¡Buenas!
Aquí les dejo otro cap.
-X-
Aryan XXVIII.
Antigua lucía realmente hermosa ante las luces del amanecer. Le recordaba más a Inviernas que a Desembarco del Rey, porque cada calle, plaza y callejón era de piedra. Al oeste del Vinomiel, las casas de los gremios bordeaban la ribera como una hilera de palacios. Río arriba, las cúpulas y torres de la Ciudadela se alzaban a ambas orillas, conectadas por puentes de piedra llenos de habitaciones y estancias. Río abajo, bajo los muros de mármol negro y las ventanas en forma de arco del Septo Estrellado, las mansiones de los píos se arracimaban como niños en torno a los pies de una anciana rica.
Y más allá, donde el Vinomiel se ensanchaba para transformarse en el Canal de los Susurros, se alzaba Torrealta, con sus almenaras brillantes pese al amanecer. Desde el lugar donde se encontraba, en la cima de los riscos de la Isla Batalla, su sombra cortaba la ciudad como una espada. Era allí donde vivía Lord Leyton Hightower, que había decidido no unirse a sus hijos cuando las fuerzas de Antigua se sumaron a las de Altojardín, prefiriendo quedar a cargo de la defensa de la ciudad.
Poco quedaba de los cultivos, huertos y granjas que en otros tiempos habían rodeado a Antigua; lo único que encontraron lord Aryan y sus ejércitos en las colinas ondulantes que daban acceso a la ciudad fue barro y ceniza, y en ocasiones, las ruinas calcinadas de casas y molinos. En aquel erial crecían espinos y matorrales, pero nada parecido a un cultivo. Había huesos por doquier. Casi todos eran de oveja, pero también los había de caballo y de vaca, y también se veía alguna que otra calavera humana o un esqueleto sin cabeza con hierbajos entre las costillas.
Todo eso se debía a Lord Allem Dayne. Había sido el único de los vasallos que Doran Martell que no disolvió sus ejércitos luego de la ejecución del príncipe Lewyn, y en su lugar, cruzo las Montañas Rojas para atacar el Dominio. Cuando Aryan llego a Antigua descubrió que Lord Dayne ya tenía una quincena fuera de las murallas de la ciudad, con cuatro mil lanceros, después de cebarse de las tierras de Hightower.
Cuando Lord Tarth y Lord Swann, que tenían el mando de los tormenteños, y Lord Aryan Stark, con sus norteños, sumaron sus fuerzas a las de Dayne, reunían una cantidad temibles de soldados. Cerca de cuarenta mil soldados entorno a los muros de la ciudad, y había arietes, catapultas y torres de asedios, entre los caballos y los elefantes. Las flotas del Rejo estaban atrapadas en el Canal de los Susurros, bloqueadas por las flotas de los Stark.
Antigua y el Rejo eran los últimos vestigios del reinado del Rey Loco. Una vez cayesen, Lord Aryan podría enfocar todas sus atenciones en Balon Greyjoy. «No es un gran peligro para el Norte pero si una gran molestia».
-¡Lord Stark!
Era Lord Dayne. Cabalgaba hacía él bajo el purpura de su Casa, con la espada y la estrella fugaz.
-¡Lord Dayne! Qué bueno verlo de nuevo.
-Lo mismo digo, mi señor. Por fin ha llegado.
-Lord Hightower no se ha rendido-observo Aryan con curiosidad-. Yo esperaba encontrar las puertas de la ciudad abiertas.
Lord Dayne frunció el ceño.
-Lord Leyton jamás se rendirá ante mí, mi señor. Hay demasiada mala sangre entre nuestras casas, porque los Dayne hemos saqueado Antigua una docena de veces en el curso de los siglos. Pero ahora que usted está aquí... ¿Les dará la oportunidad de rendirse? ¿Les tomara juramentos de lealtad?
-No, ¿Cómo cree?-exclamo Aryan-. Los juramentos de lealtad se hacen ante el Rey, que está en el Norte. Hasta que Su Majestad no baje del Cuello, lo máximo que puedo hacer es tomarlos como prisioneros. Por supuesto, los liberare una vez que sean bienvenidos en la paz del rey.
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Se Acerca el Invierno
FanfictionHarry Potter dejo este mundo..., pero como el Amo de la Muerte, tiene deberes que cumplir. Y los Siete Reinos de Poniente lo necesitan ahora, al ver que el Enemigo llega desde las Tierras del Eterno Invierno. Deberá sobrevivir al Juego de Tronos y g...