Capitulo 36

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Después de una jornada laboral intensa en la empresa Manson, Marco y Bea habían pasado por el departamento de Jeremy, dónde se encontraba Aphril ya más tranquila y con otro semblante. Pudo contar con tranquilidad lo que había sucedido, todos se mostraron preocupados y dispuestos a ayudarla. Haciéndole saber que no estaba sola.

Bea le pidió disculpas, por haberla juzgado mal, sin ni siquiera conocerla. Aquel día las dos habían podido conocerse más, sin saber que de ahí nacería una muy bonita amistad.

Marco siempre admiraba como Bea tenía esa facilidad de asumir sus errores, como en el caso de haber juzgado a Aphril, haberle dicho de frente todo lo que pensaba de ella y ahora estar comenzando una amistad. Se sentía afortunado de tener a Bea en su vida, que ella sea su compañera.

Aquella noche luego de haber estado con sus amigos, Marco comprendió que el cariño que tenían Jeremy y su mujer, no era más que una bonita amistad, que ni siquiera alguna vez ellos se miraron con otros ojos, que aquella vez que habló de la polla de Jeremy solo fue para hacerlo enfadar.

—¡Tengo la polla más grande del mundo, pero mi cari jamás la vio, ni la tocó, ni chupó, muchos menos ya sabes eso!— hizo señas el rubio dando a entender que jamás habían follado.

Habían pasado unos días desde que se habían convertido en marido y mujer. Cada día era un nuevo aprendizaje más para Marco que para Bea. Habían conseguido un kínder para niños de la edad de Oliver, el pequeño de ojos verdes deseaba compartir con otros niños, por lo que Marco se dio a la tarea de buscar el lugar más seguro, para que todos estuvieran tranquilos a la hora de que Oliver se encontrará en aquel lugar.

Iris se encontraba en ese momento con Marco, quien le había pedido ayuda para preparar una sorpresa para Bea y Oliver.

—¿Vivirá con nosotros Iris?— preguntó Marco

—¡Claro que no! Ustedes deben formar su familia, su espacio, yo me quedaré dónde estoy, mi hermana Nora quiere que vivamos juntas.— Marco parquea el auto a las orillas de una propiedad y mira a su suegra.

— Usted siempre será bienvenida Iris, al igual que tía Nora. No quisiera que piense que yo no la quiero cerca... además — sonrió con picardía —¿A quién le haremos bromas con Oliver?— la mujer soltó una carcajada y le dio un golpe en el brazo a su yerno.

—¡Serás imbécil!—

— Siempre tan amorosa mi suegrita. Ahora baje del auto quiero su punto de vista.— y así bajaron los dos a escoger cada detalle para la sorpresa para su mujer e hijo.

ɴᴀʀʀᴀ ʙᴇᴀ:

Estoy en la oficina con mil manos haciendo todo, Marco justo hoy se le dio por salir a hacer idioteces en horario laboral. ¿no podía ir otro día? No, claro que no porque el siempre tiene que joderme la paciencia.

Esto es un caos de mierda, me siento enojada. No me siento furiosa.

El sonido de mi móvil, me tortura la cabeza, pero no puedo tomar la llamada, tengo mis manos repletas de cosas, tengo hambre e instintos asesinos. Logro llegar hasta mi escritorio con todos los documentos que debo revisar uno por uno, mi querido suegro nos salió un puto estafador. Utilizaba la empresa para sus negocios sucios y tomó de socios o clientes a gente de ese mundo, por lo que debo revisar sigilosamente cada documento, sabemos quiénes son, ya que cuando Guillermo fue a prisión ellos desaparecieron, pero debemos estar preparados.

El sonido del móvil una vez más suena con insistencia, espero que sea Marco diciéndome que me trae una hamburguesa y Coca Cola, es lo mínimo que merezco después de dejarme sola con todas estas cosas. Tomo el móvil entre mis manos y lo atiendo inmediatamente al ver que es el número del kínder de Oliver.

— Buenas tardes.¿ Con la señora Masón?—

—¡Si con ella habla! ¿Qué sucede?— tomo mi bolso, dispuesta a salir en este momento hasta el kínder aun sin saber si es necesaria mi presencia.

—Hace un momento el tío de Oliver, vino a retirarlo antes del horario normal. Por única vez se lo entregamos, pero necesito que mañana mismo me entreguen los datos de las personas que posiblemente puedan venir a retirar al niño—

—¿Lorenzo Rizzo es quien lo retiró?— pregunto con el corazón en mi boca y con la esperanza de que todo esto sea un plan de Marco.

—¡No, no su nombre es Hakan Yilmaz!— mis manos tiemblan y mi corazón late con tanta rapidez que en cualquier momento me explotará.

—¡Él no es su tío, maldita sea!— grito y sin esperar respuesta subo al elevador, cuando se abren las puertas salgo corriendo en dirección a la salida, Jeremy viene ingresando al edificio y me toma del brazo para que me detenga.

—¿Bea que sucede?—

—¡llévame Jeremy, llévame al kínder de Oliver!— mi amigo no se detiene a preguntar el porqué, solo corremos a su auto.

En el camino llamo a Marco y este idiota no responde, mamá tampoco, ni tía Nora. Siento que voy a enloquecer, quiero matar a Hakan ¿Cuántas cosas más hará? Pienso en Oliver, él no lo quiere no comprendo como accedió a irse con él, si mi bebé no lo quiere.

Llegamos al instituto y antes de ingresar miro a Jeremy.

—¡Llama a Marco por favor, dile que venga en este momento al kínder de Oliver!—

Corro directo a la dirección. Voy a incendiar este instituto, como le dan el niño a una persona que ni siquiera conocen, tenemos todos los papeles cargados en el sistema de aquí, dejando documentos de quien puede retirar al niño, está todo y el nombre de Hakan no aparece en ningún maldito papel. Golpeo la puerta de la oficina de la directora, cuando me permiten el ingreso, veo a la maestra de mi bebé y la directora.

—¿Quién carajo le entregó mi niño a ese tipo?— las dos mujeres me miran con sus ojos grandes, lo que menos voy a tener serán modales con estás irresponsables.

—Fui yo señora — habla la maestra, la miro con furia.

—¡El nombre de ese hombre no está cargado en el legajo de Oliver! ¿Por qué mierda le diste a mi hijo?— me sudan las manos y solo tengo una idea fija, golpear a esta mujer y al maldito de Hakan.

— Dijo que era su tío, la directora no se encontraba en ese momento y no pensé que fuese necesario —

—¡No pensó dice, pues ya se que no pensó! ¿Mi hijo no se negó a irse con él?— la mujer mira hacia abajo y con eso me dice todo.

— De hecho si, pero el hombre lo tomó en brazos y lo llevó —

—¿Así de simple? Los voy a demandar, los escogimos por la seguridad que tanto decían tener, pero lo único que tiene este lugar son unos ineptos hijos de....—

—¡Bea, cariño!— escucho la voz de Marco y camino hasta él

—¡ Hakan se llevó a nuestro hijo Marco!— y es ahora que me permito llorar en los brazos de mi esposo.

—¡Quiero todas las cámaras de seguridad que este instituto tenga de aquí adentro y afuera!— comienza a dar órdenes mientras me mantiene entre sus brazos. Veo que saca el móvil del bolsillo de su pantalón y marca un número — !Luque! ¿puedes venir al instituto donde asiste Oliver?— no se que le responde el hombre, solo se que parece venir al escuchar un  "te esperamos" de Marco. Solo quiero tener a mi bebé en mis brazos.

Te odio amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora