Se Acerca el Invierno

Familia, deber, honor.

¡Buenas, buenas! Como prometí, cap con Lady Catelyn.

Sí les gusta, dejenme saber sus opiniones y les agradecería su voto.

Disfruten.

-X-

Catelyn Tully I.

-Fue una locura, Cat. Una completa locura.

Ser Brynden Tully, su tío, parecía más anciano de lo que ella esperaba. Se había despojado de la magnífica armadura que llevaba cuando partió de Aguasdulces, una quincena antes, y lucía en cambio las prendas de cuero ligeras propias de un jinete. El pez de obsidiana que llevaba siempre como broche de su capa no estaba por ningún lado.

-¿Y mi padre?-pregunto Catelyn, con el corazón en la boca.

-Herido y prisionero-respondió Ser Brynden-. Los Stark cayeron sobre nosotros, Cat, desde todos lados. No quiero llamarlo batalla, porque no fue eso. Fue una masacre.

Lysa chillo y se puso más pálida que la leche. Edmure tartamudeo. Hasta hace unos días la idea de la guerra le parecía emocionante, algo que celebrar con banquetes y canciones. Cat lo compadecía; su hermanito tenía diez años apenas, y evidentemente no sabía nada de cómo funcionaba el mundo.

-Cuéntanos que paso, tío-suplico Catelyn-. Te lo imploro.

Temía lo que estaba a punto de escuchar.

-Teníamos posiciones fuertes en la Colina de Alto Corazón, donde el terreno elevado compensaría nuestra desventaja numérica frente a los Stark-dijo Ser Brynden Tully-. Hoster lo sabía. Sabía que teníamos que quedarnos allí y resistir, por lo menos hasta que Lord Steffon llegase con los refuerzos del sur. Pero Hoster es un idiota testarudo, y aun le guarda cierto rencor a Lord Stark por despreciar tu mano, así que en contra de mi buen consejo, decidió subestimar a Lord Aryan. Siendo francos, tenía buenos motivos para hacerlo. Lord Stark había enviado avanzadillas que derrotamos fácilmente, y cuando adelanto a un cuerpo de ejército entero, yo mismo logre poner en fuga a más de diez mil soldados norteños.

»Sin duda, Hoster creía que la supuesta habilidad de los ejércitos norteños era solo habladuría, pero a mí no terminaba de convencerme. Aun así, comande la vanguardia de tu señor padre cuando decidió abandonar Alto Corazón para enfrentar a Lord Stark en campo abierto. Fue una trampa, por supuesto. Stark había fingido ser débil para sacarnos de un terreno ventajoso, y nosotros habíamos caminado justo hacía donde nos quería. Los norteños atacaron con un fuerte puño de acero y separaron a la caballería de la infantería, y fue entonces cuando Stark envió a sus lobos y sus elefantes. Hasta los corceles mejor entrenados enloquecieron. Los caballeros murieron pisoteados en sus pabellones, y la chusma despertó aterrada y salió huyendo, incluso tiraron las armas para correr más deprisa.

«Es peor de lo que pensaba».

-Los ejércitos de Stark extendían sus líneas hacía el este y el oeste, y era cuestión de tiempo antes de que nosotros terminásemos rodeados. Para ese momento Hoster ya se había dado cuenta de lo mal de nuestra situación, así que ordeno la retirada. Sabíamos que el camino hacía Aguasdulces estaba bloqueado, pero aun nos quedaba Alto Corazón. O eso creíamos. Cuando tratamos de escalar la colina, nos sorprendimos al descubrir que Brandon Stark se había instalado allí. Se había colado justo detrás de nuestra retaguardia, y ahora teníamos ejércitos enemigos al sur, al este, al norte y al oeste. Lord Blackwood escogió ese preciso momento para cambiarse de bando y tomo prisionero a tu señor padre, lo que termino por sellar nuestra derrota.

»Como dije, fue una masacre. Sí hubo diez mil ribereños muertos, yo diría que fueron pocos. Los lobos de Stark le desgarraron la garganta a Norbert Vance, y a tres de sus hijos. Lord Smallwood está muerto, igual que Lord Grell, Lord Charlton y Lord Perryn. Esos fueron los que vi. Los demás son ahora prisioneros, todos los señores y caballeros, además de todos nuestros soldados que hayan sobrevivido.