By Bill.
Me entretuve más tiempo del necesario intentando peinarme el pelo con los dedos en el baño. No podía salir con todo el pelo revuelto, como un loco recién salido del manicomio por culpa de un polvo. Aunque, de todas formas, por estropear un poco más mi reputación, tampoco iba a morir. Claro, que a Derek no le convenía.
-Oye... - lo llamé. Él ya estaba perfectamente arreglado, con la ropa en su sitio y el pelo revuelto, como siempre. Joder, ¿Por qué sería tan tiquismiquis con el pelo largo cuando puedo tener el pelo corto y salir a la calle sin ni siquiera tener que peinarme? Claro, que eso me convertiría en uno más y no, por encima de mi cadáver. Además... adoraba mi pelo.
Sparky clavó su mirada en mí a través del espejo.
-¿Qué?
-¿Qué pasaría si gritara a los cuatro vientos lo que ha pasado hoy aquí? Porque me están entrando muchas ganas de decirlo. - él se rió, aunque con una mueca algo tensa.-Te devolvería la jugada haciendo un millón de copias de tu expediente y el de tu hermano y los lanzaría desde la azotea para que todo el mundo vea cuan íntima relación manteníais.
-Que extremista.
-De todas formas, tampoco ha pasado tanto. - puso los ojos en blanco, fingiendo un puchero.
-¿Es que nunca has ido a planificación familiar? No se debe hacer el amor sin condones o puedes coger cosas malas. Especialmente si eres hombre. Y especialmente yo, que soy pasivo.
-Lo recordaré para la próxima vez. Siempre llevaré un condón de emergencia para estos casos. - yo fruncí el ceño, apartándome del espejo, una vez más o menos arreglado.
-¿Quién dice que vaya a haber una próxima vez? - Sparky desencajó la mandíbula.
-¿No te gusto como... novio?
-¡Ja! ¡Tú no quieres ser mi novio! Ser novios significa respetar al otro, gustarse de una manera especial, querer estar con él a todas horas, cuando no estés con él desear estar con él, mandarse mensajitos al móvil para decirle algo, aunque no tenga la menor importancia y lo único que quieras saber es que está bien y que está pensando en ti. Quererle solo para ti. Sentirte feliz con sólo oír su voz. Notar un calorcito agradable en la boca del estómago, sentir los nervios a flor de piel, estar dispuesto a hacer cualquier cosa por él... y saber que él también estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por ti. - bajé la cabeza y suspiré. Acababa de recordar porque estaba en esa situación tan desagradable.
-Eso no es ser novios. Eso es estar enamorado.
-¿Y tú qué sabes? ¿Alguna vez has estado enamorado? - Sparky ladeó la cabeza. Sus dientes chirriaron por el roce entre sí.
-Una vez conocí a una chica... no sabía hablar bien el alemán, era francesa, no, en realidad, fue adoptada por una familia francesa. Su verdadera familia era de china y por eso tenía rasgos orientales. Era preciosa, lista, amable, simpática, con el pelo largo, negro y liso, como tú... - sus ojos se clavaron en mi nuca con expresión soñadora. Lo vi a través del espejo. - Pero no fue suficiente. Para mis padres nunca fue suficiente y supongo que para las personas originarias de Alemania tampoco lo era. No sé si es porque era francesa o china, pero lo que estaba claro es que no era alemana.
-Los alemanes no somos unos cabrones... como el resto del mundo parece creer a veces.
-Oh, sí que lo somos. Estamos repletos de prejuicios que hemos heredado de esos putos... nazis.
-No. - dejé de mirarme en el espejo y me di la vuelta para dejar de ver mi cara y recordar la de Tom, plasmada en mi reflejo. Era curioso. Nunca nos vi parecido alguno cuando estábamos juntos, pero ahora, cada vez que me miraba en el espejo, me dolía ver cuanto me parecía a él. Me dolía ver que él estaba al otro lado del espejo y que yo no podía alcanzarle. - Cualquier persona que le eche la culpa a su familia por su odio a los homosexuales, a los inmigrantes, a los negros, a los pobres, a los enfermos mentales... solo puede ser llamada estúpida irresponsable. La educación de nuestros padres nos afecta, pero... siempre podemos elegir. - Derek asintió con la cabeza débilmente, con pesar. Luego se encogió de hombros. Podía ver con claridad la inconformidad pintada en su cara. - No lo crees así ¿no?
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MUÑECO By Sarae
RomanceUn Muñeco al que hacer sufrir... un Muñeco al que romper... Poco me importaba quien fuera o qué fuera para mí. No tenía preferencias por nadie, cualquier criatura bonita con cuerpo de porcelana y fácil de manejar estaría bien. Cualquier persona, cua...