Hakan los vio salir de aquella cafetería, estaba negado a dejarla ir, pero si ella no quería irse con el. Se llevaría a su hijo, él necesitaba llenar aquel vacío que había dejado la perdida de su hija. Estaba siendo egoísta y cegado por el dolor. Su esposa luego de la muerte de su pequeña hija había atentado con su vida, por lo que Hakan no solo sufrió por la perdida de su hija, sino también vivir con la culpa de haber dejado sola a su difunda esposa y no haberla ayudado a sobrellevar aquel duelo. Él solamente se dedicó a dar con Bea, con la mujer que había amado siempre, Damla nunca tuvo su amor, solo un gran cariño.
Saco su móvil y llamo a su abogado.
—¿¡Hakan!?— hablo del otro lado su abogado
—¡Necesito que una demanda llegue a la dirección de Bea, el procedimiento para obtener a Oliver la quiero para ya!— del otro lado de la lineal el abogado dejo salir un suspiro abrumado.
—Hakan, lo que haces no está bien. Así no son....—
—¡Cierra la maldita boca y haz lo que te digo!— cortó aquel discurso que se sabía de memoria. Terminó la llamada y salió de aquella cafetería dispuesto a todo, sin importar nada y sin ser consciente que con esa actitud no lograría jamás tener el cariño de su hijo, ni recuperar a la mujer que decía amar .
(***)
Dos días habían pasado cuando Marco y Bea se habían logrado reunir con los abogados y Lorenzo. Habían estado analizando todo lo que se podía hacer para lograr frenar a Hakan, sabían que el silencio de aquel hombre no era bueno, sobre todo Bea que lo conocía demasiado.
—¿ Tienes alguna forma de dar con aquel hombre que te negó el trabajo, diciendo que Hakan los estaba obligado a todos los empresarios a negarte un puesto laboral?— pregunto uno de los abogados.
—¿ Y eso en que ayudaría?— pregunto Bea, ya que el hombre que le había dicho todo aquello fue su ex jefe.
—El podría ser testigo de la forma en que Hakan te cerro las puertas de trabajo y tomar la decisión de salir del país.— el hombre se puso de pies, pensando que beneficios podrían sacar en el caso de que aquel hombre accediera a testificar —¿ Tu ex jefe estaba al tanto de su relación y luego lo que viviste el día de la boda?—
—Si, mi ex jefe estaba al tanto y el día de la boda el fue invitado. El contacto con el no lo tengo, pero quizás llamando a su empresa, pueda contactar con él.—
—¿Otra opción?— pregunto Marco —¿Algo que no lleve tanto tiempo y podamos facilitarlo desde aquí? — Marco sentía que debían actuar rápidamente, llegar a aquel hombre podría llevar tiempo y ellos necesitaban una solución rápida.
—¡Tú sabes cuál es la otra opción! Y creo que es....— las palabras del abogado quedaron interrumpidas por el sonido del móvil de Bea que rápidamente lo tomo entre sus manos al ver el nombre de su madre reflejado en la pantalla. Lo tomo con manos temblorosas y su corazón latiendo con fuerza.
—¿Mamá?—
—¡Bea, hija ven de inmediato, Hakan está aquí!—
—¡No le abras la puerta mamá!— grito Bea, en lo que se puso de pie, tomando su bolso salió de aquella sala sin si quiera informar que había sucedido.
Marco salió tras ella y la tomo del brazo cuando la vio que iba en busca de un taxi.
—¡Vamos!— le dijo sin agregar algo más, subieron al auto y poniendo el auto en marcha, condujo hasta llegar a la dirección de Bea.
—¡Hakan!— grito con furia Bea, al ver cómo aquel hombre intentaba ingresar en la vivienda. No le dio tiempo a Marco, ni a los seguridad del turco, cuando la pequeña mujer se fue sobre su ex prometido, lanzándolo al suelo mientras le daba golpes en su cara. —¡Maldito, maldito gilipollas!— sus manos viajaron al cabello de Hakan y los tomo en sus puños. Mientras que el turco intentaba quitarse aquel pequeño cuerpo de encima, la furia de Bea era tal que no comprendían de dónde salía tanta fuerza al dejar sus golpes.
—¡Te odio, te odio, solo arruinas mi vida!— grito con debilidad, mientras sus golpes iban perdiendo intensidad. Marco logro separarla de aquel miserable hombre y la acurrucó en sus brazos, mirando con rabia al infeliz que estaba lastimando a su mujer.
—¡Vete de aquí maldito hijo de puta!— Marco quería asesinar a aquel hombre.
—¡ En una semana vengo por mi hijo!— dijo Hakan mientras limpiaba la sangre que salía de su labio. Los miro con con burla y se marcho.
— Ya flaca, ya— la voz de Marco salía temblorosa a causa del nudo que tenía en su garganta, verla en ese estado a la mujer de su vida le rompía el corazón.—
—¡Ya no puedo más Marco! Hagamos lo que sea, pero hagamos lo ya por favor — suplico entre lágrimas. Marco tomo su rostro entre sus manos y limpio las lágrimas.
—¡Llamaré a Robinson para que aliste todo!— ella asintió con su cabeza, para luego caminar al interior de su casa.
Cuando estuvieron dentro, un pequeño Oliver corrió a los brazos de su madre y Marco, sintiendo miedo ante tal alboroto que había presenciado desde el interior de su habitación. Había escuchado a su mamá gritarle al hombre malo y llorar, eso al niño le hizo sentir tristeza, él nunca había visto de tal forma a su mami, él siempre la vio sonreír, la escuchaba cantar y más el último tiempo donde compartían todo con su papá peludo. Aquel hombre malo había llegado para robarle la bella sonrisa de su mamá y eso a Oliver lo hizo enfadar. Abrazando a Marco luego de darle amor a su mamá. Aquel niño le hablo al oído a su papá, diciéndole que por favor alejara a aquel hombre malo de su lado, que quería volver a ver a su mamá sonreír y jugar con ellos.
—¡Lo prometo hijo!— le había dicho Marco por primera vez a Oliver y eso al niño le hizo sentir su corazón alegré, al saber que su mami y él ya no estaban solos, tenían a papá que lucharía por ellos.
ESTÁS LEYENDO
Te odio amor
ChickLitUn hombre con muchos demonios, negado a cualquier sentimiento que lo lleve a sentir amor por una mujer. Sus temores a ser la misma bestia que su padre, no le permitía abrir su corazón convirtiéndolo así en un hombre frío, creyendo que nada podría qu...