El Torneo de Harrenhall.

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¡Buenas...! Estamos de regreso con otro capitulo, al lugar donde todas las sonrisas murieron.

Para que se ubiquen, la boda de Aryan y Cersei, es decir, el cap anterior, transcurrió a principios del año 281 DC y el torneo de Harrenhall ocurre a finales del año 281 DC, o sea, como diez meses de diferencia entre ambos.

Sin más, disfruten.

-X-

Harry XXI.

Las justas empezaron con la salida del sol. Harry acudió en compañía de Lyanna y Myranda, las dos bostezando, al inmenso escenario que los sirvientes de Lord Walter Whent llevaban días preparando, donde habían erigido no menos de un millar de magníficos pabellones de seda de muchos colores. Brandon se despidió de ellos para ir a ocupar su lugar en las lides; Aryan le deseo suerte, y Myranda lo beso en las mejillas.

Los escuderos de Harry, Daven y Damion Lannister, fueron con Brandon para ayudarlo a prepararse.

Ned se les unió después, cuando ya ocupaban sus lugares, entre los grandes señores y las damas de alta alcurnia. Traía de un brazo a Lady Ashara, tan hermosa como siempre, en un vestido de seda verde, que no ocultaba la ligera curva de su embarazo.

Cada vez que veía el vientre abultado de su cuñada, Harry no podía evitar una sonrisa. «La familia se expande, la manada crece». Brandon ya tenía a Myranda, y Talia de Volantis había dado a luz a otra niña, Alys Nieve, y si bien ninguna era de legitimo nacimiento, Harry las adoraba. Ned y Ashara tendrían pronto a su propio hijo, y Cersei...

«Por extraño que parezca, estoy encariñado con ella». No era amor, ni de cerca pero le caía bien, y estaba embarazada con su vástago, así que Harry la quería aún más por eso. Cersei Lannister, a diferencia de Ashara Dayne, no había acudido al torneo de Harrenhall, por su avanzado estado de embarazo. «La niña nacerá mientras yo estoy fuera». Era una niña, lo sabía, porque para un mago era fácil identificar ese tipo de cosas pero nadie más que él estaba enterado. A Cersei la dejo al cuidado de Sauce y Marwyn, y se prometió que estaría presente para el nacimiento de su siguiente hijo.

En cualquier otra circunstancia jamás habría abandonado Invernalia mientras su señora esposa estaba tan cerca del término del embarazo pero era necesario. «Sí el príncipe Rhaegar hará un movimiento, necesito saberlo al instante».

-¡Ya van a empezar, tío!-chillo Myranda con deleite, y Harry y Lyanna se echaron a reír.

Benjen parecía incluso más emocionado que Myranda. Harry se alegraba mucho de verlo después de casi un año lejos, pero le aseguro que en Fuerte Rojo todos lo trataban muy bien, y que Lord Redfort y sus hijos eran gentiles y honrados. Las trompetas sonaron y los heraldos comenzaron a anunciar a los justadores.

Vieron pasar a caballo a los héroes de mil canciones, cada uno más fabuloso que el anterior. Rhaegar Targaryen lucía magnifico, con una armadura negra que tenía el dragón de tres cabezas tachonado en rubíes. Todos los caballeros de la Guardia Real, excepto Jaime Lannister, lucían armaduras del color de la leche y capas tan blancas como la nieve recién caída. Ser Jaime había sido enviado al sur, a Desembarco del Rey, después de su admisión en la hermandad el día anterior. Los cuatro hijos de Lord Whent, que anunciaban a vivas voces sus intenciones de ganar.

Había cientos de jinetes; había caballeros de los Dedos, de Altojardín y de las Marcas de Dorne, jinetes libres y escuderos recién ascendidos a los que nadie había dedicado canciones, estaban los hijos más jóvenes de grandes señores y los herederos de las casas menores. Lord Gulian Swann. Príncipe Oberyn Martell. El primo de Bronce Yohn, Néstor Royce, con una armadura plateada con incrustaciones en bronce de las mismas runas arcanas que protegían a su pariente. Baelor Hightower, el heredero de Lord Leyton. Jasón Mallister, de índigo y plata. Myles Mooton. Elbert Arryn. Nada menos que treinta y un Frey del Cruce: hijos y nietos del anciano Lord Walder Frey, que acudía para verlos competir.

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