Se Acerca el Invierno

El Demonio del Valle Oscuro.

¡Buenas!

Realmente ando inspirado con los capítulos de la Guerra de los Cinco Reyes, así que por ello hay actualizaciones constantes.

Pregunta: ¿Ya saben quienes son los cinco reyes?

-X-

Aryan XXVI.

Aryan contemplaba las llamas del brasero mientras Daven le leía la carta enviada por Leyton Hightower, Señor de Antigua.

-Lord Quellon Greyjoy ataco Corona Negra, y retuvo a Lord Bulwer y su familia como rehenes, cebándose con sus tierras y riquezas. Las Casas Redwyne y Hightower recuperaron el castillo después de intensos combates, donde los invasores perdieron más de un millar de hombres y medio centenar de barcoluengos. Lord Greyjoy está muerto. La Flota del Hiero huye de regreso a las Islas del Hierro. Pronto Lord Redwyne recuperara las Islas Escudo.

Daven carraspeo.

-Es todo, mi señor.

-Bien.

«¿Con que motivo exacto me escribe esto Lord Leyton? ¿Busca intimidarme?». Pero lo cierto era que la muerte de Lord Quellon complicaba todo, y ahora tenía que hacer cambios en sus estrategias. Sí era cierto que la Flota del Hierro regresaba a las Islas del Hierro, nada impediría a Lord Redwyne moverse finalmente del Rejo, para hacer frente a Ned. «¿Por qué tuviste que morirte, Quellon?».

Las noticias del Dominio eran más maravillosas con cada cuervo que llegaba, hasta ese último mensaje. Lord Greyjoy ataco primero las Islas Escudo, y mato a Lord Hewett, y a los herederos de Lord Chester y Lord Serry. Tanto Chester como Serry eran prisioneros en su propio castillo, mientras que Lord Grimm había huido a Altojardín, pero los Hombres del Hierro no se conformaron con eso. Saqueaban con virulencia Mander arriba, casi a la altura de Altojardín, donde Lord Mace ya tenía más de cien mil soldados, en una hueste que no dejaba de crecer; incluso habían llegado a atacar el Rejo y las islas pequeñas que lo rodeaban. Lord Redwyne los había enfrentado en una docena de pequeñas batallas, nada decisivas, donde había perdido una veintena de barcos. También llegaron informes de que Lord Quellon se atrevía a enviar barcoluengos río arriba por el Sonido Susurrante, hacia Antigua.

«Pero si los Greyjoy se están retirando del Dominio, entonces Hightower y Redwyne son libres de unirse a Tyrell». La amenaza sobre el Rejo y Antigua había obligado a Lord Paxter y a Lord Leyton a retener sus fuerzas en casa, en lugar de unirse a su señor feudal.

-¿Mi señor enviara una respuesta?-pregunto Daven.

-No a Lord Leyton-dijo Harry-. Pero si necesitare papel, una pluma y tinta.

Cuando Daven le trajo todo aquello, se puso a la labor de inmediato. Tras muchas jornadas extenuantes, el Canal del Cuello finalmente está operativo, así que ordeno transferir más barcos desde Puerto Blanco hacía el Mar del Ocaso. Inviernas e Invernalia tendrían que conformarse con la Guardia Civil para su defensa, mientras que todo el Noveno Ejército tendría que distribuirse a lo largo de las fortalezas y torres de vigilancia en la Isla del Oso, la Costa Pedregosa, Cabo Kraken, Bosquespeso, Essaria y Punta Dragón Marino.

Si lo peor llegaba a pasar, todavía habría diez mil soldados más en Foso Cailin pero no movería esas fuerzas de allí. Foso Cailin, el Canal del Cuello y Starkport eran demasiado importantes estratégicamente como para atreverse a relajar su defensa. Escribió órdenes a Ser Tygett para que reforzase la guardia.

Daven pareció sorprendido.

-¿Usted cree que la Casa Greyjoy nos traicionara?

-Querido muchacho, Lord Quellon era un buen hombre, y espero que los Dioses del Bosque lo tengan en su gloria, pero es Lord Balon quien gobierna las Islas del Hierro ahora. Lo conocí una vez, en Invernalia, durante las celebraciones de mi vida, y no se parece en nada a su padre. Eso sí, astucia y ambición no le faltan. Tal vez yo sea paranoico, y Lord Balon solo pretenda retirarse de la guerra... Pero me niego a dejar tanto al azar.