¡Buenas! Disculpen la demora, obligaciones de la vida mundana no me dejaron escribir demasiado.
Entonces, entramos en la temática de la boda entre Aemon y Joanna, que tendrá este capitulo y otros dos más, y serán el punto culminante de la rivalidad entre Grises y Naranjas.
Espero lo disfruten.
-X-
Harry XXXIV.
Con cada vez mayor frecuencia, Harry soñaba con la Larga Noche.
«Se acerca el invierno-pensó Harry, estremeciéndose como cada vez que decía esas palabras, incluso en su mente. El sueño no había sido demasiado diferente de los otros: una oscuridad sepultaba al mundo, y con ella, llegaban los Otros arrasando todo a su paso hasta que lo único que veía era Invernalia, reducida a ruinas-. Y cuervos. Hay muchos cuervos».
Se preguntó porque después de tantos años de silencio, Lord Cuervo de Sangre decidía aparecer otra vez.
«Es igual-se dijo, apartando las mantas a un lado. Tenía cosas más importantes de las que preocuparse que Brynden Ríos-. Pero primero, la boda-La boda entre Joanna y Aemon tendría que calmar las cosas entre los Grises y los Naranjas-. Y nuestra atención estará fija en el norte». Porque lo único que importaba estaba en el Lejano Norte.
Se vistió en silencio. Los sirvientes le habían dejado la ropa para aquel día ya lista: un jubón de terciopelo gris oscuro con hombreras acolchadas y mangas abombachadas con cortes que dejaban ver la seda blanca del forro, con capa de ribete de seda. La capa se la sujetaba con broches de plata en forma de cabezas de lobos, mientras que de su cuello colgaba una cadena de oro blanco con diamantes.
Cersei no estaba a la vista, así que estaba solo, pero no se sorprendió. Su señora esposa se había levantado bien temprano, antes de la salida del sol, para ayudar a preparar a su hija para aquel día. «La Joanna Stark que tome al príncipe Aemon Targaryen como esposo tendrá que inspirar mil canciones-le había dicho Cersei a su hija, unos días antes-. Tu boda despertara la envidia de los mismos dioses».
«Y en ese sentido, todos vamos bien encaminados». La boda tendría lugar apenas aquella mañana, pero había sido precedida por una quincena de fiestas, banquetes y espectáculos, un inmenso despliegue de las riquezas de la Casa Stark. Y lady Joanna llego a la ciudad en medio de aquella fanfarria, con una procesión entre la que se contaban cientos de bailarines, cómicos, magos, malabaristas, actores, cantantes, poetisas, bardos e instrumentistas, cada uno con ropas de terciopelo y seda, bajo los pesados estandartes de los Stark, y sobre caminos recubiertos por pétalos de flores.
La dama iba con sus hermanas y primas sobre elefantes, en castillos de oro chapado con gemas de luz de luna, saludando a las multitudes de curiosos. Los caballeros y soldados de lord Stark escoltaban al sequito a lomos de hermosos caballos blancos, con armaduras resplandecientes y largos gallardetes de seda. Centenares de sirvientes trataban de seguirles el paso entregando los presentes de la novia al pueblo: unos, repartían sacos de monedas; otros, alimentos y vino; encajes, sedas y terciopelos; e incluso exquisitos medallones de oro en forma de rosas del invierno, con retratos en miniatura dentro, todos representando a lady Joanna.
Y allí por donde ella pasaba, había aplausos y gritos.
El pueblo la amaba: no la conocían, pero la amaban. ¿Y cómo no hacerlo? Era hija de lord Aryan Stark, el más grande y generoso de todos los señores del reino; nieta de lord Tywin Lannister, que rigió los Siete Reinos durante veinte años con gran justicia y prudencia; su tía era la Benévola Reina Lyanna, y sería esposa del Príncipe Aemon, ambos bien amados por los comunes.
«Solo con eso la boda doble entre los Tyrell, los Baratheon y los Targaryen ya quedo muy atrás». Harry decidió ignorar lo mucho que les estaba costando aquella celebración: cientos de miles de dragones dorados. «Es una suerte que la boda de Joffrey la pague Roca Casterly». Había sido su idea celebrar ambas bodas en simultaneo, pero no sería posible: Joanna se casaría en un bosque de los dioses, y Joffrey, en un septo. «Y encima, cada uno debería casarse en las tierras que gobernaran en su debido momento».
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Se Acerca el Invierno
FanfictionHarry Potter dejo este mundo..., pero como el Amo de la Muerte, tiene deberes que cumplir. Y los Siete Reinos de Poniente lo necesitan ahora, al ver que el Enemigo llega desde las Tierras del Eterno Invierno. Deberá sobrevivir al Juego de Tronos y g...