La boda del lobo y el león.

1.1K 111 9
                                    

¡Buenas...! Aviso desde ya que es un cap más corto de lo usual, realmente solo muestra la boda de forma muy breve (no quise extenderme con otra boda, cuando en el cap anterior tuvimos la de Ned y Ashara), así que sin más les dejo esto.

Espero disfruten.

-x-

Cersei III.

La ceremonia fue más rápida de lo prevista.

Había entrado en el bosque de dioses de los Stark con un magnifico vestido de terciopelo escarlata con filigrana de oro, y una pesada capa a sus espaldas. La niebla era tan densa que solo se veían los árboles más cercanos, y más allá, sombras altas y luces tenues. Las velas titilaban al borde del sendero serpenteante y entre los árboles, como luciérnagas blancas que flotaran en un cálido puré gris. Aquello parecía un inframundo extraño, un lugar intemporal entre universos, donde los condenados vagaban pesarosos antes de encontrar el camino de descenso hacia el infierno al que los habían hecho acreedores sus pecados.

«Hay algo escalofriante aquí. ¿Nadie se da cuenta acaso? Sombras. Veo sombras que bailan». El árbol corazón apareció ante ellos con sus ramas huesudas extendidas. Las hojas caídas rodeaban el grueso tronco blanco en montones pardos y rojizos. Allí se encontraba Aryan Stark, tan guapo como el sueño de cualquier doncella, con unas botas alta hasta el muslo de cuero negro lustroso y un jubón de terciopelo azul oscuro con filigranas plateadas, y una cadena de rubíes y cabezas de león.

Una sonrisa bailaba en su rostro.

-¿Quién viene ante los dioses del bosque?

La que hablaba era... «¡Dioses benditos!». Era una pequeña niña, de aspecto joven, más baja que Cersei; se cubría la piel, moteada como la de una cierva, con una capa de hojas. Tenía unos ojos extraños, grandes y vidriosos, dorados y verdes, con la pupila vertical de los gatos. Pero su voz era de mujer, aguda y melodiosa, impregnada de una musicalidad extraña que nunca había oído en nadie, y tan triste que desgarraba el corazón.

Su pelo era una maraña de colores otoñales, castaño, rojo y dorado, con enredaderas, ramitas y flores secas enzarzadas. Tenía tres dedos y un pulgar, con garras negras en vez de uñas. «¿Una Hija del Bosque?». En la Ciudadela de Antigua nadie ponía en duda que habían existido pero todos afirmaban que estaban extintos, y no había pruebas de lo contrario.

«Pero esta...». Cersei vio a Lord Stark, cuya sonrisa era más pronunciada. Había escucho historias de la corte de Lord Stark, una mescolanza de místicos, eruditos, artistas y mendigos, pero nadie había mencionado aquello, ¿o lo habían hecho y ella lo ignoro? Justo ahora no estaba tan segura. «¿Qué rumores son ciertos sobre usted, mi señor? ¿Y cuáles no?». Tendría que descubrirlo.

-Cersei de la Casa Lannister se presenta para contraer matrimonio-Lord Tywin ni siquiera parpadeo ante la extraña criatura-. Es una mujer adulta que ya ha florecido, es de nacimiento legítimo y alta cuna, y acude a rogar la bendición de los dioses.

-¿Quién viene a pedirla?-pregunto la diminuta mujer.

-Yo-respondió Lord Stark-, Aryan de la Casa Stark, Guardián del Norte, Señor de Invernalia y del Valle Oscuro, rey de Essos; yo la pido.

-¿Y quién la entrega?

-Tywin de la Casa Lannister, Señor de Roca Casterly, Guardián del Oeste y Escudo de Lannisport, su padre.

La niña alzo sus ojos de gato hacía ella, y Cersei resistió el impulso de retroceder.

-¿Toma a este hombre, Lady Cersei?

Cersei se volvió hacía Aryan Stark. Tenía ojos de un bonito color, y un cabello que cualquier otra mujer amaría acariciar. Pero la barba... «¿Stark se afeitara si se lo pido?». Esperaba que sí; no soportaba la visión de la barba, se le hacía espantosa. «En las noches, cuando me tome, solo tengo que cerrar los ojos y pensar que es Jaime», barajo ella, y al instante desecho esa idea. Era muy arriesgado. «Entonces pensare que es Rhaegar».

Se Acerca el InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora