Capítulo 52: El Desafío Nocturno

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La noche caía sobre el escenario de la batalla, iluminada por una luna brillante que arrojaba su luz sobre los dos contendientes. Shiva, con su fuerza divina y velocidad divina, se lanzó hacia Makoto con una destreza incomparable, mostrando su habilidad como artista marcial experto.

Shiva: ¡Oh, mortal! ¿Crees que puedes igualar mi fuerza divina?

Makoto, con calma y determinación, preparó su postura de combate, observando los movimientos de Shiva con ojos concentrados.

Makoto: No subestimes el poder de los humanos, Shiva. He enfrentado a muchos desafíos antes y no serás la excepción.

Los dos se encontraron en el centro del campo de batalla, con Shiva lanzando una serie de golpes rápidos y poderosos. Makoto, utilizando su experiencia en judo, esquivaba los ataques con movimientos precisos, buscando una apertura para contraatacar.

Shiva: ¡Interesante! Parece que tienes habilidades, mortal. Pero no serán suficientes para derrotarme.

Makoto: No lo sabrás hasta que lo intentes, ¿verdad?

Con un giro rápido, Makoto logró agarrar el brazo de Shiva y usar su propio impulso para lanzarlo contra el suelo. Shiva se levantó rápidamente, admirando la habilidad de Makoto con una mezcla de sorpresa y admiración.

Shiva: ¡Bien hecho, mortal! Pero eso solo aumenta mi emoción por este combate.

Makoto: Estoy listo para lo que sea que tengas preparado, Shiva. No subestimes el poder de la humanidad.

Los dos continuaron su enfrentamiento, cada uno demostrando su habilidad y determinación. A medida que la batalla continuaba, Makoto comenzó a ganar terreno, aprovechando cada oportunidad para contraatacar con precisión y fuerza.

Makoto: ¿Es eso todo lo que tienes, Shiva?

Shiva, con una sonrisa desafiante, se preparó para su próximo ataque.

Shiva: No te preocupes, mortal. Estoy justo empezando.

La batalla entre Makoto y Shiva estaba lejos de terminar, con ambos contendientes mostrando su determinación y habilidad en cada movimiento. El destino del enfrentamiento aún estaba por decidirse, pero una cosa era segura: ninguno de los dos se daría por vencido fácilmente.

Los movimientos se sucedían con rapidez y precisión, mientras la lucha entre Makoto y Shiva se intensificaba con cada momento que pasaba. Ambos combatientes se encontraban en un juego de habilidad y estrategia, buscando la menor oportunidad para superar al otro.

Makoto: (pensando para sí mismo) Este tipo es fuerte, pero no imposible de vencer. Solo debo encontrar su punto débil.

Shiva: (lanzando una ráfaga de golpes) ¡Ven, mortal! ¡Demuestra que puedes enfrentarte a un dios!

Makoto: (esquivando los ataques con agilidad) No necesito ser un dios para derrotarte. ¡Solo necesito ser más inteligente y más rápido!

La determinación brillaba en los ojos de Makoto mientras continuaba enfrentándose a los embates de Shiva. Cada movimiento estaba calculado, cada respuesta era medida con precisión.

Shiva: (sonriendo con confianza) Eres astuto, mortal. Pero aún no has visto mi verdadero poder.

Con un movimiento ágil, Shiva desencadenó una ráfaga con golpes de energía de destrucción, envolviendo a Makoto en una tormenta de fuerza imparable. Sin embargo, Makoto se mantuvo firme, resistiendo el ataque con una determinación inquebrantable.

Makoto: (gritando mientras se defiende) ¡No me rendiré ante ti, Shiva! ¡No importa cuán poderoso seas!

La intensidad del combate alcanzó su punto máximo mientras Makoto y Shiva se enfrentaban, cada uno dando lo mejor de sí mismo en la batalla. La luna observaba silenciosamente desde lo alto, testigo de la épica confrontación entre mortal y dios.

El resultado del enfrentamiento aún era incierto, pero una cosa estaba clara: Makoto no se detendría hasta que prevaleciera, demostrando que incluso los mortales podían desafiar a los dioses.

Shuumatsu no IsekaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora