Shuumatsu no Isekai

Capítulo 62:Ataque devastador

Hades, sintiendo la presión de la batalla, decide desatar su poder divino con una determinación palpable en su mirada. Desencadena su Persephone Lore, el "Destructor de tormentas", con una maestría que solo un dios puede poseer.

Sujeta firmemente su bidente, canalizando la energía que lo rodea en una espiral de viento que envuelve su figura con una aura amenazante. Con un rugido de furia divina, se abalanza hacia su enemigo con una estocada tan poderosa que crea una onda de choque que retumba en el aire, desafiando la misma realidad.

"Hajime, te enfrentas al poder de un dios. ¡Prepárate para ser aniquilado!" declara Hades con voz atronadora, sus ojos brillando con una intensidad sobrenatural mientras se lanza hacia adelante con la fuerza de un huracán desatado.

Hajime,esquiva el ataque pero aún recibe una rasgadura en su cuerpo por el viento desstado

"¡Eres fuerte, Hades, pero no invencible!" responde Hajime con voz firme, su voz apenas un susurro sobre el estruendo de la batalla. "¡Te mostraré el poder de la humanidad!"

Con rapidez, Hajime reúne su fuerza y ​​responde con un contrataque devastador. Activa sus artefactos Gran Farensen y Novum Idola, manipulando la gravedad y desdibujando su propia presencia en una ilusión envolvente que desconcierta a su oponente. Mientras tanto, esparce partículas de metal en el aire con sus disparos, un recurso letal que se convierte en su arma secreta.

Sin embargo, Hades no se deja intimidar. Responde con su propia técnica supremamente poderosa, el Persephone Kallichoron, el "Martillo del Inframundo". Con una fuerza imparable, el dios del inframundo se eleva en el aire antes de descender en picada hacia su enemigo con una velocidad que desafía toda lógica. El suelo de la arena del Valhalla tiembla ante el impacto inminente, mientras la onda de choque amenaza con desgarrar la realidad misma.

"¡Es hora de que sientas el verdadero poder de los dioses!" grita Hades con ferocidad, su voz resonando como el trueno en la tormenta mientras desciende hacia Hajime con una velocidad impresionante.

La batalla alcanza su punto culminante cuando Hades y Hajime chocan en un choque titánico de fuerza y habilidad. Las chispas vuelan en todas direcciones, y el suelo tiembla bajo la presión del enfrentamiento divino. Ambos luchadores están decididos a salir victoriosos, y nada detendrá su determinación en esta batalla épica entre un mortal decidido y un dios inquebrantable.

Hajime, preparado para el impacto, levanta sus brazos recubiertos con piel de diamante en un intento desesperado por resistir el embate. Sin embargo, el poder desatado por Hades es abrumador, y el golpe lo arroja hacia atrás con una fuerza irresistible.

Hajime: ¡Argh!

 Cuando la tecnica  disminuye y el polvo se asienta, Hajime emerge del agujero creado por el impacto, su cabeza empapada en sangre y su brazo humano desgarrado, aunque su determinación sigue ardiente en sus ojos.

Hajime siguio utilizando su mpresionante habilidad para desdibujar su presencia y confundir a su oponente con ilusiones, Hades no se rinde fácilmente. Mientras Hajime lo golpea con una combinación de golpes y disparos precisos, el dios del inframundo contraataca con su propia técnica, el Cornucopia, el "Cuerno de la prosperidad".

Hades ejecuta una hábil finta con su bidente, lo que hace que Hajime se vea obligado a reaccionar. Sin embargo, la verdadera artimaña de Hades viene después: se apoya en una de sus piernas y, con una velocidad sorprendente, eleva la otra en un veloz rodillazo dirigido hacia el rostro de su enemigo. Aunque el golpe no alcanza su objetivo, cumple su propósito como una astuta distracción.

Mientras Hajime se centra en defenderse del rodillazo, Hades aprovecha la oportunidad para analizar más de cerca la técnica de su oponente. Con un movimiento rápido, aprovecha la apertura y embiste con su bidente, logrando herir a Hajime en el hombro con un golpe preciso y certero. El impacto es suficiente para hacer que Hajime desactive momentáneamente su técnica y artefactos, dejando escapar un gruñido de dolor mientras se tambalea por el impacto.

"Hades, eres un adversario formidable, pero no subestimes el poder de la humanidad", gruñe Hajime, su voz cargada de determinación mientras se recompone y se prepara para continuar la batalla.

Con un gruñido de frustración, Hades se prepara para lanzar otro ataque, decidido a acabar con su oponente de una vez por todas. Su bidente brilla con una luz oscura y ominosa, mientras se prepara para desencadenar todo su poder divino contra Hajime.

La arena del Valhalla se convierte en el escenario de una confrontación épica entre la fuerza bruta de un dios y la astucia y determinación de un mortal. Cada movimiento es calculado, cada golpe es preciso, y el destino de ambos luchadores pende de un hilo mientras se enfrentan en una batalla que determinará el curso de la historia.