Un vestido nuevo cubría mi cuerpo, este era azul cielo haciendo resaltar aun más mi cabello y los zapatos eran los mismos.
Mientras el auto con chofer que habían enviado para nosotras nos guiaba por la ciudad hacia el edificio de C & R, Nath tomó mi mano y me hizo mirarla.
—Ammm, no te dije algo —susurró mirando hacia el chofer para ver si nos prestaba atención.
Al ver que no era así continuó.
—Ellos comparten a una mujer —me dejó saber —no sé si has escuchado hablar de Alisha Heish, es una diseñadora de modas y aunque está en ascenso aun, es muy reconocida.
Claro que la conocía, había usado uno de sus vestidos no hacía mucho tiempo.
—Vaya —susurré.
El auto había estacionado frente al edificio y aunque estaba desesperada por bajar esperé que el chofer nos abriera la puerta.
Al bajar mis ojos se fueron hacia arriba observando el maravilloso edificio, definitivamente quería que esos hombres crearan el edificio en donde pondría mi cede.
Con pasos seguros nos acercamos a recepción y la mujer revisó una lista que tenía en sus manos antes de acercarse con una sonrisa.
—Señorita Heder y Smith, es un gusto tenerlas con nosotros, las invito a pasar al ascensor del fondo y vayan al último piso.
—Gracias.
Después de una suave sonrisa Nath y yo nos dirigimos hacia el ascensor y en cuanto entramos y presionamos el último piso ambas cejas se elevaron al ver que la maravilla era de cristal. Definitivamente quería uno.
Al mirar hacia mis pies una bonita alfombra cubría el piso y aunque intenté evitarlo no pude obviar mi cara maravillada ante las vistas.
El edificio era considerablemente alto y definitivamente no necesitaba uno grande, con veinte pisos estaría bien para tener en cada piso los administradores remotos de cada compañía que tendré que administrar cuando todo acabe.
Cuando el ascensor se detuvo ambas salimos de él y nos encaminamos hacia la recepcionista en el lugar.
—Pueden pasar, las están esperando.
Yo asentí en su dirección antes de continuar hacia la oficina y adentrarme en ella sin tocar, después de todo nos estaban esperando.
—Buenas tardes —saludamos ambas.
—Disculpen la tardanza, nuestro avión se retrasó unos minutos —explicó Nath acercándose para saludar al primero de ellos de cabello castaño.
—Solo son quince minutos, pero me alegra que lo tengan en cuenta —la voz del segundo era grave y varonil y su cabello negro caía a un lado casi lacio.
—Calliope Heder, un placer —yo tendí mi mano para saludarlos y él sonrió amablemente.
—Ashton Calen, su arquitecto.
—Cameron Relish, su ingeniero.
Yo saludé a ambos antes de sentarnos, pero justo antes de que eso sucediera una mujer muy hermosa de cabello color chocolate entró en el lugar haciendo resonar sus tacones.
—Se supone que no intervendría, pero la vi en la recepción y debo decirle que su cuerpo es perfecto —ella tendió su mano para saludarme y sonreí sintiendo el sonrojo en mis mejillas.
—Oh, gracias.
—Alisha Heish, un placer, Señorita Heder —yo hice un ademán con mi mano libre.
—Puedes decirme Calliope y el placer es mío —ella me dio una media sonrisa.
—Sé que esto resultará incómodo después de tanto tiempo, pero debo decirlo, pues así fue como te conocí —ella suspiró aun sosteniendo mi mano con ambas de las suyas —ese maldito discurso que hiciste para tu difunto esposo fue lo mejor que he escuchado en años.
Yo sonreí orgullosa recordando esos días. Y aunque no todo ahí fue bueno, ese discurso era una de las pocas que podía recordar, aunque eso acarreara los recuerdos de su sangre cubriendo mis manos.
—Gracias, supongo.
—Y con respecto a lo de tu cuerpo ¿Cuándo te confeccionamos un vestido? —sonreí suavemente.
—Hay uno es especial que necesito, pero no lo usaré hasta que el edificio no esté terminado y no sé cuanto tiempo pueda tardar eso.
—Tres meses —mi ceño se frunció y me di la vuelta para mirar a Cameron.
—Es simple, señorita Heder, hay dinero suficiente y nosotros tenemos las conexiones para obtener los permisos más rápido, sin mencionar que el edificio tiene ya veinte pisos hechos y para el diseño solo necesitamos cinco más, es algo que se puede terminar en poco tiempo —yo mordisqueé mi labio inferior antes de inclinarme para ver la maqueta sobre el escritorio.
Era pequeña, pero se apreciaba todo de forma perfecta y jadeé maravillada.
—Si hay un ascensor de cristal —susurré.
Ashton sonrió y yo negué analizando los detalles.
El edifico era en forma de espiral en la parte de afuera, repleto de cristales por todos lados y debajo hasta los jardines estaban colocados.
—Debajo del edificio inicial hay un estacionamiento muy grande, no hay mucho que arreglar ahí, solo remodelar y la estructura del edifico es buena, vi sus planos y la información que la señorita me envió, aunque obviamente haré un nuevo análisis de la estructura cuando viaje a Detroit —yo asentí mientras continuaba mirando la estructura.
—Me gusta —susurré —demasiado ¿a ti te gusta, Nath?
Ella se acercó y observó la maqueta, pasó sus dedos por los bordes y se dobló levemente para observar el edificio y su estructura.
—¿Será blindado? —cuestionó y Ashton levantó una ceja, luego sonrió al saber que ella había descubierto su secreto.
—¿Cómo lo sabe? —ella se encogió de hombros.
—Hice mi tarea, no traería a Calliope con cualquier constructora.
—Sí, será blindado si así lo quieren.
—Sí, que sea blindado —confirmó y Ashton se inclinó para teclear algo en un Tablet junto a él.
Nath observó una vez más la maqueta y asintió para si misma.
—Si, me gusta.
—¿No quieren cambiar o agregar nada más? —yo negué.
—¿Es muy necesario hacer cinco pisos más? —él asintió.
—Hay estructuras muy variadas en los alrededores, quiero que esta en especial destaque, nunca he hecho un trabajo en Detroit, por lo tanto, este primer edifico ayudará a expandirme, entonces, los edificios alrededor tienen menos de veinte pisos, necesito esos cinco pisos más para darle más presencia y vista al edificio, si se eleva por encima de los demás, será el que más resalte sumándole su diseño diferente a cualquier otro.
Asentí mientras dejaba caer una sonrisa.
—Bien, entonces creo que solo faltaría el contrato y el depósito para comenzar —Cameron asintió un par de veces —bien, envíenme el contrato por correo y se los firmaré, justo ahora tenemos que viajar a Asia, así que nos mantendremos en contacto.
Mi mano se extendió hacia ellos y la apreté, pero antes de darme la vuelta su voz resonó.
—Según mis investigaciones, el único renombre que tiene en el mundo automovilístico era por ser la esposa del Señor Galicia e hija de la dueña de una fábrica no muy grande, luego por aparecer con los señores Hoffman, pero por casi dos años no volvió a aparecer y ahora quiere un edificio para su empresa de la cual no puede justificar bases visibles —él suspiró —no es por subestimarla, no me malinterprete, solo es curiosidad.
—Actualmente puedo ser la persona con más dedos metidos en todas las compañías automotrices, se lo digo porque no tiene nada que ver con este mundo y no creo que le interese andar de cotilleando a cerca de esto, poseo la mayor cantidad de acciones en la compañía Hoffman y soy la segunda en toma de decisiones y además de Industries Galicia, también poseo Industries Carter, señor Relish, y pronto se dará cuenta de un par de cosas más cuando me vea en las noticias.
Luego de guiñarle un ojos me di la vuelta y escuché a Nath soltar un risita mientras me acercaba a la mujer de cabello chocolate.
—¿Entonces? ¿Les hago un vestido? —y sin dudarlo asentí.
↞↠
Una vez Alisha nos hizo las medidas mientras conversábamos amenamente de cualquier cosa, finalizamos nuestra visita.
Mientras hablaba con ella pude ver una sombra que se asomaba por encima de sus ojos, esa misma sombra que veía cuando yo me observaba al espejo y supe que ella había pasado por mucho para estar donde estaba.
Empaticé con ella casi igual que como lo hice con Nath y reconocí que era alguien que quería que fuese una constante en mi vida y cuando intercambiamos números entre las tres y casi de inmediato ella hizo un grupo de chat para las tres, supe que era la persona correcta la que había conocido.
Nath y yo estábamos acostadas en la cama del avión con un cinturón de seguridad rodeando nuestras cintura. Habíamos dormido mucho durante el viaje sin escala y ahora estábamos despiertas, haciendo repasos mentales de las cosas que debíamos hacer y charlando de cosas triviales.
Era fácil charlar con ella.
—¿Está bien si quiero visitar algunos lugares? —yo asentí perezosamente.
—Puedes ir donde quieras una vez cumplas con tus responsabilidades Nath —ella sonrió.
—El problema es que no quiero ir sola, quiero ir contigo —yo le di una media sonrisa.
—Te acompañaré a donde quieras.
—¿Siempre? —yo asentí.
—Siempre.

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Atados a mi
General FictionSentir que el mundo se te cae encima es la peor sensación, pero es peor aun cuando las únicas personas que te lo sostenían se van dejando que caiga por completo sobre ti. Cuando eso sucede la única opción que queda es levantarse y sostenerte el put...