Capítulo 19: Despliegue del Tridente Divino

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Poseidón, sosteniendo su tridente con majestuosidad, desató una serie de técnicas formidables. "Amphitrite", el tridente legendario del dios del mar se movía con precisión y velocidad, lanzando estocadas rápidas y circulares que desafiaban la agilidad de Tanya.

Poseidón: (con desdén) ¿Pretendes esquivar esto, humana? Mis movimientos son inigualables.

Tanya, reconociendo la amenaza, no dejó que la confianza de Poseidón la intimidara. Con determinación, activó su Oración/Magia de la Bendición, un poder que mejoraba sus habilidades a niveles sobresalientes.

Tanya: (con una sonrisa desafiante) ¿Crees que tu tridente es suficiente para vencerme, Poseidón? Prepárate para experimentar la verdadera magnitud de la magia humana.

La teniente coronel canalizó su magia, concentrando una energía explosiva en su mano. Con un movimiento rápido y preciso, lanzó un poderoso hechizo hacia Poseidón, creando una explosión deslumbrante en el campo de batalla. La onda expansiva desafió las leyes de la física, haciendo que el agua y la magia se mezclaran en una danza caótica.

Poseidón, momentáneamente sorprendido por la fuerza del ataque, resistió la presión de la explosión con su divina resistencia. Sin embargo, Tanya sabía que necesitaba más para derrotar a un dios.

Tanya: (con frialdad) ¿Eso es todo lo que puedes aguantar, Poseidón? La verdadera diversión acaba de comenzar.

La explosión se disipó, revelando la silueta de Poseidón, aún de pie, pero claramente afectado por el poder del hechizo. El agua se agitaba a su alrededor, y Tanya, con su magia potenciada, se preparó para el siguiente acto de esta batalla mágica.

Poseidón: (con rabia) Tu magia no me derrotará, humana. ¡Te haré pagar por este atrevimiento!

La confrontación entre Tanya y Poseidón alcanzó un nuevo nivel de intensidad, cada uno desplegando sus habilidades más formidables. El campo de batalla, marcado por la explosión y la magia liberada, se convirtió en el telón de fondo de esta épica lucha entre la astucia humana y la fuerza divina.

En el silencio que siguió a la explosión, Poseidón emergió de las aguas agitadas, su mirada llena de furia contenida. Tanya, en su actitud desafiante, se preparaba para el próximo intercambio de ataques.

Tanya: (con arrogancia) ¿Listo para rendirte, Poseidón? No parece que tu divinidad esté ayudándote tanto como pensabas.

Sin embargo, la respuesta de Poseidón fue un ataque sorpresa. Con una velocidad inigualable, el dios del mar realizó un movimiento hábil y certero con su tridente, perforando el costado izquierdo de Tanya. Un estallido de dolor recorrió el cuerpo de la teniente coronel, pero no la hizo retroceder.

Tanya: (gritando de dolor) ¡Maldición!

Poseidón: (con una risa malévola) No subestimes la fuerza de un dios, humana. Tu tiempo se acaba.

El padre de todos, Odin, observa con una mezcla de intriga y respeto la confrontación entre una humana, por más excepcional que sea, y uno de los dioses más antiguos. Aunque su lealtad está con los suyos, no puede evitar admirar la audacia de Tanya y la habilidad de Poseidón.

Loki: Loki, siempre disfrutando del caos, sonríe al ver cómo la situación se complica. La astucia de Tanya y la ferocidad de Poseidón le resultan entretenidas. Ve en esto un enfrentamiento que podría desencadenar consecuencias inesperadas, lo cual siempre le agrada.

Ares: El dios de la guerra, Ares, observa la batalla con un interés palpable. La combinación de habilidades tácticas y poder divino le resulta intrigante. Aunque su lealtad natural está con Poseidón, no puede evitar sentir admiración por la valentía de Tanya.

Shuumatsu no IsekaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora