Shuumatsu no Isekai

Capítulo 44: Aceptando la muerte

El polvo y la magia se disipaban en el campo de batalla, revelando los estragos del enfrentamiento entre Lugh y Hércules. Lugh, exhausto y herido, se mantenía en pie, mientras que Hércules, gravemente dañado, luchaba por mantenerse en pie con determinación.

Lugh: (respirando agitado) Tu fuerza era impresionante, Hércules, pero la astucia siempre prevalecerá.

Hércules: (sonriendo débilmente) Has demostrado ser un adversario formidable, Lugh. Mi destino está en tus manos.

En medio del silencio, Lugh utilizó su Cañón de riel, un ataque superior a Cannon Strike e incluso a Gungnir. Una super arma con balas del tamaño de un rifle que tiene el doble de fuerza que el cañón de un tanque. Concentrar todo ese poder en un punto aumentó significativamente el poder de perforación. Con tanta energía cinética contenida en un objeto del tamaño de una bala, todos los elementos externos podrían ignorarse.

Hércules, no dispuesto a rendirse, utilizó su Apheles Heros ("Puño del gran héroe"). Una vez Heracles activó su duodécimo trabajo, concentró una gran cantidad de poder divino en su brazo, haciendo que este aumentara su tamaño en el proceso. Seguidamente, liberó un potente puñetazo contra su oponente. Este golpe tenía la fuerza suficiente como para crear un cráter masivo.

El choque de ataques (Cañón de riel y Apheles Heros) resultó en el brazo perforado de Hércules y en Lugh herido, con su costado derecho sangrando.

Lugh: (aceptando su destino con dignidad) Tu fuerza ha sido reconocida, Hércules. Este es el fin.

Con movimientos precisos, Lugh transformó su arma en una cuchilla y perforó el pecho de Hércules, poniendo fin a la intensa batalla. Hércules, con su último aliento, dirigió unas palabras de reconocimiento a su oponente.

Hércules: (sonriendo débilmente) Has superado mis expectativas, Lugh. Que encuentres la paz que buscas.

Lugh: (sereno) Descansa en paz, Hércules. Que tu espíritu encuentre la tranquilidad.

Con la muerte de Hércules, el campo de batalla quedó en silencio. Aunque herido y cansado, Lugh se mantenía en pie como el vencedor de esta épica confrontación. La gravedad del momento se apoderó del ambiente, mientras Lugh procesaba la victoria y reflexionaba sobre el costo de la batalla.

Lugh: (susurrando para sí mismo) La astucia y la fuerza... una danza mortal. Que la paz llegue a todos nosotros.

Heimdall:El ganador de esta esplendida sexta ronda es Lugh Tuatha Dé, de parte de la humanidad, los humanos lograron empatar.

Dia Viekone (Prima y prometida de Lugh):

Dia observa la batalla desde las tribunas, sus ojos se llenan de alivio al ver a Lugh victorioso, pero también de preocupación al notar las heridas en su cuerpo. Desde la distancia, grita con fuerza: "¡Lugh, lo has logrado! Has superado a un semidiós. Estamos aquí para ti, siempre. Pero... también me preocupa verte herido. Necesitas cuidarte, ¿entendido?" Sus palabras resuenan en el campo de batalla, buscando llegar a Lugh.

Tarte (Enamorada y asistente de Lugh):

Tarte, desde las gradas, observa la batalla con ojos llenos de admiración y amor. Cuando Lugh sale victorioso, no puede contener su emoción y grita: "¡Lugh! Lo hiciste, ¡ganaste! Ese Cañón de riel y Apheles Heros fueron increíbles. Pero estás herido, necesitas curarte. No sabes lo asustada que estaba, pero siempre supe que eras invencible." Su voz resuena en el aire, expresando su preocupación desde la distancia.

Maha (Hermana adoptiva, Enamorada y asistente Lugh):

Maha, desde las gradas, aplaude con fervor la victoria de su hermano adoptivo. Con una sonrisa de admiración, grita: "¡Ganaste, hermano! Esa batalla fue épica. Pero veo que estás herido. Vamos a ocuparnos de esas heridas juntos. Siempre estaremos a tu lado, sin importar los desafíos que enfrentemos." Desde su posición, envía sus palabras llenas de apoyo y determinación.

Epona Rhiannon (Heroe, Enamorada y amiga de Lugh):

Epona Rhiannon, la heroína rival de Lugh, también observa desde las tribunas. Con una expresión respetuosa, exclama: "Lugh, la batalla fue intensa, pero lograste vencer. La astucia y la fuerza, una danza mortal, como bien dijiste. Aunque nuestras misiones nos coloquen en lados opuestos, siempre valoraré la complejidad de tu espíritu. Ahora, cuida de ti mismo, guerrero." Sus palabras buscan llegar al corazón de Lugh, a pesar de la distancia entre ellos.

Lugh, rodeado por el clamor de sus seres queridos desde las gradas, asiente agradecido por sus palabras y gestos. La victoria, aunque costosa, deja en claro que su camino está marcado por aquellos que comparten su carga y su destino, incluso si no pueden acercarse físicamente en ese momento.

Ares (Triste, deprimido y llorando por la muerte de Hércules):

Ares, el dios de la guerra, observa la escena con tristeza profunda. Sus ojos reflejan la pesadez de la derrota de Hércules, y lágrimas caen por sus mejillas mientras murmura entre sollozos: "Hércules....Has caído en la batalla. La astucia de Lugh ha cobrado un precio alto. Que encuentres la paz en el más allá."

Hermes (Sorprendido):

Hermes, el mensajero de los dioses, observa con sorpresa el desenlace de la batalla. Sus ojos parpadean incrédulos ante la caída de Hércules. Murmura para sí mismo: "Incluso los héroes más fuertes pueden caer. Esta es una verdad amarga. La astucia de Lugh ha cambiado el rumbo de la historia."

Loki (Enojado):

Loki, el astuto dios nórdico, frunce el ceño con ira al presenciar la muerte de Hércules. Sus palabras son cargadas de resentimiento: "¡Maldito sea, Lugh! Has llevado demasiado lejos tus artimañas. Hércules merecía un mejor destino. Esta tragedia no quedará sin consecuencias."

Odin (Serio):

Odin, el padre de todos los dioses nórdicos, observa con solemnidad la escena. Su rostro refleja seriedad mientras reflexiona sobre la batalla: "La muerte de un héroe es siempre un recordatorio de la fragilidad de la existencia. Que Hércules descanse en paz. Lugh ha sellado su destino con esta victoria."

Shiva (Sorprendido):

Shiva, la deidad hindú, observa con sorpresa el desenlace de la batalla. Su expresión refleja la asombrosa dualidad de la vida y la muerte. Dice con calma: "La danza cósmica de la creación y la destrucción continúa. La victoria de Lugh ha cambiado el curso de las cosas de manera irreversible."

Castor (Amigo de Hércules):

Castor, amigo cercano de Hércules, mira con incredulidad y pesar la muerte de su compañero. Su voz tiembla mientras habla: "Hércules, amigo, has dejado un vacío imposible de llenar. Lugh ha ganado, pero a un costo doloroso. Que encuentres la paz, amigo mío, en los campos eternos de la gloria."

Con estas palabras, Lugh se alejó del campo de batalla, dejando atrás la epopeya que lo había llevado a enfrentarse a un semidiós. Mientras caminaba, su mente se perdía en pensamientos sobre el deber, la moral y la complejidad de su vida, guiada por el juramento que había hecho de proteger a los inocentes y encontrar una alternativa para salvar al héroe.