La batalla inicio con Hajime avanzando con una determinación feroz, sus pasos resonaban en el suelo mientras su mirada estaba fija en su objetivo. Las armas que empuñaba, imbuidas con poderes que desafían lo convencional, emitían destellos eléctricos mientras disparaba balas que eran aceleradas electromagnéticamente hacia su adversario, Hades. Esta técnica no solo aumenta la velocidad de los proyectiles, sino que también les confiere una letalidad excepcional. Las balas, cargadas con una energía casi palpable, destellan con un brillo azulado mientras trazan su camino hacia el objetivo.
Hajime: "¡Te aseguro que esta vez no habrá escape para ti, Hades! ¡Tus días de jugar con la vida de los mortales han terminado!"
Con una precisión milimétrica, Hajime dirige su lluvia de balas hacia Hades desde múltiples ángulos. Las balas rebotan en el terreno, obedeciendo las leyes de la física que dicta su maestría. Algunas encuentran su objetivo directamente, mientras que otras, hábilmente desviadas por el terreno circundante, buscan el ángulo perfecto para impactar al dios del inframundo.
Hades: "Interesante... parece que este mortal tiene algo de ingenio. Pero no será suficiente para enfrentarse a mí."
El estruendo de los disparos se mezcla con el crujido de las balas al rebotar en el suelo, creando una sinfonía de caos y destrucción. Hajime, con una determinación feroz en sus ojos, continúa su asalto implacable, aprovechando cada oportunidad para debilitar a su formidable oponente.
Hades: "¿Es eso todo lo que puedes hacer, Hajime? Me temo que subestimaste mi poder."
A pesar de la intensa ofensiva de Hajime, Hades no se queda inmóvil ante el ataque. Con una maestría que solo un dios puede poseer, el señor del inframundo muestra su dominio sobre su arma divina, el bidente.
Hades: "Es hora de que demuestre mi verdadero poder."
Con un movimiento fluido y poderoso, gira el bidente con una destreza sobrenatural, creando una danza mortal que desafía las leyes de la física. El metal del bidente brilla con una intensidad siniestra mientras corta el aire con una velocidad impresionante. Cada movimiento es calculado y ejecutado con una precisión impecable, como si el arma misma estuviera viva y respondiera a la voluntad de su maestro.
Hades: "No subestimes el poder de un dios, mortal. ¡Es hora de que pagues por tu osadía!"
Cuando las balas de Hajime se acercan, Hades las enfrenta con determinación. Con un giro hábil del bidente, desvía las balas entrantes con una precisión milimétrica, creando un espectáculo impresionante de destreza y poder.
Hades: "Tu esfuerzo es en vano, Hajime. ¡Ningún mortal puede igualarse a la fuerza de un dios!"
Las balas, que antes parecían imparables, son desviadas en su curso, algunas desviadas hacia el cielo nocturno, otras rebotando en el suelo con un sonido metálico.
Pero el dominio de Hades no se detiene ahí. Con un movimiento más amplio, canaliza su poder divino para crear una barrera defensiva de viento a su alrededor. El aire mismo parece responder a su voluntad, formando una muralla invisible que protege al dios del inframundo de cualquier proyectil entrante. Las balas de Hajime chocan contra esta barrera con un estruendo ensordecedor, pero son incapaces de atravesarla, como si chocaran contra una fuerza impenetrable de la naturaleza misma.
Pero la astucia de Hajime es igualmente formidable. Sabiendo que enfrenta a un oponente divino, su volund ha mejorado sus armas con una propiedad única: la capacidad de penetrar incluso las defensas más sólidas. Es por eso que, mientras la primera bala es desviada con destreza por Hades, dos más siguen su trayectoria, deslizándose silenciosamente hacia su objetivo con una determinación inquebrantable.
Hajime: "¡Es hora de que veas lo que un verdadero humano puede lograr, Hades!"
El primer proyectil encuentra su camino a través del aire con una velocidad impresionante, perforando la barrera de viento que rodea al dios del inframundo con un estruendo ensordecedor. El segundo proyectil, como una sombra implacable, encuentra su marca en el costado de Hades, atravesando cualquier resistencia con una facilidad impactante.
Hades: "¡No puede ser...!"
Hajime: "¡Ahora, siente el verdadero poder de la humanidad!"
El dios del inframundo, sorprendido por la rapidez y la ferocidad del contraataque, apenas tiene tiempo de reaccionar antes de que las balas de Hajime hagan contacto. Un destello de dolor cruza su rostro inmortal mientras las balas penetran su defensa divina, recordándole que incluso los dioses no son invencibles frente a la habilidad y la determinación de un hábil combatiente mortal.
Hades: "¡Maldición... has demostrado ser un oponente formidable, Hajime! Pero esto no ha terminado todavía..."
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Shuumatsu no Isekai
FanficLos dioses han decidido exterminar la humanidad por el simple hecho que están perdiendo mucha vida humana en Japón debido a los múltiples rencarnaciones e invocaciones que han surgido a lo largo de la historia ya que no permitirán que otros dioses u...