un árbol para abrazarlo.
ESTÁS LEYENDO
Te odio amor
Chick-LitUn hombre con muchos demonios, negado a cualquier sentimiento que lo lleve a sentir amor por una mujer. Sus temores a ser la misma bestia que su padre, no le permitía abrir su corazón convirtiéndolo así en un hombre frío, creyendo que nada podría qu...